Matrimonio de primera romance Capítulo 184

Las palabras de Evelio para expresar sinceridad en vez de hacer que la tez de Delfino mejorara, se puso cada vez más hosca.

Delfino se puso de pie, su voz era tan fría como su expresión, -Yadira no vendrá mañana a trabajar al Grupo Jimenez.-

No hubo ningún tono de negociación y fue tan arrogante como si fuera para informarse a sí mismo.

Evelio no dijo nada.

¿Qué más podía decir?

Delfino no era alguien con quién podía luchar, pensaba que después de que volvió al país, la persona más difícil de tratar debería ser Horacio, pero no esperaba que fuera Delfino.

Delfino abrió la puerta y vio a Yadira parada en la puerta.

Yadira escuchó en la puerta por un rato, pero no entendía muy bien de qué estaban hablando.

-Yo…- Quería explicarle que no volvió para escuchar a propósito, pero cuando habló, Delfino de repente se inclinó y la abrazó.

La abrazaba estrechamente, y la fuerza de sus brazos dañaba un poco su cintura, pero podía soportarlo.

Yadira respiró profundamente, sintiendo que el humor de Delfino no era como lo normal, y le preguntó en voz baja, -¿Qué te pasa? -

Delfino la abrazaba por unos segundos, luego la soltó, se enderezó y tomó su mano y caminó hacia adelante, -Ves a recoger tus cosas, no tienes que venir mañana.-

A Yadira le daba un poco de curiosidad lo que dijeron Delfino y Evelio, pero la expresión en el rostro de Delfino y el mal humor que despedía su cuerpo indicaron que ahora no era el momento de preguntárselo.

Yadira rápidamente arregló sus cosas y le dijo a Delfino, sosteniendo la caja de cartón, -Ya está.-

Delfino bajó la mirada, tomó la caja en su mano y la sostuvo con una mano sin decir nada, y tomó a Yadira con otra mano libre.

Yadira se sentía dulce en su corazón, incluso si estaba de mal humor, aún era muy cuidadoso para ayudarla a sostener la caja.

Afortunadamente, no había más personas en la empresa en ese momento, y aquellos que todavía estaban trabajando horas extras eran todos directivos superiores, que tenían sus propias oficinas independientes.

Sin embargo, había un dicho en el mundo llamado, los enemigos se encontraban fácilmente.

Los dos fueron a la entrada del ascensor y esperaban a que subiera.

Yadira recordó que en el Grupo Auge, había un ascensor especial para Delfino, y no pudo evitar volver la cabeza y le preguntó con curiosidad, -¿Has esperado alguna vez el ascensor?-

Delfino se echó una mirada de -¿Qué crees?-

Ella creía...

Ella creía que Delfino debería ser alguien que ni siquiera había esperado un ascensor.

Finalmente llegó el ascensor.

-Din…-

La puerta del ascensor se abrió y Yadira estaba a punto de entrar, en cuanto levantó la vista se dio cuenta de que la persona que salió del ascensor, era Perla.

Regresó al Grupo Jimenez porque le preocupaba que Perla y Delfino se encontraran.

Como resultado, ¡Perla realmente se encontró con Delfino!

Yadira inconscientemente se detuvo frente a Delfino y le apretó un poco hacia atrás.

Delfino tuvo que retroceder dos pasos y dijo con indiferencia, -¿Qué pasa?-

Cuando Perla vio a Yadira, sus ojos estaban llenos de ira, pero cuando vio a Delfino de pie detrás de Yadira, su temperamento cambió repentinamente.

La voz con que hablaba también hizo que a la gente se le pusiera la piel de gallina.

-Señor Delfino, nos volvimos a encontrar.- Dijo Perla, mientras tiraba su abrigo fingiendo ser sin querer.

Le gustaba llevar un vestido escotado dentro del abrigo, una vez que se quitó el abrigo, quedaban expuestos los blancos y tiernos surcos que dibujó el escote de forma “V” en el interior, lo que se veía un poco atractivo.

Al mismo tiempo, también llegó el ascensor del otro lado.

Pero Delfino ni siquiera miró a Perla y agarrando a Yadira entró al ascensor del otro lado.

La expresión de Perla se quedó rígida y, sintiéndose resentida, los siguió hasta el ascensor del otro lado.

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