Matrimonio de primera romance Capítulo 210

Yadira inclinó ligeramente la cabeza, con su expresión inocente en sus ojos dijo con firmeza, -No voy.-

Delfino se sorprendió un poco.

Yadira extendió la mano y apartó la del hombre que estaba en su barbilla, -No me pellizques la barbilla, duele.-

El rechazo de la mujer fue tan obvio que Delfino la miró y le preguntó, -Yadira, ¿qué es lo que quieres?-

-Quiero escribir un guión. Recientemente tengo inspiración.- Yadira lo apartó, se puso de pie y subió las escaleras.

Los medios de comunicación expusieron la foto de la chica y, por ese motivo, ella no había salido en varios días.

Era posible que no pudiera trabajar más en el Grupo Auge.

Ella no sabía qué más podía hacer excepto concentrarse en escribir el guión.

Delfino vio a Yadira subir las escaleras y apretó sus puños propios que colgaba al lado de cuerpo lentamente.

Debido a los recursos que tenía Delfino, los asuntos de Yadira en los medios cesaron rápidamente.

No faltaban noticias de ese tipo en el mundo del entretenimiento, y era fácil que se olvidasen una vez que descendiera la popularidad.

Era por eso por lo que había tantos famosos comprando tendencias en la noticia.

Lo que sorprendió a Yadira fue que Jaime también subió una publicación en las redes sociales para explicar por qué comieron juntos.

Se inventó al azar una razón para justificarlo, y todo volvió a la paz.

Pero eran esos cibernautas los que volvieron a la paz, ya que, en la vida real, Yadira todavía no había vuelto a la tranquilidad.

Después de pasar más de una semana de lo ocurrido, Noela y Yadira quedaron para salir.

Yadira y Delfino empezaron la guerra fría el otro día debido a los asuntos de la boda.

Delfino estaba muy ocupado todo el día y Yadira también, escribiendo el guión.

Aunque los dos comían bajo el mismo techo y dormían en la misma cama, apenas se comunicaban.

Sin embargo, tan pronto como supo que Yadira iba a salir, Delfino le dispuso un conductor y unos guardaespaldas.

Sin siquiera pensarlo, Yadira negó, -No hace falta, solo voy de compras y a comer con Noela.-

Tan pronto como acabó de hablar, sintió un escalofrío en la espalda.

Yadira hizo una pausa y se fue como si no hubiera pasado nada.

Los guardaespaldas se quedaron sin saber qué hacer, todos estaban guardando la respiración cuidadosamente.

Delfino respiró hondamente, -¿Qué dije hace un momento?-

Sus palabras casi le salieron de entre dientes, los guardaespaldas se pusaron de miedo, e inmediatamente respondieron al unísono, -Sí.-

Luego salieron corriendo juntos rápidamente, como si un fantasma los estuviera persiguiendo.

Cuando Yadira justo salió de la villa, escuchó una serie de pasos detrás de ella.

Antes de que ella volviera la cabeza, el grupo de guardaespaldas ya se había acercado a ella.

Un coche negro se acercó a ella y se detuvo, y un guardaespaldas inmediatamente se adelantó para abrir la puerta, -Señora, por favor, entre en el coche.-

Excepto el guardaespaldas en la puerta del coche, los restantes guardaespaldas se reunieron a su alrededor, luciendo como si le estuvieran pidiendo que se subiera al coche, pero en realidad era más como tener miedo de que ella se escapara.

Yadira no sabía si llorar o reír.

De tal palo tal astilla.

Eran tan irrazonables como Delfino.

-Está bien, despejaos, ahora subo.- Yadira se inclinó y se subió al coche después de hablar.

Los guardaespaldas no dijeron nada más. Parecía que la señora ya lo sabía todo.

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