Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 32

- ¿Puedes decirme por qué me pareció esto una buena idea en algún momento? - me dice Mack apenas llegamos a la casa de playa por la que estaremos hasta pasado mañana.

Mack y Robbie han estado peleando como unos locos desde que nos subimos al auto de Bren y no han parado en todo el camino. Al principio con Bren nos reíamos, pero después ya estábamos aburridos y yo estaba a punto de golpear a ambos.

Aun así, se nota que tienen una química especial que ninguno de los dos es capaz de negar, pero se hirieron mucho en el pasado y ambos son muy tercos como para dejar el pasado atrás y aceptar que aún tienen sentimientos el uno por el otro.

-Pensabas en que podrían volver a estar juntos y ser nuevamente cuñadas- digo entre risas y ella me mira mal- Esta bien, no te molestaré.

-Tu hermano es un idiota, pero no más que el mío.

- ¿Aun nada de Tony? - pregunto mientras veo como los chicos entran a la pequeña casa nuestros bolsos.

-No, y ya no quiero saber nada de él- dice Mack mirando hacia al mar. Estamos muy cerca de él- El modo en que rechazó hablar con mamá... Eso no se hace, Cassie.

-Lo sé, pero también tienes que entender que está pasando por muchas cosas...

-Eso no es excusa para negarle el saludo a tu madre- dice Mack con el ceño fruncido- No lo defiendas, Cass.

-Tengo que hacerlo- le digo mirando el mar junto con ella- Él está así por mí culpa.

-Me niego a creer que el hermano que conozco y con el que crecí toda mi vida se puso así solo porque supo que iba a ser padre.

No digo nada porque no estoy de acuerdo con ella y lo que menos quiero ahora es discutir. Yo creo que Tony está pasando por una etapa. Quiere pensar y analizar las cosas y para eso necesita estar solo. Lo entiendo ahora, pero me gustaría que no fuera así.

Luego de unos momentos, Robbie y Bren salen de la casa y se acercan a nosotras. Ahora los cuatro estamos mirando el mar un treinta y uno de diciembre a las once de la mañana.

-Creo que no veía el mar desde hace mucho tiempo- dice Robbie estando al lado de Mack.

-Desde las vacaciones de hace cinco años- le digo y él asiente- Cuando mamá aun intentaba hacer algo con nosotros.

Bren, que está a mi lado, toma mi mano y la aprieta. Siento que las lágrimas quieren salir de mis ojos, pero no dejo que lo hagan. No voy a llorar por una señora que ni siquiera me quiere en su vida.

- ¿Me acompañas a ordenar un poco, Kenzie? - le dice Robbie a Mack.

-Solo si dejas de llamarme así- le dice ella rodando los ojos.

-Te encantaba que te llamara así.

Ambos caminan hacia la casa y con Bren nos los quedamos mirando y escuchando sus peleas sin sentido.

-Tú mismo lo dijiste, me encantaban, tiempo pasado.

-Hace dos años- dice Robbie y parece un poco exasperado.

-Unos hermosos y grandiosos dos años- dice Mack y luego los pierdo de vista porque entran a la casa, pero puedo asegurar que siguen peleando allí dentro.

Cuando los chicos desaparecen, Bren me mira con una sonrisa ladeada y yo no puedo evitar sonrojarme. Camina hasta estar frente a mí y después pone sus manos en mi cintura como abrazándome.

Siento un cosquilleo en el estómago, pero es difícil decir qué significa más allá de que me encanta Bren y estar así con él.

-Tenemos que tener cuidado, los chicos no saben nada de nosotros- le digo a Bren y él solo me sonríe.

- ¿Eso qué importa? Te puedo apostar a que lo intuyen.

-Intuir es distinto a saber.

-Arriésgate un poco, Cass- me dice Bren acercándose cada vez más a mí- Un poco de emoción no te hará daño.

-Créeme que ya he sentido mucha emoción por una vida entera.

Bren me mira con cara de suficiencia y junta sus labios con los míos con sorpresa. De verdad que no me lo esperaba y eso que ahora estamos "juntos", si es que se pueda decir eso. Somos reservados y es que no quiero que la gente piense mal de mí o de él porque estoy embarazada de otro chico.

Los labios de Bren saben a miel y puede ser porque en un momento del camino hacia acá paramos en un negocio y él se compró un dulce de miel y yo un poco de chocolate. Puede que muchas personas piensen que la miel y el chocolate no se mezclan bien, pero no saben lo rico que es cuando se mezclan de esta manera.

Rodeo lo más que puedo a Bren con mis brazos y lo atraigo hacia mí. Buena parte de mi vida me he estado imaginando momentos como este. Digo, Bren ha sido mi amor platónico de hace años y ¿quién no fantasea con su amor platónico? Ahora las cosas se han vuelto realidad, pero yo estoy embarazada.

Las manos de Bren intentan bajar un poco más hacia mi trasero, pero se detiene antes de llegar y nos separamos. Ambos estamos sonrojados porque creo que el beso estaba tornándose un poco más pasional de lo que pensamos.

-Lo siento- me dice Bren y yo le sonrío para que sepa que todo está bien.

- ¿Por qué te detuviste? - pregunto más por curiosidad que por otra cosa.

Bren me mira fijamente con esos ojos color miel que tiene que son hermosos para luego mostrarme una media sonrisa.

-Todo a su tiempo, linda Cassie. - dice para luego alejarse un poco más de mí.

Trato de decirle algo, pero justo en ese momento veo que sale Mack de la casa roja como un tómate casi corriendo hacia nosotros.

Entro en pánico. ¿Nos habrá visto? ¿Estará molesta? No creo que debería, pero sigo estando embarazada de su hermano y eso puede ser un poco confuso.

-Bren, ve a ayudar a Rob- le dice Mack de manera autoritaria.

- ¿No estabas tú ayudándolo? - pregunta Bren divertido por la situación.

- ¡Ahora, Brennan! A menos que quieras que compre ají líquido y lo vierta en tu ropa interior.

-Tienes una mente malvada, Mackenzie.

-Si y a menos que quieras que la utilice contra ti, ve a ayudar a Rob.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pequeño caos (COMPLETO)