Matrimonio de primera romance Capítulo 90

Por el instinto de sobrevivir, Yadira forcejeó violentamente e incluso cayó al suelo con la silla.

-¡Joder! -

El secuestrador la regañó, pateó el vientre de ella y extendió la mano para arrastrar su cabello, que estaba a punto de tirar de ella hacia arriba.

La patada fue un poco más fuerte y le dolía mucho a Yadira que sudaba enseguida.

Ella no tenía pensamientos adicionales en su mente ahora, solo sabía evitar la mano repugnante del secuestrador.

Tiró su cabello. Antes de que él pudiese levantarla, la puerta de la habitación se abrió por una patada desde afuera.

El fuerte sonido fue muy abrupto.

A Yadira le dolía mucho la cabeza debido al hombre. Apretó los labios con fuerza y miró hacia la puerta de la habitación.

Cuando vio la figura familiar de pie en la puerta de la habitación, dejó que el miedo la inundase de repente como una marea. Las lágrimas caían una tras otra como cuentas rotas.

Aunque le cayeron lágrimas, no produjo sollozos, sino que sonrió y le dijo a la persona que estaba en la puerta-Fidelio, ya vienes. -

En este momento, cuando vio a "Fiedelio Dominguez", Yadira se dio cuenta de que lo que había apoyado la calma y la resistencia era que sentía que alguien vendría a rescatarla.

El que la vendría a salvar debió ser el más poderoso de los que conocía.

Entre ellos, era "Fidelio".

Cuando Delfino vio la situación en el interior, sus manos ya estaban apretadas en puños y su cuerpo estaba cubierto con un aliento sombrío, como si Shura saliese del infierno. Si se le dio una mirada, hizo que se sintiese asustado.

Los dos secuestradores se asustaban aún más y sus voces temblaban -Tú ... ¿quién eres? -

Cuando el que se apellidaba Jimenez les pidió que secuestrasen a Yadira, ¡no dijo que ese vendría a rescatarla!

-Ven y hazme esta pregunta de nuevo en su próxima vida. -Delfino se acercó a su dirección paso a paso. Su voz baja llevó la frialdad como si saliese recién del hielo -En esta, no tienes la oportunidad de saber. -

Después de hablar, el hombre que se les dirigía lentamente de repente dio un paso rápido y caminó hacia ellos. Antes de que pudiesen ver sus movimientos con claridad, cayesen pesadamente al suelo y se acurrucó de dolor gimiendo.

Delfino se puso en cuclillas, apoyó con cuidado a Yadira con la silla y desató la cuerda rápido.

No había expresión superflua en su rostro sino la tristeza indescriptible, que parecía más aterrador de lo habitual.

Pero Yadira estaba un poco preocupada en ese momento, porque descubrió que nadie entró detrás de "Fidelio".

Es decir, "Fidelio" vino solo.

"Fidelio" le preguntó a ella -¿Estás bien? -

-Bien. ¿Por qué viniste solo? -Aunque no sabía cómo él encontrase ese lugar, era siempre demasiado arriesgado que viniese solo.

-Basta con que yo venga solo. -

Hablando Delfino, sus ojos bajaron levemente, lo que dificultó ver la expresión.

Dijo con tono de órdenes -Sal y espérame. -

Al verlo tener confianza en sí mismo, Yadira se sintió aliviado, pero cuando levantó los pies, se dio cuenta de que no tuvo energía para andar en absoluto.

Aunque estuviese más tranquila, el cuerpo era más honesto que el corazón.

Ella estaba muy asustada.

De repente, Delfino extendió la mano para quitarse la corbata, le tapó sus ojos y se la ató a la cabeza. Le hizo sentarse en la silla y la empujó hacia la esquina.

Luego, le susurró al oído -Pronto todo irá bien. -

Después, Yadira escuchó el sonido de la lucha y los gritos. Y, el olor a sangre.

A medida que el olor se hizo más y más pesado, los gritos desaparecieron.

Finalmente, la habitación se quedó en silencio.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio de primera