Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 35

POV TONY

Soy una escoria, como no para de repetirme Mackenzie mientras estamos esperando en la sala de espera del hospital. Acabamos de llegar, bueno, yo acabo de llegar. Mack ya estaba aquí porque ella se vino en la ambulancia con Cassie.

Aun no puedo creer lo que pasó. Todo pasó como en cámara lenta. Juro que intenté atraparla, lo juro por lo más profundo de mi ser que lo intenté. Estuve a punto de atraparla mientras se caía. Incluso casi me caigo junto a ella, pero todo pasó de una manera tan extraña que no pude. Simplemente no pude hacer nada por protegerla a ella y a su bebé.

¿Aun quieren que esté en su vida y en la del niño? Soy como una de esas personas que joden la vida de los otros con solo estar presente en ella. Ni siquiera había pensado en decirle que diéramos en adopción al niño. Ese fue mi miedo hablando y fue mi miedo el que me hizo actuar de la manera en la que lo he estado asiento.

Pues ahora estoy más muerto de miedo que nunca... y más determinado a salir de la vida de Cassie. No por mí, sino que por ella. Al menos eso es lo que me estoy diciendo a mí mismo.

Mack a mi lado me ignora monumentalmente. Creo que ella de verdad está odiándome y eso me duele un poco. Al final del día, es mi hermana y no me gusta que me mire de la manera en la que lo está haciendo, pero entiendo que ella está del lado de Cassie y la entiendo. Nadie en su sano juicio estaría de mi lado. Nadie entiende que simplemente no quiero ser padre de ese niño y que solo soy capaz de cagarla en grande cuando hago alguna cosa. Si, ese soy yo. Tony el que arruina su vida.

- ¿Cómo crees que esté ella? - pregunto a Mack, tratando de aliviar un poco mi ansiedad.

-Solo te importa ella, ¿verdad? - me dice y yo me sonrojo, sé a qué se refiere- Ni siquiera te importa Matheo.

-Claro que me importa- le digo y no estoy mintiendo.

Ella rueda los ojos y vuelve a su muy buena tarea de ignorarme. Parece estar más ansiosa que yo y es que ella está muerta de preocupación. Mack ha tenido muy pocas cosas por las cuales preocuparse a lo largo de su vida y parece que está es una de ellas.

Sé que todos piensan que no me importa ese niño, pero si me importa. No lo veo como a mi hijo, pero me importa porque me importa Cassie. Me da lástima que un niño tenga a alguien como yo por padre y que se espere tanto de mí, pero él merece algo mejor que yo. Definitivamente él merece algo mejor que yo, pero Cassie es perfecta para él. Es la madre preocupada que cualquier niño debería tener.

Aquí el problema soy yo. Yo no estoy a la altura de la situación. Yo soy el que tiene la mente en otro lado y que desearía que su realidad fuera otra. Soy el que no quisiera estar en el hospital en este mundo y quien desearía haberle dicho por teléfono a Cassie todo lo que tenía para decirle. Así ella y su hijo estarían sanos y a salvo en su casa.

Veo que lágrimas caen por las mejillas de mi hermana y un nudo se forma en mi garganta. Es imposible no querer a Mack. Es mi hermana y la he cuidado desde que tengo memoria. Puede que me haya portado mal con ella, pero la amo y me duele verla sufrir de esta manera.

-Hey, tranquila. Ellos van a estar bien, Mackie- le digo ganándome una mala mirada de su parte- No me mires así. Lo estoy intentando.

-Es solo que tu forma de intentarlo es tan mediocre, Tony- me dice ella completamente seria. Pocas veces la había visto así- Ellos deberían ser lo más importante en tu vida ahora y todo lo que haces es alejarla y alejarte de todos.

-Mack...

-No, déjame terminar- me interrumpe ella y yo asiento- Siempre te he admirado, pero vamos. Te has estado comportando como un imbécil. Y lo que me da más rabia es que aún hay una parte de mí, esa niña de diez años que estaba en los brazos de su hermano llorando porque se había roto su muñeca favorita, que cree que su hermano va a recapacitar. Todavía hay una parte de mí que tiene fe en ti y solo quiero saber si tengo que ahogar esa esperanza o dejarla florecer y hablar bien de ti con mi mejor amiga.

Después de ese discurso no sé qué decir. Tengo unas ganas enormes de acercar a Mack hasta mí, pero sé que lo que voy a decirle ahora va a hacer que me odie aún más.

-Eso solo que no puedo hacerlo- le digo con la voz ahogada- Y ambos sabemos que la vida de Cassie y el niño va a hacer mejor sin mí en ella.

-Matheo- me corrige Mack como lo hizo Cassie antes de caer por las escaleras- Y si, tienes razón. Además, Cassie es fuerte y puede criar a su bebé sola.

-Ella no está sola.

-Tienes razón. Ella me tiene a mí y tiene a Bren. Entre los tres podremos criar a Matheo muy bien sin tu querida ayuda.

Nos quedamos en silencio mientras esperamos a que un doctor venga a hablar con nosotros. Mack vuelve a ignorarme y yo me levanto para ir a buscarle algo para comer. Lo que menos quiero es que se desmaye cuando Cassie la necesita y está un poco pálida, más de lo que mi hermana suele ser y eso ya es bastante.

Voy a una máquina expendedora y saco dos barras de cereal bañadas en chocolate. Recuerdo que Mack es una adicta a estas cosas o al menos lo fue un tiempo antes de que me fuera. Me sorprendo a mí mismo no sabiendo qué es lo que le gusta a mi hermana ahora siendo que antes la conocía mejor que ella misma.

Voy de vuelta con Mack y recibe la barra de cereal con un simple y frío "gracias". Ambos comemos nuestra barra mientras vemos que una enfermera sale de una de las salas y se dirige a nosotros. Mack, al verla, se levanta de un salto y yo la sigo parándome a su lado.

- ¿Ustedes venían acompañando a Acacia Baker? - nos pregunta la joven enfermera y ambos asentimos.

- ¿Cómo está ella? - pregunta Mack, muy ansiosa y nerviosa a mi lado- ¿Y el bebé?

-Justo ahora se le está practicando una cesaría de emergencia- dice la enfermera y escucho como Mack ahoga un pequeño grito- Por ahora, no sabemos mucho más sobre el estado de Acacia porque lo primordial es sacar al bebé de su interior porque el latido de su corazón no estaba muy regular.

- ¿Nos avisarán cuando Matheo nazca? - pregunta Mack mientras yo soy incapaz de hablar- ¿Nos darán noticias apenas sepan algo?