Matrimonio de primera romance Capítulo 196

Al día siguiente, a las seis, Yadira se fue de casa al Club Dorado.

Como Delfino dijo que la cena sería a las seis en el Club Dorado, y de todos modos ella no tenía nada de hacer en casa, por lo tanto, era mejor irse antes.

Cuando llegó al Club Dorado, eran las seis y cuarenta.

Justo después de llegar, llegó Jaime.

Jaime entró en la sala y descubrió que Delfino no estaba allí, por lo que le preguntó, -¿Delfino todavía no ha venido?-

Yadira echó un vistazo a la hora y notó que eran casi las siete, suspiró y dijo, -Desde que regresó con Grupo Jimenez, ha estado tan ocupado que no se puede ver en todo el día-.

Yadira no pudo ocultar su decepción.

Jaime cambió el tema con calma, -Fidelio quería venir conmigo hoy, pero luego un compañero de clase le pidió que jugara a la pelota, así que se escapó con él-.

Yadira no había visto a Fidelio por un tiempo, le echó de menos un poco, así que empezó a charlar con Jaime.

Los dos estaban hablando mientras esperaban a Delfino.

Pero Delfino no apareció por mucho tiempo.

Pasaban ya las siete.

Delfino siempre era un hombre de palabra, y una persona puntual. Todavía no había llegado, ¿le había pasado algo…?

Yadira llamó a Delfino, pero le colgó.

Ella frunció el ceño y miró el teléfono, su cara mostraba un poco fea.

Al ver esto, Jaime le preguntó, -¿Qué pasa?-

-Nada...- Yadira frunció los labios, sonriendo de mala gana, -Delfino aún no ha venido, me temo que sea porque el negocio de la compañía se retrasó, quizá pedimos comida primero.-

Al igual que ella, Jaime vino aquí sin cenar. En caso de que Delfino fuera atrapado por algo, tardaría mucho en llegar. ¿Jaime debería aguantarlo con ella?

A Jaime no le importó y dijo, -No pasa nada, esperamos un poco más.-

Hasta las ocho, Yadira decidió no esperar más, y hizo que Jaime ordenara la comida.

Al final, una cena de tres personas se convirtió a una de dos, Jaime y Yadira.

Después de que los dos hubieron comido y empezado con un té, llegó Delfino.

Cuando Yadira vio la entrada de Delfino, bajó su cabeza y miró la taza de té.

Se enfadó al ver a Delfino.

¿Por qué nos dijiste de cenar hoy si no podías venir? ¿No podías hacer una llamada si estabas ocupado?

Jaime le dio una taza de té a Delfino, y preguntó suavemente, -¿Muy ocupado?-

Delfino se sentó junto a Yadira, poniendo naturalmente una mano en el respaldo de la silla detrás de Yadira – un gesto de posesividad sin duda.

Jaime se fijaba en el brazo de Delfino durante unos segundos, luego se alejó, muy rápido.

-Más o menos.- Delfino tomó la taza de té y la vació. Miró a Yadira y preguntó, -¿Habéis comido?-

Jaime dijo, -Bueno, no has venido, pues pedimos y comimos.-

Delfino no habló, pero se giró la cabeza para mirar a Yadira.

Yadira fingió no haber sentido que estaba mirando Delfino y solo se concentró en beber el té.

¿Enfadada?

-Bueno, podría haber venido antes, pero me encontré con un pequeño accidente en la carretera y mi móvil se rompió.- Delfino miró a Jaime y dijo.

Aunque Yadira fingió haberlo ignorado, escuchó claramente cuando hablaba Delfino.

Al terminar de hablar, Yadira giró la cabeza rápidamente y preguntó, -¿Estás bien?-

-Estoy bien.- dijo Delfino con una sonrisa mientras la miraba, -Era porque tuvieron un accidente y causó un atasco, así que se me hizo demasiado tarde.-

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