Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 16

No puedo moverme. Juro que no puedo y aunque pudiera no sé qué haría. Sé que tengo dos opciones.

La primera es correr hacia los brazos de Tony donde sé que me va a recibir.

La otra opción es correr en la dirección contraria y dar una buena excusa después.

Menos mal que no puedo moverme porque creo que elegiría la segunda opción más que la primera.

Tony me mira con una sonrisa y unos ojos enormes. Creo que no nota lo nerviosa, aterrada y paralizada que estoy. En cambio, Bren sabe cómo me estoy sintiendo ahora porque me mira preocupado. Se supone que no puedo recibir emociones fuertes y aquí viene Tony y aparece de sorpresa. Claro que no es su culpa, él no sabe nada.

-Vamos a saludar a Tony, Cassie- me dice Bren tomándome del brazo y animándome a caminar.

Ya perdí la cuenta de cuantas veces Bren me ha salvado. Creo que le debo un mundo entero por todo lo que ha hecho por mí.

Animada por Bren, comienzo a caminar. No muy rápido porque todavía estoy pensando en cómo reaccionar con Tony.

¿Debería decirle ahora? No, tengo que preparar el momento y que sea a solas. Por más que me gustaría que Bren estuviera conmigo en ese momento, sé que no debe ser así.

Esto ya es entre Tony y yo.

- ¡Cassie! - grita de emoción Tony apenas llegamos a su lado.

Intento esconder un poco mi estómago mientras me abraza, pero lo hace tan fuerte que sé que va a sentir un pequeño bulto en ese lugar.

Vamos, tengo quince años, ¿quién va a pensar que estoy embarazada? Lo primero que va a pensar es que engordé un poco y conociendo la mente bastante inocente de Tony, va a pensar eso.

-No sabes lo mucho que te extrañe, Cass- me dice al oído mientras me sigue abrazando y yo lo abrazo con la misma fuerza.

-También yo, idiota- le digo casi llorando- No sabes lo mucho que te estoy odiando por irte.

Si, por muchas razones que él aun no conoce.

Tony se separa de mí, pero me doy cuenta de que en verdad no quiere hacerlo. Mira a Bren y ambos tienen una sonrisa en la cara. A pesar de todo, siempre fuimos buenos amigos... los tres. Solo espero que eso no se haya arruinado aun con todo lo que ha pasado y está pasando.

Bren y Tony se dan un abrazo golpeándose lo suficiente en su espalda como para que yo piense que son unos brutos, pero los hombres son así.

- ¿Te divertiste en tu campamento de chicos, Knight? - le pregunta Bren con diversión

-Servicio militar, Coleman- le dice Tony con una sonrisa en la cara- Escuché que tu hermanita ya nació, ¿cómo está ella y tu mamá?

-Eliana es la bebé más linda y lo único que pienso es que tendré que andar con una escopeta en mano cuando los chicos comiencen a ir tras ella.

Tony y yo reímos porque Bren lo dice de una forma tan graciosa y con una expresión en la cara entre asustado y enojado.

Bren, de los tres, siempre es el que nos hizo reír a pesar de todo y me encanta eso de él.

-No es que no me alegre de verte aquí- me apresuro a aclarar antes de que lo que voy a decir se tome de mala manera- pero ¿qué haces aquí, Tony? Pensé que el servicio duraba un par de meses más...

-No he terminado el servicio, solo junté un par de días de descanso que tenía y vine aquí a verlos a todos- dice y se acerca a mí para abrazarme por los hombros- Los extrañaba mucho.

Mis esperanzas, que no sabía que tenía, se van bien al fondo. Se hundieron y Tony se encargó de poner un poco de tierra sobre ellas. No viene a quedarse para siempre, sino que solo unos días.

¿Así vale la pena contarle lo del bebé?

Parece que Bren nota mi repentino cambio de ánimo por lo que me da una sonrisa a modo de ánimo, pero ni las sonrisas de Bren podrían animarme ahora.

- ¿Y cuánto tiempo te quedas? - le pregunta Bren a Tony.

-Solo una semana- responde él haciendo una mueca con sus labios que hacen que me derrita un poco- Tengo que llegar allá el viernes en la noche.

Asiento con la cabeza, pero en estos momentos lo único que quiero es irme a casa, acostarme en la cama, llorar y después pensar si es que debería decirle a Tony lo del embarazo.

Miro a Bren para que me ayude. Ya no sé qué hacer ni que decir y eso que yo no soy de las chicas que se quedan sin palabras. Al menos Tony está lo suficientemente emocionado por vernos para no notar nuestra actitud tan rara.

-Mamá va a hacer una cena especial porque vine de visita, ¿quieren venir?

-Oh, yo no puedo, tengo que ayudar a mamá a cuidar a los demonios mientras ella cuida a la princesa- dice Bren y sé que es mentira porque iba a pasar el resto del día conmigo- Pero sé que Cassie no iba a hacer nada ahora y podrían conversar- el maldito hace énfasis en la parte de "conversar" y yo solo quiero golpearlo por dejarme sola con Tony.

-Claro, te comprendo- le dice Tony mientras se estrechan la mano de forma amistosa- ¿Nos vemos otro día?

-Sin duda alguna- responde Bren mientras me mira.

Estoy detrás de Tony porque se está despidiendo de Bren con un abrazo. Menos mal porque así no me mira mientras yo le muestro el dedo medio a mi querido Brennan. Él me mira con su hermosa y ahora molesta sonrisa.

-Te odio- muevo mis labios.

-Me amas- me responde él sin hablar, solo moviendo sus labios como lo había hecho yo.

Tony y Bren se separan y el último se va en dirección a su casa. Lo miro y deseo que se quede un poco más con nosotros, pero sé que hizo eso exactamente porque quiere que Tony y yo estemos solos y hablemos.

Por una parte, me siento extraña. Hace un par de meses nos dijimos que nos gustábamos y nos besamos. Sé que no pudo pasar nada entre nosotros, pero no pensé que ese sentimiento desapareciera tan pronto como para que él quiera que esté a solas con Tony. También puede que esté malinterpretando las cosas y Bren solo quiera a ayudarme a decirle a Tony.

No lo sé, mi cabeza da vueltas.

- ¿Cassie? - escucho la voz de Tony, pero a lo lejos siendo que está tan cerca- ¿Estás bien?

-No lo sé- respondo, me siento mareada- Creo que necesito sentarme un poco.

-Claro, te ayudo.

Con la ayuda de Tony, me siento en la acerca de mi casa. Me preocupo por mi bebé, pero me siento mejor cuando me doy cuenta de que no siento puntadas en mi estómago, es solo un simple mareo.