Mi pequeño caos (COMPLETO) romance Capítulo 6

Es el día siguiente y parece que como ahora sé que tengo un invasor dentro de mí siento los síntomas, pero apenas me despierto siento unas ganas inmensas de vomitar. Me levanto de un salto de la cama y corro hacia el baño. Me siento en el suelo frente al WC y agarro como puedo mi cabello mientras vomito todo lo que comí anoche con Robbie.

Pienso que alguien debería estar tomando mi cabello mientras yo vomito como si no hubiera mañana. Eso es lo que he visto en las películas, pero yo no tengo a nadie porque nadie sabe que estoy embarazada.

Estoy sola en esto y pensar en eso realmente me deprime un montón.

Después de estar unos minutos vomitando, parece que el invasor no tiene nada más que tirar afuera así que las ganas de vomitar se detienen. Me levanto y comienzo a lavar mis dientes. Solo espero que estos malestares no duren mucho porque juro que no voy a resistir mucho más así. Odio con mi vida vomitar, es asqueroso y detesto la sensación que queda después de hacerlo.

Cuando salgo del baño, escucho gritos que vienen desde la cocina. Intento escuchar mejor, pero solo puedo saber que es mamá discutiendo con Robbie. Me sorprendo porque eso no pasa muy seguido. Robbie es el niño amado y preciado de mamá. Casi nunca le discute algo y además mi hermano es muy tonto y le hace caso en todo a lo que dice mamá, pero cuando digo en todo, es todo.

Me acuesto en mi cama con la intención de seguir durmiendo. Lo que menos quiero es drama en este momento. Además, tengo sueño. No pude dormir muy bien anoche. ¿Quién hubiera podido hacerlo sabiendo lo que sé yo ahora? Me pasé casi toda la noche investigando un poco de lo voy a sufrir con este invasor.

Escucho como pasos enojados se acercan a mi habitación. Robbie abre la puerta y la cierra con un portazo que me deja sorda. Siento el auto de mamá que seguramente se va al trabajo.

- ¿Cómo la soportas? - me pregunta Robbie quien parece bastante molesto.

-Creo que yo te pregunté lo mismo una infinidad de veces mientras crecíamos- le respondo con una risa.

-Si, pero ahora te entiendo un poco más, Cassie- dice y se acuesta a mi lado.

Robbie y yo somos lo suficientemente cercanos como para que podamos dormir en la misma cama sin problemas. Es mi hermano mayor y lo amo. Siempre me ha cuidado.

Como lo extraño. Siempre me hace entrar en razón y actuar un poco menos alocado. Puede que si no fuera a la universidad tan lejos y estuviera más por casa no estaría en la situación en la que estoy.

Me acurruco al lado de mi hermano mientras me acaricia la cabeza. Es genial tener a un hermano mayor. Puede que no sea tan cariñoso normalmente, pero cuando lo es, es lo mejor del mundo.

-Mamá quiere que vuelva a casa- me dice Robbie con voz triste-Que me transfiera a una universidad local.

Me quedo mirando a mi hermano con ojos esperanzadores. Todo sería mucho más fácil si él volviera a casa, pero noto en sus ojos que eso no es lo que quiere. Mi hermano es feliz donde está y lo que está estudiando... Kinesiología.

-Eso no es lo que tú quieres- le digo y él niega con la cabeza- Entonces que te importe una mierda lo que mamá dice y quédate donde estás.

-Es mucho más fácil decirlo que hacerlo.

-No, es más fácil de lo que crees- replico- Mírame a mí, lo he hecho por mucho tiempo.

-Y eso solo te ha causado problemas.

-Al menos he hecho lo que quiero- le digo de forma convincente- Además, tienes diecinueve años. Eres mayor de edad.

Robbie parece pensar las cosas, pero conozco a mi hermano. Terminará haciendo lo que él quiere porque después de lo que pasó con Mack, aprendió la lección.

Comienzo a quedarme dormida en los brazos de mi hermano. También siento como él se va quedando dormido. Así que, Robbie y yo dormimos en mi cama. A su lado me siento protegida, porque sé que él no dejaría que nada malo me pasara.

Así es él y así son los hermanos mayores en general.

Despierto nuevamente, pero esta vez sin las ganas de vomitar. Al menos parece que no soy de esas chicas que vomitan cada cinco segundos. Aunque leí que los vómitos son del segundo trimestre así que ahí sí que se van a volver odiosos.

Mi hermano ya no está a mi lado así que supongo que debe estar abajo cocinando algo para el almuerzo porque es demasiado tarde ya para el desayuno.

Pienso en que es muy buena idea quedarme en mi cama todo el día y aprovecharme del Robbie cariñoso para que me traiga la comida a mi cama y poder comer aquí.

Si, a veces hay que aprovecharse del hermano mayor.

Miro mi celular para ver si hay mensajes. No lo reviso desde anoche, pero aun así solo tengo dos mensajes.

El primero es de Mack.

"Tu hermano es un idiota, me comenzó a hablar de nuevo y es la persona más tierna y adorable del mundo. Me encanta ese imbécil."

Río, pero no le respondo. A veces la bipolaridad de pensamientos de Mack hace que me dé dolor de cabeza. Aun así, la amo.

El segundo mensaje es de Bren. Mi corazón aún se acelera cada vez que veo un mensaje de él. ¿Qué más puedo hacer? Soy una adolescente embarazada, con muchas hormonas que se muere por el chico lindo, rudo y mujeriego de su instituto.

"¡Cassie linda! Te tengo una propuesta. Helado en el centro a las cuatro. ¿Te apuntas? Solo nosotros dos. Puedo librarme de los enanos un rato"

Mi corazón vuelve a acelerarse cuando lee el mensaje. Quiere pasar su tiempo libre conmigo ¡y me dijo linda!

Sé que quería quedarme en cama todo el día, pero es Bren y yo soy una chica patética.

"¡Claro! Me vienes a buscar a las cuatro."

Quiero gritar cuando la respuesta de él llega casi un segundo después.

"A las cuatro estoy allá."

Me levanto de la cama de un salto, pero ahora de felicidad. Puede que sean mis últimos momentos de inmadurez que pueda tener y quiero vivirlos al máximo. Puedo seguir delirando por Bren un tiempo más, al menos hasta que sepa de mi embarazo y ya no quiera saber nada más de mí porque eso creo que es lo que va a pasar.

Me doy una larga ducha en la que me quedo inspeccionando largo rato mi estómago, pero se ve igual que siempre. Soy algo delgada y eso no ha cambiado aún. Al menos si yo me noto igual que siempre la demás gente también lo hará. Solo tengo que comportarme con normalidad y todo va a salir bien.

Me visto con unos shorts de jean y una playera de tiras que no me esconde el estómago. Tengo que aprovechar mi figura mientras puedo.

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