Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 4

Dos meses después

Hace un calor horrible. Juro que deben hacer unos treinta y cinco grados y más encima estoy al sol. Todo por culpa de Bren que me ha pedido que lo ayude a cuidar a sus hermanos pequeños. Bueno, técnicamente son sus medios hermanos porque son los hijos de su madre con su nuevo esposo.

Antes, cuando éramos unos niños, el no tener un papá presente en nuestras vidas nos unió a Tony, Bren y a mí. Yo era diferente a los dos porque mi padre no había muerto, simplemente nos había abandonado. Nos llevábamos muy bien los tres, pero después la mamá de Bren se volvió a casar y comenzó a vivir una vida normal y un nuevo papá, mientras que Tony y yo crecimos con ese vacío.

Nunca me dio envidia lo de Bren. Estaba feliz por él, aunque nos alejamos.

Seguimos siendo amigos y últimamente estamos más cercanos que nunca. Ninguno de los dos fue a un lugar exótico de vacaciones como el resto de nuestros compañeros así que pasamos nuestras tardes poniendo un vaso al lado de la calle mientras tratamos de encestar con pelotas de ping pon estando al otro lado de la calle. Todo por cuidar que los hermanitos de Bren no sean atropellados mientras juegan con una pelota de fútbol.

No entiendo a los padres de Bren. Estamos en los suburbios. Apenas si pasa un auto cada una hora y puede que menos tomando en cuenta que estamos de vacaciones y casi todos nuestros vecinos deben estar en alguna playa o país extraño.

Bren me da una de las pelotas de ping pon e intento encestarla en el vaso, pero es demasiado difícil y termina como dos metros a la derecha del vaso.

-Doy asco en esto- le digo a Bren con el ceño fruncido.

-Si, estoy de acuerdo con eso- me responde entre risas.

-Pues inténtalo tú.

Con su típica mirada arrogante, y sin dificultad, encesta la pelota de ping pon en el vaso para después mostrarse aún más arrogante.

Maldito, me ha ganado todo el día en este juego improvisado.

- ¿Cómo tienes tan buena puntería? - le pregunto mientras voy a buscar la pelota de ping pon al vaso.

-Soy hombre, Cassie- me dice mientras ríe- Tengo que tener buena puntería.

-Eres asqueroso, Bren.

-Y además tengo mucha experiencia.

-Asqueroso y mujeriego- digo con una sonrisa fingida en la cara- Una de las peores combinaciones posibles en un hombre.

Bren me sonríe con satisfacción cuando vuelve a encestar. Yo ruedo los ojos y lo miro hacerlo una y otra vez.

Debo admitir que la obsesión que sentía por Bren hace unos meses ha ido disminuyendo. No es que haya dejado de encontrarlo atractivo, simpático y buen tipo, en general, solo ya no me siento tan atraída por él. Lo que no significa que ya no me guste. Aun me dan las abejas asesinas en el estómago cuando hace ciertas cosas.

Creo que algo debe ir mal en mí, pero eso ya no es un problema.

Se nos acerca el hermano menor de Bren, Daniel, que debe tener unos dos años acompañado de la mamá de los chicos que tiene un lindo vientre de embarazo.

-Hijo, te traje unos sándwiches de jamón para que los compartas con Cassie- dice la mamá de Bren.

-Gracias, mamá- dice Bren y yo le doy una sonrisa de agradecimiento.

Se me acerca Daniel porque parece muy interesado en mi cabello rubio. Lo aprieta con sus manitos, pero sin hacerme daño. Le doy un pequeño beso en la mejilla regordeta que tiene y luego hace lo mismo con su hermano mayor.

-Vamos, Dany- le dice Bren- Ve adentro con mamá.

Nos despedimos de ellos con una sonrisa mientras que veo que Bren le lanza un beso a su hermanito menor.

-Eres adorable, Coleman- le digo entre risas

- ¿Qué puedo decir? Mi familia me ha llenado de bebés y en dos meses más nace la niña que tanto ha esperado mamá.

- ¿Cómo la llamarán?

-Eliana- responde Bren con orgullo- Yo la nombre.

Río. Los hermanos de Bren son adorables. El mayor es Bren, seguido de Aaron que tiene cinco, después viene Colton de cuatro, Daniel de dos y ahora va a nacer Eliana.

Me hubiera gustado tener un hermano menor.

Tomo el sándwich que nos trajo la mamá de Bren. El olor a jamón llega a mí y de repente ya no me parece tan apetitoso como antes.

- ¿Pasa algo? - pregunta Bren con comida en la boca

-No, solo no me sentí bien de pronto- respondo alejando el jamón de mí.

Como si estuviera esperando para salvarme, veo que se acerca Mack con una cara de preocupación en la cara, una bolsa de farmacia en una mano y una botella de tres litros vacía en la otra.

-Herpes, tengo que robarte a Cassie- dice Mack tomando mi mano

-Claro, tú pareces necesitarla más- responde Bren entre risas

Mack hace que nos alejemos de Bren un poco antes de hablar. Estamos casi en la entrada de mi casa.

- ¿Qué pasa, Mack? - pregunto mirando las cosas que tiene en la mano- ¿Quieres hacer una bomba?

-Muy graciosa- responde nerviosa mientras me pasa la botella- ¿Tu hermano está en casa?

-Siempre está en casa- respondo rodando los ojos- Robbie no tiene amigos, es muy antisocial.

-Muy bien, tendremos que encerrarnos en tu habitación entonces.

Frunzo el ceño y trato de preguntarle otra cosa, pero Mack me arrastra hasta mi casa y casi corremos hasta mi habitación, ignorando que vimos a mi hermano en la entrada.

Llegando a mi habitación, que tiene un baño propio, Mack se adentra en él y sale con la botella de agua llena y comienza a beberla como una loca.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pequeño caos (COMPLETO)