Mi mate es una guardiana romance Capítulo 6

Llego a la casa de Gabi toco la puerta y sale una de sus sirvientas.

Sirvienta – hola señorita Ara, pase

Ara – gracias, esta Gabi (entro)

Sirvienta – sí, está en su habitación con su mate

Ara – gracias, voy a verla

La sirvienta se fue y yo subo las escaleras, camino hasta su habitación y al llegar toco la puerta, la abre Gabi algo despeinada, al verme se medió arregla y me abre la puerta.

Ara – hola Gabi, espero no interrumpir

Gabi – hola Ara, no, pasa (entro a la habitación)

Ara – gracias, solo vine a ver a mi hermano

Tom – hola Ara (me abraza)

Ara – por lo que veo estas bien

Tom – si y tu ¿Cómo estás?, ¿Cómo te va con el Alpha?

Ara – bien, en lo que cabe

Gabi – ¿por qué?, si se ve que le gustas es más puedo jurar que eres su mate.

Ara - ¡quien te dijo eso!

Gabi – ¿entonces si eres su mate?

Ara – sí, pero no quiere ningún contacto conmigo, no sé porque odia a las guardianas.

Gabi – se por qué, pero no es mi deber contártelo sino el, sé que él está luchando por no demostrar sus sentimientos hacia ti.

Ara – la verdad no me interesa, nadie tiene que saber que yo soy su mata de ese idiota, me voy porque tengo unas cosas que buscar en mi antigua casa.

Gabi – okey, cuenta conmigo, quédate a comer y luego le dijo a mi hermano que te lleve.

Ara – okey, gracias amiga.

Salimos los tres de su habitación, bajamos las escaleras y caminamos hasta el comedor cada quien tomo su lugar, no tarda en llegar su hermano, cuando lo vi por primera vez me enamoré, pero no fue un amor correspondido, él está esperando a su mate para darle todo ese amor que tiene, será afortunada la chica.

Tadeo - ¿Ara como estas?

Ara bien – bien gracias

Gabi – hermano puedes llevar  Ara a su casa a buscar unas cosas, ella es la guardiana de Eduardo.

Tadeo – claro que sí, gracias Ara por salvar a mi hermana.

Ara – no tienes que agradecer, para eso estoy.

Ya sirven la comida, nos ponemos a comer, bueno yo no comí sino traje tenía mucha hambre, una semana sin comer, comí hasta no poder más.

Levanto los platos y le ayudo a la mucha de servicio al lavar los platos, al terminar salgo de la casa con Tadeo y me subo a su carro.

(…….)

Estoy de regreso en la nada del idiota, Tadeo me ayuda a bajar las cosas.

Ara – gracias Tadeo (le doy un abrazo, pero una voz interrumpe ese momento)

Eduardo - ¿Dónde andabas?, yo no te di permiso (miro a Eduardo furioso, con los puños apretados)

Ara – ya te dije que no eres mi dueño

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