Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 34

Según los pronósticos, Matheo debería estar naciendo a mediados de febrero, así que aquí estoy en clases después de las festividades, muerta de frío mientras escucho el hermoso sonido del timbre de la escuela que dice que la clase se ha terminado y es hora de ir a almorzar.

Muchos me han dicho, especialmente Bren, que a mis ocho meses de embarazo debería estar descansando en casa en vez de estar aquí más cansada que nunca mientras estudio. La cosa es que quiero estar en clases el mayor tiempo que Theo me permita y después seguiré al año escolar haciendo una gran prueba de cada materia sobre lo que me faltó ver. Al menos mi instituto y mis profesores han sido bastante compresivos al respecto y prometieron enviarme los contenidos de mis pruebas apenas nazca Matheo.

Tomo mis cosas y las arreglo. Me es un poco difícil salir de mi asiento por mi enorme estómago y estoy tan cansada que creo que me gustaría quedarme aquí y dormir durante el almuerzo. Son estos días así los que me hacen pensar que Bren tiene razón y que yo debería quedarme en casa descansando. Total, usaría este tiempo estudiando o trabajando con Phil.

Si, lo estoy considerando. De verdad quería estar el mayor tiempo posible en clases, pero ahora me siento tan incómoda que preferiría estar en mi casa.

Salgo de la sala y me encuentro a Mack que me sonríe con cariño. Me abrazo a mi mejor amiga y hasta siento ganas de llorar. Estoy siento toda una llorona y solo es por las hormonas y que estoy incómoda.

-Mierda, Cass. ¿Estás llorando?

-No jodas, Mack. No sabes lo que es tener a tu sobrino de ocho meses de gestación en mi estómago. Se mueve mucho durante clases y esta tan grande que golpea mis costillas.

-Uy, que humor- dice ella entre risas.

Le doy una mala mirada a mi amiga y pienso en decirle algo más desagradable aun, pero mi celular comienza a sonar y lo tomo entre mis manos. Veo el identificador de personas y noto que es un número desconocido.

Miro extrañada. Nadie suele llamarme muy seguido y mucho menos alguien a quien no tengo grabado en mis contactos. ¿Será mamá?

No, ella me odia con todo su ser.

-Hey, Mack- llamo a mi amiga y le muestro el teléfono- ¿conoces ese número?

Mack lo mira atenta unos segundos y frunce el ceño.

-Creo que lo conozco, pero no sé de dónde.

Me encojo de hombros y contesto la llamada. Sea quien sea parece que está desesperado por hablar porque me demoré mucho en contestar y aun así no cortó.

Escucho mucho ruido de fondo, como si hubiera gente trabajando o hablando cosas sumamente importantes alrededor.

- ¿Diga? - hablo, no muy confiada, al teléfono.

-Cassie- escucho una voz conocida al otro lado de la línea.

No sé si es que Mack me conoce muy bien o tenemos un tipo de conexión de mejores amigas, pero ella sabe exactamente quien es al teléfono con solo dar una pequeña mirada a la expresión en mi cara.

-No- dice ella molesta- No me digas que el imbécil se atrevió a llamarte.

-Tony- digo al teléfono, usando el mismo tono de voz formal que él usó para decir mi nombre- Pensé que no te dejaban llamar a otras personas que no fuera tu familia.

-Hi...Hicieron una excepción- titubea y eso me confunde. Él no es de los que titubean- ¿Mack está ahí?

-Si, tu hermana está aquí.

-Estoy aquí, bastardo sin corazón, pero no quiero hablar contigo así que vete a la mierda- dice ella dejándome más que sorprendida por todas las malas palabras que usó y como trató a su hermano.

Tony antes era la figura a seguir de Mack y por eso solía respetarlo mucho. Tal y como si fuera su padre, pero ahora todo ha cambiado.

-Mack, ve a almorzar. Ya los alcanzo a Bren y a ti.

-Está bien- dice ella muy molesta, pero sé que no es conmigo- pero si te veo llorar o molesto juro que le sacaré las bolas a mi hermano y las colgaré en la asta de la bandera de su amado regimiento militar.

No digo nada y es porque Mack sale casi corriendo en dirección al comedor, más que furiosa.

Si, una Mack enojada es algo divertido de ver. Incluso para mí lo fue y eso que me asustó un poco.

-Ahora ya se fue- le digo a Tony, casi olvidando que estaba al teléfono.

-Ella me odia- me dice y yo casi quiero reír de manera sarcástica, pero no quiero ser desagradable.

-Tiene motivos- le digo y él suspira- Has hecho sufrir a tu mamá, Tony. Entiendo que no quieras hablar conmigo, pero es tu mamá.

-Te llamaba para pedirte algo- dice él cambiando totalmente de tema- ¿podrías venir aquí?

Abro los ojos con sorpresa. Bien, eso no me lo esperaba. Su llamada en sí no me lo esperaba, pero esto ya es demasiado.

- ¿Ir para allá? - pregunto y él afirma- ¿No que no dejan hacer visitas?

-Hicieron una excepción.

-Debes ser muy querido y respetado allí. Hacen muchas excepciones por ti.

-Solo dime si vendrás- dice algo molesto.

¿Él molesto? Yo debería ser la que está muy molesta con él.

¿Será una buena idea ir con él? No se ha comportado muy bien últimamente, pero es el papá de Matheo y seguramente quiere saber de él y no perderse más tiempo con él dentro de mi estómago.

Todos merecemos una segunda oportunidad. A menos que seas un idiota golpeador, violador o asesino. Esos no merecen una segunda oportunidad.

- ¿Cuándo me quieres allí? - pregunto ya con dolor de cabeza.

- ¿Puedes este sábado hasta el domingo en la tarde?

-Supongo que si- digo pensando en los gastos que esto atraerá- Usaré el dinero que me diste para comprar el pasaje.

-No es necesario, te lo haré llegar por correo- dice y todo se siente tan frío y formal. No me gusta para nada- Tengo que irme. Gracias por aceptar, Cass. Nos vemos el sábado.

-Espera, Tony...- trato de detenerlo, pero él ya ha cortado- Parece que vamos a ver a papá, Theo- susurro para mí misma.

Si, creo que iremos a ver a Tony y veremos qué es lo que le pasa.

...

El sábado a eso de las doce del día estamos llegando al regimiento militar y por estamos digo que Mack y yo vinimos aquí. Ni a Bren ni a Mack les gustaba la idea de yo viniendo aquí sola estando de ocho meses de embarazo y por supuesto que no iba a traer a Bren porque lo que menos necesito ahora es tener a Tony y Bren peleando.

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