Matrimonio Forzado romance Capítulo 14

Saravi.

Ha sido una semana intensa y con mucho movimiento en el palacio, también he estado llena de conocimientos y descubrimientos por parte de cosas y personas con las que he llegado a relacionarme. Si alguien me hubiese dicho que estaría para arriba y para abajo, nunca lo hubiese creído. Pero esta forma me gusta, estar presta para ayudar y sobre todo para dar mi opinión acerca de casi todo, realmente me gusta.

Mis lazos con Hanna son únicos, ella se ha convertido como una hermana para mí. Sus suaves consejos, su manera de hablar y expresar su cariño, me han hecho sentir más que en casa; también la sutileza que emplea para hablarme de su hermano sin ser parcial, la forma en que busca enamorarme de este palacio y de nuestro pueblo. Ella realmente es única.

Por otro lado, Fais ha sido como otro padre, y aunque la preferencia de él sea estar al lado rey, lo veo bastante cómodo cuando nota mi presencia o me enseña algunas cosas.

A mis padres les he escrito varias cartas, a pesar de las diferencias con mi madre, los he extrañado muchísimo. Umar ha estado bastante alejado de mi presencia, ahora debo decir que a veces me da pesar con Kalil por tener que lidiar con él en todos sus asuntos.

La convivencia con Kalil ha mejorado desde el día de la villa, quizás porque lo percibo con otros ojos, posiblemente porque desde que entré al palacio he podido conocer realmente sus convicciones, y por más que trate de hacer a un lado las fuertes emociones que comienzan a embargarme, tengo que aceptar que el rey es un gran hombre.

—¿Usted cree que podré entrar a esa reunión? —pregunto por tercera vez en la semana. Fais está en su escritorio tratando de redactar una carta para el duque Nabal Marras.

—Puede preguntárselo directamente al rey, majestad… Pero, por lo que le conozco, creo que no permitirá que usted, una dama, y sobre todo la reina, entre, junto a todos esos hombres que solo saben de rudezas.

Su mirada vuelve a la hoja en donde escribe y un suspiro sale de mi boca.

—¿Está todo bien en el centro de Angkor?, ¿cuándo volveremos?

—Si usted quiere puede ir conmigo donde Nabal, le sentará bien hablar con su esposa sobre la villa.

—¿El rey irá con nosotros? —pregunto interesada.

—No. Me dijo que tendría otro compromiso.

Perfecto.

—Muy bien, iré con usted. Me gustaría visitar también a una amiga que vive allá.

¡Por favor! ¡Por favor! ¡Que no pregunte!

—¿Una amiga? ¿Tiene amistades en el centro de Angkor?

—Bueno, de hecho, es más amiga de Nadia… Mi dama de compañía.

Una sonrisa es asomada en el rostro de Fais, mientras niega lentamente tratando de involucrarse nuevamente en la carta. Entonces yo me excuso rápidamente y voy en busca de mi objetivo.

Borja.

Mi paso es apresurado, necesito que Borja tenga tiempo de avisar a Mishaal de que mañana en la mañana estaré partiendo al centro de Angkor. Necesito que pueda encontrarse conmigo con urgencia.

Justo cuando estoy llegando a uno de los patios mirando por todos lados, choco con una persona tan fuerte que si no es porque me toma rápidamente hubiese caído al suelo.

Un rostro bastante firme y varonil me observa, en solo cuestión de segundos nuestras miradas se encuentran y su ceño se agudiza, puedo sentir nuevamente el choque de su aliento contra mi rostro, produciendo una sensación cálida en mi cuerpo junto con el fuerte latir de mi corazón.

—Saravi…

—Lo siento… Venía un poco distraída y….

—Apresurada —termina por decir él, sin quitarme la mirada de encima.

No sé por qué estoy tan nerviosa, quiero decir cualquier cosa, pero esa mirada no deja que gesticule nada.

—Mañana… Iré con el vizconde Fais al centro —digo tratando de sacar alguna conversación.

—Me alegro, le diré a Borja que los acompañe y lleve algunos hombres.

—Muy bien, gracias… ¿Usted se quedará en el palacio?

Los hombros de Kalil se tensan y un trago forzado pasa por su garganta, puedo notar su nerviosismo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio Forzado