Mi Chica Melifluo romance Capítulo 30

Dulce no volvió, así que vagó sin rumbo por la carretera. Cuando encontraba un anuncio de una empresa de decoración, se paraba a mirarlo un rato. Cuando el claxon del coche sonó detrás de ella, llevaba más de media hora caminando así.

—¿Alberto ? —Dulce miró la ventanilla bajada del coche con expresión de asombro.

—Sube y acompáñame en mis recados —Alberto dijo con indiferencia y subió la ventanilla del coche.

Dulce sólo entró en el coche y se sentó directamente en el asiento trasero.

—¿Qué, tienes miedo de que te toque las piernas mientras conduces? —Alberto la miró por el retrovisor y se burló.

—¿No puedes hablar bien? —Dulce replicó.

—Ven aquí, déjame besarte —Sin embargo, Alberto fue más revoltoso y se acercó de espaldas para tomar su mano.

—Estás conduciendo —Dulce estaba ansiosa y se sacudió la mano repetidamente.

—Si no te acercas a darme un beso, chocaremos con el coche de delante.

Alberto no se anduvo con chiquitas y le tomó la mano con firmeza, y mientras veía avanzar el coche, Dulce se apresuró a darle un suave beso en la mejilla.

—No cuenta —Sin embargo, Alberto no la dejó ir todavía.

—¿Qué quieres? —La cara de Dulce se puso roja.

—Rápido —Volvió a girar la cara hacia un lado, su mano agarrando su muñeca dolorosamente.

Dulce tuvo que adelantarse de nuevo, dudando, y le besó en los labios.

—Eso es bueno, una buena recompensa por la noche —Sólo entonces curvó los labios y sonrió con maldad.

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