Matrimonio de primera romance Capítulo 281

Apolo vio a Delfino parado, pensando que estaba considerando su aconsejo, y siguió diciendo, -Le echas tanto de menos a ella, ¿por qué no vas a llevarla de vuelta?-

Delfino permaneció mudo, bajando la mirada, no se sabía en qué había pensado, abrió la puerta y se fue.

-Ahora que tiene novia se olvida de los amigos.- Delfino suspiró y se dijo.

*

Yadira llevaba dos días en el hotel, sin hacer nada excepto comer y dormir, y parecía muy ociosa.

Entonces, cuando estaba libre, salía a dar un paseito.

Ni compraba nada, ni hacía nada, y solo pasaba el tiempo pasear sin destino.

Pero su verdadero propósito era examinar si Delfino había mandado que le espiaran.

Antes no se había dado cuenta, porque no lo había pensado, estos días puso cuidado, y descubrió que alguien le seguía.

Era un guardaespaldas profesional. Si no hubiera estado alerta, no habría encontrado su presencial.

Así que comenzó a planear irse de Sídney.

Sin embargo, la inesperada aparición desbarató sus planes.

A la mañana siguiente, como los últimos días, ella se levantó, se cepilló los dientes, se lavó la cara y se disponía a salir.

Cuando abrió la puerta, vio una maleta negra puesta en el suelo y se sorprendió. Antes de que reaccionara, oyó una voz familiar, -Hermana Yadira.-

Levantó la mirada y vio a Fidelio ahí con sonrisa.

-Hermana Yadira, en poco tiempo sin vernos, ¡ya no me reconoces!- Por su silencio, Fidelio se quejó.

Como Fidelio estaba en una edad de desarrollarse, solo hacía cuatros o cinco meses que no reunieron ellos, estaba muy cambiado.

Llevó un suéter blanco y sencillo y un pantalón vaquero azul, cargado de energía y vitalidad.

-Fidelio, ¿por qué estás aquí?- Yadira preguntó.

-Estoy aquí para encontrarte.- Fidelio, sonriendo, se inclinó hacia ella y le dijo misteriosamente al oído, -En realidad, me escapé de casa otra vez.-

-¿A ti te parece que te creo?- ella levantó la vista.

-¿Déjame quedarme?- Fidelio sonrió afable.

Aunque no creyó en sus palabras, Yadira lo acomodó.

Reservó otra habitación para él, y luego le llevó a restaurante.

Fidelio hablaba bien inglés porque creció en el extranjero. Como era muy guapo, cuando estaba en el restaurante, varias chicas le pidieron su teléfono.

Los Dominguez, como Delfino y Fidelio, eran bastantes atractivos para mujeres.

Fidelio rechazó a ellas con destreza.

Yadira echó a reír, luego abajó su cabeza y comió.

-Hermana Yadira.- Llamó de repente.

-¿Qué?-

Ella miró hacia arriba, y vio Fidelio levantando su brazo con el móvil en la mano.

-Qué estás haciendo?- dijo Yadira, frunciendo el entrecejo.

-Saco una foto, nada más.- Dejó el móvil.

Yadira lo miró sin mediar palabra.

Mientras Fidelio iba al baño, Yadira tomó su móvil.

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