Matrimonio de primera romance Capítulo 63

Yadira salió de la villa, nada más había dado unos pasos y escuchó el pitido de un coche a su espalda.

Se dio la vuelta y el coche se detuvo justo a su lado.

La ventana del auto bajó, revelando el hermoso rostro de “Fidelio” que para Yadira era más bien odioso.

Entrecerró los ojos y dijo en voz grave, -Sube al auto, te llevaré al trabajo.-

-No hace falta.- Yadira rechazó su oferta directamente, no quería llamar la atención de la gente.

Ya podía imaginarse que, si “Fidelio” la levaba a la empresa, definitivamente sería rodeada por mucha gente, y entonces circulará muchos rumores por allí.

“Fidelio” de repente frunció los labios y sonrió, sus ojos negros eran un poco atemorizantes y con su voz baja dijo, -¿De qué tienes miedo?-

¿Que de qué tenía miedo?

Yadira se sorprendió por un momento, luego se dio cuenta de que había estado tratando con frialdad a “Fidelio” intencionadamente o no porque en realidad tenía miedo.

Aunque siempre había actuado como que le odiaba, tenía que admitir que era un hombre muy brillante.

Su arrogancia y altivez parecían formar parte de su ser en sí, haciendo que la gente sintiera que un hombre como él debería ser tan engreído como lo era, como una estrella brillante del cielo que estaba destinado a llamar la atención.

A veces era un poco malo, pero cuando era bueno con ella, lo era sin más.

La verdad es que un hombre así podía hacer que una mujer se enamorara de él fácilmente.

Por eso Yadira siempre lo evitaba adrede y lo trataba con frialdad.

Llevaba la etiqueta de “señora Dominguez”, y esa etiqueta podría seguirla por el resto de su vida, por eso era muy consciente y sabía muy bien que tenía que cumplir con su deber.

Tenía miedo de sentir algo por él.

Al ver que Yadira no decía nada, Delfino siguió irritándola, -O es que, ¿sientes algo por mí?-

-¡No!- replicó Yadira casi de inmediato en voz alta.

Cuando volvió a su conciencia, ya había abierto la puerta y se había sentado en el asiento de copiloto.

“Fidelio” miró hacia adelante fijamente, su expresión era tranquila y no mostraba nada más, pero había un rastro de triunfo escondido en sus ojos que dejaba al descubierto lo que pensaba.

Yadira, inexplicablemente, se sentía insegura, no le miró, solo giró su cabeza para mirar por la ventana, luego empezó a buscar tema de conversación, -¿Cuánto cuesta tu auto?-

“Fidelio” dijo primero, -No es caro.-

Yadira se asombró un poco. Ese automóvil no era común. Cuando todavía estaba en la escuela, muchos ricos conducían hasta la puerta de la escuela para recoger a chicas, entre ellos había muchos autos famosos, incluidos Bentleys, pero nunca había visto ese tipo de coche.

Pensó que debería ser bastante caro.

Delfino le echó una ojeada, -Pero fue descatalogado hace unos años.-

-Solo…- Quería decir que solo preguntaba por decir algo.

Delfino interrumpió sus palabras, -Si lo quieres, puedo considerar regalártelo si me dice dices algo bonito.-

Sintiendo que la tez de Yadira cambió de repente, Delfino se dio cuenta de lo que había dicho.

Con la identidad de Delfino era comprensible regalarle un auto a Yadira, pero si era “Fidelio” quien lo decía, entonces era un poco inapropiado.

Después de eso, los dos no hablaron más hasta llegar al Grupo Jimenez.

Al bajar del auto, Yadira le dijo, -Gracias.-

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