Mi mate es una guardiana romance Capítulo 36

  EDUARDO

Al terminar de servir la cena nos sentamos en la mesa y nos disponemos a cenar, preparo pasta con tocino, cilantro picado y queso parmesano. 

Eduardo - dime mi luna de lo que querías hablar.

Ara - cuando salí a caminar me metí al bosque de repente escucho un ruido me subo a un árbol para ocultarme y vi a Klaus con Yolanda.

Eduardo - ¡Yolanda! - estoy algo confuso porque Yolanda esta con los vampiros, se supone que debe estar a favor no contra, pero no me sorprende de ella.

Ara - sí, ella y el están tramando matar a Elijah y echarme la culpa, para que tome su lugar y el reine los tres mundos, a su lado Yolanda.

Eduardo - ¡¡wow!!, más que nada tenemos que apurarnos para sacarte de ahí, no le digas nada él no te va a creer.

Ara - lo sé, es mi palabra contra la de él, ahora cuéntame tu

Eduardo - Elijah fue a verme

Ara - ¿para qué?

Eduardo - para prohibirme acercarme a ti, y si uno de mi manda se acerca a sus tierras lo mataran.

Ara - él no es nadie para prohibir que nos veamos.

Eduardo - lo sé, pero si queremos que esto funcione nos veremos de vez en cuando.

Le tomó la mano no estoy muy de acuerdo, pero no quiero que le pase nada a ella y a mi manada, no le quiero contar todo lo demás para no preocuparle.

Ara - ¿te gusta la cena amor?

Eduardo - si está muy rico - le regalo una sonrisa.

Seguimos cenado en silencio, hasta terminar de cenar, Ara levanta los platos y la ayudó dejando todo limpio.

Me acerco a ella por detrás le beso el cuello y la abrazo.

Eduardo - dejamos algo pendiente - le dijo en su oído en tono divertido.

Ara - así - se voltea para atrapar mis labios con los suyos.

La cargo ella rodea sus piernas en mi cintura y le agarro de las piernas mientras camino hasta la habitación donde la cuesto en la cama con cuidado me pongo sobre ella sin dejar de besarle, deslizó mi mano por todo su cuerpo.

Le bajó el cierre de su sudadera se la quitó y lo aviento lejos al igual que su blusa, beso su clavícula suave mente voy bajando hasta llegar a sus pechos, le quito el sostén dejando ver sus pechos.

Me meto uno a mi boca ella jadeo al tacto, con la otra mano acaricio el otro, ella gimió al escucharla me prende más hace que me existe más.

Me levanto un poco para quitarle la ropa dejándola desnuda al igual que yo, me incorporó entre sus piernas para entrar, de un solo tirón entro en ella los dos gemimos al mismo tiempo.

Empezó a moverme despacio mientras la beso, ella me acaricia la espalda voy subiendo la velocidad de las embestidas.

Ara - Eduardo......

Eduardo - m....

Ara - te amo

Eduardo - y yo a ti.

Ella meda la vuelta quedando en sima de mi se mueve llevado el mismo ritmo que yo llevo, le agarro de la cintura.

Después de un rato siento que llegó al orgasmo, así que Le doy vuelta a Araceli yo estoy encima de ella aceleró los movimientos, Ara me clava las uñas y la escucho gemir sé que llego al orgasmo, no tardo mucho y yo también llego después de ella.

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