Matrimonio de primera romance Capítulo 245

Al Delfino regresar al dormitorio, Yadira aún estaba dormida.

Acababa de fumar, por eso en sus dedos quedó el olor a cigarrillo.

Dejó su chaqueta sobre el borde de la cama, echó un vistazo a Yadira y se fue al baño a lavar sus manos.

Al salir del baño, vio que Yadira abrazaba la manta apoyándose en la cabecera de la cama. Obviamente acabó de despertarse, y su mente todavía no está despierta, con ojos vidriosos.

-Ya te has despertado.-

Delfino anduvo al borde de la cama y se sentó.

Yadira frunció su ceño y le dijo, -¿Has fumado?-

Delfino estaba atónito. Originalmente no pensaba que el olfato de Yadira fuera tan sensible. Lo reconoció asintiendo con la cabeza, -Sí.-

En seguida añadió, -Solo he fumado un cigarrillo, y solo he tomado unas bocas.-

El olfato actual de Yadira fue más sensible que el anterior en que no estaba embarazada.

-Anteriormente siempre creía que no fumas.- Anteriormente Yadira no vio a Delfino fumar, por lo tanto, ella creía que Delfino no fumó.

Delfino sonrió levemente y no dijo nada.

Efectivamente no tuvo ese mal hábito ni fue adicto a fumar.

Dado que fumar fue perjudicial a la salud y él preciaba su cuerpo y vida.

Delfino estaba callado un rato y le dijo repentinamente, -Si ves a Jaime, mantén alejada de él.-

Aunque mandó a muchos guardaespaldas que le protegiera a Yadira cuando Delfino no estaba con ella, fue inevitable que se encontrase con Jaime debido que ellos ahora estaban en la vieja casa.

Yadira vio casualmente que la chaqueta de Delfino estaba al borde de la cama. Recordó que esta chaqueta estaba originalmente sobre el sofá antes de acostarse.

Por eso, después de estar dormida, Delfino salió de esa habitación.

Yadira le preguntó especulativamente, -¿Te encontraste con él? ¿Qué dijisteis?-

-No le dije nada.- Delfino le contestó fríamente, -¿Qué puedo decirle más ahora?-

Yadira tomó la mano de Delfino para consolarlo y no dijo más.

*

En la vieja casa, no podía hacer algo más. Yadira siempre estaba en su habitación excepto que se fue a comer.

Sin embargo, después de terminar la cena, Alejandro le dijo que le acompañase a ver los programas de televisión en su dormitorio.

Yadira pensaba que Alejandro tenía algo que quería decirle, pero resultó que en realidad solo le acompañaba a ver televisión.

Generalmente a los ancianos les gustaban ver los programas como teatro y ópera tradicional. Yadira estaba aburrida, pero Alejandro encantaba mucho. Por lo tanto, tenía que acompañarle a verlos.

Lo bueno fue que Alejandro preocupara el estado de Yadira, por eso después de una hora le insistió a que volviera a la habitación y descansara.

Alejandro miraba a Yadira unos segundos con ojos entrecerrados, -Vuelve a descansar primero. Deja a Delfino venir y tengo algo que decirle.-

Anteriormente Alejandro le pedí que Yadira le acompañase a ver la televisión. Delfino quería venir con ella, pero Yadira no lo permitió.

Dado que Alejandro fue una persona culta y mesurada, lo que Delfino mostró tanto amor y mimo a ella no fue apropiado.

-Sí. Lo sé.- Yadira se levantó y quería salir.

-Yadira. Eh…-

Cuando casi llegó a la puerta, oyó que Alejandro le llamó.

Yadira volvió su cabeza y le preguntó, -¿Qué quieres decir, abuelo?-

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