Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 1134

A las 7 de la tarde, Flora llegó puntualmente al lugar de la cena.

Saludó cordialmente a varios inversores, que parecían muy familiarizados con estas ocasiones.

Después de tomar asiento, Flora tomó su copa de vino y dijo:

—Me gustaría proponer un brindis a todos ustedes, y desear por adelantado que nuestra película se venda bien en la taquilla.

Con eso, bebió de su vaso de una sola vez.

En medio de un coro de aplausos y ovaciones, sonó una voz:

—Recuerdo que esta película fue abordada por primera vez por Leila.

Flora miró al hombre que había hablado y, con una sonrisa no disminuida en su rostro, volvió a servirse un vaso de vino:

—Sr. Arévalo, una película como la nuestra con una gran inversión, debe haber muchas actrices compitiendo por ella, Leila también es bastante buena, la conozco desde hace muchos años y sus dotes interpretativas son buenas en todos los sentidos. Es que…

Flora levantó su copa.

—Sr. Arévalo, brindaré por usted de nuevo.

—Flora, he oído por el mundo exterior que tú y Leila no os lleváis muy bien, ¿verdad? Y es raro oírte elogiarla tanto —alguien dijo.

—No, conozco a Leila desde hace mucho tiempo, estamos bastante unidos, no es lo que dicen —Flora continuó, —No tiene mucha carrera después de lo que pasó hace tres años, sólo hace obras de teatro y se queda en casa con el niño…

En medio de su frase, Flora se tapó apresuradamente los labios, con los ojos ligeramente asustados, como si hubiera soltado el gato por liebre.

Inmediatamente, alguien captó el punto:

—¿Leila tiene un bebé?

Flora sonrió torpemente:

—Ya que el señor Barreto lo ha preguntado, me da vergüenza no decirlo, tiene un hijo, del que me enteré por casualidad, y espero que no digáis nada, me castigaré con tres copas.

Cuando Flora terminó de hablar, se hizo un breve silencio en la sala privada.

Es una sorpresa que la actriz soltera vaya a tener un bebé. Todavía no sabemos si Leila está casada o no.

Además, acaba de superar las secuelas del incidente de hace tres años.

Sus actuaciones teatrales han sido bien recibidas y habría sido el momento perfecto para que volviera a la palestra.

Pero con semejante problema potencial aquí, la evaluación del riesgo de Leila se elevaría un peldaño.

Los recursos que se destinarían a ella serían entonces cada vez menos.

Flora miró a la multitud con diferentes expresiones y supo que había conseguido su objetivo. Tras terminar sus tres copas de vino, se sentó, con las comisuras de la boca incapaces de dejar de levantarse.

Entre estas personas, no faltaban los grandes del cine y la televisión.

En cuanto se supiera que Leila había tenido un hijo, todo el círculo lo sabría en pocos días.

Leila tendría que seguir actuando el resto de su vida, sin volver a aparecer en la gran pantalla.

Flora ya está demasiado saturada de dramas y está presionando mucho por las películas. Y Leila es su mayor obstáculo en ese camino.

En cuanto Leila cayó, los recursos que iban a Leila, naturalmente, cayeron en ella.

Sin embargo, antes de que Flora pueda alegrarse, la puerta de la cabina se abre y la mujer que entra se cubre de lujo.