Mi Chica Melifluo romance Capítulo 133

Sergio la siguió y la vio con el ceño fruncido y preocupada, no pudo evitar preguntarle:

—Dulce, ¿de qué tienes miedo? ¿Te golpeó?

Tan pronto como la palabra "golpear" salió, él le agarró la mano y tiró de ella hasta los ojos, mirándola de arriba a abajo. Y descubrió que había marcas de besos en su hombro, excepto por su cuello y un poco de nieve ligeramente expuesta ... No había signos de palizas.

El corazón de Sergio estaba lleno de sentimientos desagradables, cuando llamó anoche, Dulce estaba en casa de Alberto.

—Sergio, he reservado una mesa, date prisa.

En la entrada principal, Rafael, que llevaba una camisa de rayas oscuras, los saludaba.

Dulce lo reconoció, esa noche ella estaba trabajando en un trabajo casual vendiendo alcohol en el club, y el hombre estaba con Sergio.

—Ve tú, yo me voy a casa, puedes darle estos zapatos a tu novia —Dulce le entregó la bolsa de papel en la mano y le dijo en voz baja.

—Entonces te acompañaré, Rafael, yo no voy, ve tú —Sergio hizo un gesto con la mano a Rafael y miró a Dulce—, Dulce, ¿a dónde quieres ir?

—No voy a ninguna parte, por favor déjame callar un rato —Dulce dijo en voz baja y se dio la vuelta para salir por la puerta.

—Dulce, ¿te gusta Alberto? Aunque no puedo estar seguro de cuál es su relación contigo, estoy absolutamente seguro de que no tiene buenas intenciones, mira esa mirada en los ojos de su madre, los asuntos de tu familia... y ¿por qué está Felipe con Susana?

—Bueno, Sergio, sé que te preocupas por mí, eso es todo, no te metas —Dulce le interrumpió y aceleró el paso.

Sergio miró consternada su espalda y preguntó incrédula,

—Dulce, ¿por qué? ¿No puedes siquiera darme una oportunidad?

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