Matrimonio de primera romance Capítulo 300

La sonrisa de Severo se volvió más misteriosa aún, -Déjame un número de contacto.-

Yadira le dio su número.

Él se lo guardó y preguntó, -Ahora vas a casa, ¿no? ¿Te llevo?-

Estaba claro que Yadira no iba a dejar que la llevara él.

-No hace falta, puedo ir sola.-

Él tampoco insistió, -Adiós.-

Yadira pidió un taxi después de que él se fuera.

Después de salir de la ducha, cogió la llamada de Fatima.

En cuanto cogió la llamada, Fatima preguntó, -¿Después de que me fui, Isidoro ha dicho algo?-

-¿Tú qué quieres que diga?- Yadira aprovechó para bromear con ella.

En realidad, ella notaba que Fatima quería a Isidoro, pero sentía cierto asombro.

Isidoro parecía haber nacido en una familia humilde, se podía ver en la forma en que él hacía las cosas, era una persona muy sensata y discreta, pero no aburrida.

Este tipo de hombre solía atraer a las mujeres.

Fatima se le veía con nervios, -¡Va! ¡Dime si te ha dicho algo o no!-

Yadira contestó, -¿Por qué no le preguntas tú misma si lo quieres saber?-

-Ay… Es una larga historia.- Fatima suspiró.

Yadira finalmente le dijo la verdad, -Me había preguntado que de qué estaba hablando, pero le había dicho que te preguntara a ti. ¿Estás emocionada?-

Al otro lado del teléfono hubo un silencio, después, Fatima alzó su voz, -Creo que no me buscará.-

***

Severo dijo que dentro de unos días pediría a Yadira que le hiciera un favor.

Pero, finalmente se enteró de que aquel favor era acompañarlo a un evento.

Al saber que era ese tipo de favor, ella rechazó en el momento, -Busca a otra persona, este favor no lo puedo hacer.-

Delfino le dijo que no volviera a ver a Severo.

No verlo era imposible, pero podía rechazar acompañarle a un evento.

A pesar de que la familia Pérez no se podía comparar con la familia Dominguez, seguía teniendo cierto prestigio en la Ciudad Mar. Ella no quería acompañarlo a ningún evento y que después se expandiera rumores.

Desde el principio Severo sabía que podía rechazarle, pero siguió hablando como nada, -Ya me lo prometiste, y tú no eres una persona que no cumple con las promesas.-

-Pues ahora soy una que no cumple las promesas.- Yadira mantenía su postura.

Él se quedó pensativo durante unos segundos, le miraba fijamente y preguntó con cierto sarcasmo, -¿Es por Delfino?-

Ella se quedó callada durante un tiempo.

Todo el mundo se creía que ella y Delfino se habían separados de verdad, pero Severo no pensaba así.

Al verla que no contestaba, sin importarle, inclinó su cuerpo para acercarse a ella y dijo con un tono suave, -Yadira, te conozco más que otros, sé lo que estás pensando y lo que quieres, lo sé todo.-

Yadira no estaba acostumbrada a que, a parte de Delfino, otros hombres se le acercasen tanto. Ella echó hacia atrás, pero Severo de repente estiró la mano y agarró su muñeca, -Delfino no te conviene, la familia Dominguez es demasiado complicada.-

-¿Qué quieres decir?- Yadira entrecerró los ojos y siguió, -Antes de que saliera del país, me dijiste lo mismo en el aeropuerto, dijiste que la familia Dominguez era demasiado complicada, ¿cómo de complicada? ¿Cómo es eso?-

Severo no tenía previsto que ella hiciera tantas preguntas.

Con su mirada y su tono de agresividad y agudeza, el rostro de él se volvió serio, -Yo no te voy a hacer daño, puede que en aquel tiempo solo quisiera utilizarte como Perla, pero todo lo que hago y digo ahora es por tu bien.-

Yadira estaba cada vez más segura de que él sabía algo, -¿Qué sabes de la familia Dominguez? Dímelo.-

-¿Tanto lo quieres saber?- preguntó él.

Ella asintió con la cabeza.

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