Matrimonio de primera romance Capítulo 183

Tres segundos sólo era suficiente para tomar una respiración, ¿cómo le daba tiempo para ocurrir una idea para complacerlo?

Le ofendió sólo por haberle preguntado los asuntos de Apolo, ¿y ahora tenía que complacerlo?

La mente de Yadira simplemente se dio la vuelta, y la voz de Delfino sonó en sus oídos, -Han pasado tres segundos.-

Yadira frunció los labios, y pensaba que Delfino se estaba volviendo cada vez más extraño.

Tan pronto como Delfino estiró su brazo, levantó su barbilla y la besó.

Después de medio minuto, Delfino dejó sus labios insatisfecho, mirando sus ojos brumosos, y dijo en un tono de predicación, -¿Ahora entiendes?-

Yadira asintió aturdidamente.

Lo había dicho en forma tan tortuosa, y realmente, quería ... ¡besarla!

Delfino estaba contento y le dio unas palmaditas suaves en su cabeza como recompensa, -Espérame en el coche.-

Luego rápidamente, se dio la vuelta y salió del coche.

Yadira sólo tuvo tiempo de apoyar junto a la ventanilla y preguntarle, -¿A dónde vas?-

Delfino simplemente le echó una mirada sin decir nada, y caminó directamente hacia el Grupo Jimenez.

Yadira frunció los labios, parecía que tenía razón, Delfino vino exactamente por su renuncia.

Era la hora de terminar el trabajo y había mucha gente en el Grupo Jimenez.

Después de que se descubrió la identidad de Delfino, mucha gente lo conoció.

Incluso las personas que no lo conocían involuntariamente lo miraban más debido a su temperamento único y noble.

Delfino se dirigió directamente al ascensor como si no hubiera notado sus miradas.

La recepcionista era nueva de aquí, al ver que Delfino se acercaba con tanta arrogancia, le siguió apresuradamente, -Señor… ¿A quién buscas?-

-Busco a vuestro presidente Evelio.- Delfino se dio la vuelta y dijo ligeramente.

Siendo fulminada por las miradas frías de Delfino, la recepcionista cambió la frase -¿Tienes una cita?- que casi se le escapó por -El presidente Evelio está en la oficina…-

-Gracias.- Delfino no mostró ninguna expresión en su cara, y entró al ascensor después de hablar.

Hasta que se cerró la puerta del ascensor, la recepcionista se palmeó el pecho y dejó escapar un largo suspiro de alivio, las miradas de ese hombre eran horribles…

En la oficina.

Después de que Evelio gestionó el último documento, escuchó que la puerta estaba abierta.

¿Quién era tan maleducado? Ni siquiera sabía llamar a la puerta al entrar a su oficina.

Levantó la cabeza frunciendo el ceño, y vio que el delgado y alto Delfino ya había entrado, que estaba cerrando la puerta.

-Señor Delfino?- Dejó el bolígrafo en su mano y se puso de pie.

La mirada de Delfino recorrió los documentos que tenía frente a él, y dijo con una sonrisa extraña, -El señor Evelio es muy concienzudo.-

-Señor Delfino viene aquí, por favor dígame directamente qué quieres.- Dijo Evelio mirando fijamente a Delfino.

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