Matrimonio de primera romance Capítulo 267

Xulio aguantó el dolor, pero aun así no se defendió, dejando que Delfino le golpeara.

Apolo Tapia llegó en ese momento, y agarró el brazo de Delfino, -¡Delfino, cálmate!-

Delfino había perdido completamente la cabeza en este momento, y no quería escuchar las palabras de Apolo, y lo golpeó.

La familia de Apolo había montado los negocios subrepticio antes, y aunque Apolo también era un bien luchador, no pudo resistir los golpes de Delfino.

Finalmente, los dos hombres estaban demasiado cansados para seguir pelear, así que se limitaron a tumbarse en el montón de ceniza carbonizada.

Cuando los dos hombres pelearon, Xulio no lo detuvo, sino que llevó a los hombres a registrar la villa por dentro y por fuera.

Como era de esperar, ni rastro de Yadira.

El fuego quemó todo.

Xulio se acercó a Delfino, con la voz un poco baja y ronca, -No se encontró a Señora Yadira.-

Xulio terminó su frase, ya preparado para recibir un puñetazo.

Pero el esperado golpe no le cayó.

Delfino no reaccionó en absoluto al escuchar sus palabras, limitándose a mirar el techo chamuscado sin moverse, como si no hubiera escuchado las palabras de Xulio.

Xulio giró la cabeza para mirar a Apolo.

Apolo levantó la mano, se limpió la comisura de los labios, y escupió una bocanada de sangre con rudeza en el montón de cenizas que tenía a su lado, -No le hagas caso, que se vuelva loco, maldita sea, casi no puedo levantarme, Xulio, ayúdame...-

Xulio se acercó y ayudó a Apolo a levantarse.

Se sacudió su cuerpo antes de poder mantener en pie.

Si no hubiera practicado y no fuera capaz de luchar con Delfino, ya estaría en la sala de emergencias ahora.

Al tocar sus propias heridas, Apolo suspiró, se acercó a Xulio y le susurró, -Deja que tu Señor se calme, no le hagas caso.-

Xulio asintió con la cabeza, aunque estaba un poco inquieto.

Xulio ayudó a Apolo a salir sosteniéndolo, y vio que unos reporteros estaban haciendo entrevistas en directo de espaldas a la villa incendiada.

Apolo se apresuró a dar la vuelta y subió al coche desde el otro lado.

Pero Xulio no tuvo tanta suerte.

Los reporteros con ojos avizores vieron a Xulio y se reunieron a su alrededor.

-Disculpe, ¿es usted uno de los trabajadores de aquí? ¿La Señora Yadira sigue dentro? ¿Se suicidó por miedo?-

-Acabo de ver al Señor Delfino entrar, ¿qué está haciendo ahí dentro y cuándo va a salir?-

-Se dice que la Señora Yadira ha recibido hoy una citación judicial, y ella ha optado por suicidarse hoy, ¿prueba eso que efectivamente es ella quien empujó al Señor Alejandro por las escaleras?-

Les hicieron muchas preguntas sin parar.

Las preguntas de los periodistas tenían que ver con Yadira, una más punzante que la otra.

Xulio sólo respondió fríamente, -Sin comentarios.-

Un guardaespaldas se acercó entonces y echó a los reporteros.

*

Una tienda de fideos en mal estado se situaba en un pueblo urbano en el extremo norte de la Ciudad Mar.

Sentada en la mesa de la tienda y con un cuenco de fideos con huevo delante de ella, Yadira levantó los ojos hacia las noticias que se emitían en la televisión.

-Al mediodía de hoy, una villa de la ciudad situada en medio de una colina se incendió, según las noticias, esta villa es la casa del heredero del Grupo Dominguez, Delfino Dominguez...-

Un reportero estaba analizando el accidente de la villa en el televisión.

Yadira vio que la antaño gloriosa y lujosa villa se había convertido en una ruina.

Luego Xulio apareció en la televisión.

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