Llegamos al cine Eduardo compró los boletos.
Ara - ¿qué película vamos a ver?
Eduardo - Capitana Marvel
Ar - en serio
Eduardo - sí, te gusta
Ara - no, lo que le sigue en los cortos se mira padre
Eduardo - voy a comprar las palomitas para entrar
Yo solo afirmo con la cabeza mi entras lo espero, no tarda y el vine hacia mí con las palomitas y los refrescos.
Eduardo - Vamos
Entramos a la sala tomamos nuestros asientos, no tarda mucho y se empieza a llenar, apagan las luces y la película empieza.
Eduardo y yo metemos las manos al traste de palomitas al mismo tiempo que chocaron, nos miramos a los ojos, siento algo que revolotea en mi estómago no sé qué es.
Ara - perdón
Quito mi mano del traste y miró la pantalla.
(..........)
Estamos en un restaurante algo lujoso para mi gusto, cada quien pidió su comida.
Eduardo - ¿te gustó la película Ara?
Ara - si y a ti
Eduardo - también
Ara - Eduardo quiero proponerte algo y nos va a servir para conocernos mejor
Eduardo - dime
Ara - qué te parece si vives en mi casa sin lujos y trabar como la gente común (No dice nada por unos segundos, hasta que habla)
Eduardo – okey, me parece bien, por ¿cuánto tiempo?
Ara - dos semanas
Eduardo - okey, y después ¿qué?
Ara - para darte la oportunidad que quieres
Llega nuestra cena nos ponemos a cenar mientras platicamos de nuestra niñez y las travesuras que hacíamos.
Después de terminar la cena Eduardo me llevó a mi casa, al llegar bajo del carro y me despido de él.
Ara - gracias por todo Eduardo
Eduardo - de nada nos vemos mañana después pues de clases para venirnos juntos
Ara – okey
Eduardo se despide de mi dándome un beso en la mejilla y yo a él, entró a mi casa....
(..........)
Ya salimos de clases, a proveché para hablar con mi hermano y Gabi los puse al tanto de todo lo que está pasando, Gabi me dijo que Eduardo terminó con Yolanda y que nadie la avisto desde ese día
Ya fuera de la escuela veo a Eduardo parado junto a su carro camino hasta donde esta, al verme sonreír vuelvo a sentir esa sensación tan rara en el estómago.
Eduardo - vamos te llevo a tu casa, para que yo vaya por mis cosas y deje algunos asuntos resueltos.
Subo a su carro él hace lo mismo y maneja hasta mi casa. Al llegar bajo del carro y me despido entro a la casa, él se va.
(.........)
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi mate es una guardiana