Yadira estaba un poco sorprendida, pero ¿Delfino finalmente querría verme ahora?
Cuando llamó a la puerta del estudio, no había sentido que era la realidad.
Tan pronto como entró en el estudio, escuchó una voz masculina antes de que pudiera ver lo que había adentro - ¿Quién está aquí?, Xulio-
El hombre que estaba junto al escritorio dijo -Señor, es la señora-.
Yadira notó entonces que en la silla detrás del escritorio, un hombre fuerte estaba sentado con la espalda contra a ella.
Desde su vista, podía ver la cabeza del hombre que sobresalía del respaldo del sillón y el brazo que descansaba sobre él.
-Pareceun hombre muy alto. ¿Es el Delfino Domínguez?-
Xulio la miró manteniendo la expresión calma -Señora-.
-¿Xulio ?- Ella acabó de escuchar a Delfino llamar este nombre.
Xulio asintió, no hay más palabras, no era un hombre hablador realmente.
En este momento, Delfino, que estaba sentada con la espalda contra a ella, habló.
- ¿Has visto a Horacio Domínguez? -
Yadira se sorprendió pocamente y tuvo conciencia de que estaba hablando con ella.
Aunque ya había sabido por Horacio que la relación entre estos dos padres e hijos no era buena, todavía estaba un poco sorprendida al escuchar que Delfino llamaba directamente el nombre de su padre.
-Lo he visto-. Yadira no sabía por qué lo preguntaba Delfino, pero sentía vagamente que Delfino no querría dejarla verle a la cara.
- ¿Qué habló? -
-Solo charló un poco conmigo y hablé de unas cosas tuyas ...- Yadira tardó un momento para seguir -Le cuida mucho-.
Las palabras de Horacio tenían posiblemente cierto propósito, pero él debía preocuparse a Delfino.
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