Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 33

Doria se congeló por completo, él lo sabía...

Édgar entrecerró sus ojos oscuros y bajó la voz. Cada palabra parecía estar envuelta en escarcha, muy fría, -Doria cuando querías casarte conmigo, usaste todos tus medios para casarte. Cuando querías divorciarte, hiciste todo lo posible para divorciarte. Mirando que soy engañado por ti una y otra vez, ¿sientes una sensación de logro?-

Doria bajó la cabeza, -Lo siento, nunca lo pensé así, solo…-

-Solo porque Abraham regresó. ¿Crees que podéis estar juntos de nuevo?-

-¿Cómo?-

Édgar cruzaron las delgadas piernas, y su expresión permaneció sin cambios, -Doria, lo imaginaste demasiado bien. ¿Crees que la familia Valerio aceptará que él se case con una mujer divorciada?-

Antes de que Doria reaccionara a su última pregunta, escuchó que él la estaba ofendiendo. Rió muy frío, -No entiendo muy bien lo que quieres decir. ¿Qué tiene de malo una mujer divorciada? ¿Las mujeres divorciadas deberían ser menospreciadas? ¿Por qué el hombre divorciado es tan caradura? Quiere estar con dos mujeres al mismo tiempo.-

Édgar, -…-

-Doria, ¿te atreves a decirme otra vez?-

Doria no sería tan estúpida que insistir en ofenderlo a él, parpadeó inocentemente, -Por supuesto, definitivamente no me refiero a ti, solo dije un ejemplo.-

Édgar frunció la comisura de la boca, como si estuviera reprimiendo su ira.

Doria volvió a decir, -¿Es esto lo que quieres preguntar?-

Édgar le preguntó, -¿Qué más quieres que te pregunte?-

-Ya me preguntaste. ¿Puedes irte? Tengo un poco de sueño.-

¿Por qué este hombre le hizo preguntas extrañas? Ya se habían divorciado desde hacía tanto tiempo, ¿aún quería ofenderla?

Era realmente inexplicable.

Después de que Doria terminó de hablar, ella estaba un poco miedosa por su mirada inexpresiva. Cuando estaba a punto de apartar la mirada, él se inclinó, le pellizcó la barbilla y le susurró una advertencia, -Doria, no pienses que seas muy inteligente. No me importaban las cosas que hiciste antes porque no tengo tiempo para esas cosas insignificantes. Si realmente quieres jugar conmigo y tratarme como un tonto, entonces inténtalo.-

Antes de que Doria pudiera responder, él la soltó con frialdad y se fue.

Doria volvió a tumbarse en la cama, preguntándose qué lo había ofendido otra vez.

Pero los 200 mil euros que le debían finalmente fueron pagados dentro del tiempo estipulado. Ella pudo estar más tranquila.

Doria tomó su móvil e hizo clic en el perfil de Édgar, y hizo clic en el botón de eliminar sin dudarlo.

Todos los agravios deberían haberse resuelto. Así que deberían olvidarlo todo.

Dejó el móvil, Doria se fue a dormir.

Al día siguiente, por la mañana, al abrir los ojos, ella vio queIsmael estaba leyendo un libro junto a la ventana.

Doria preguntó, -Ismael, ¿por qué estás aquí?-

Ismael volvió la cabeza y la miró, -Claudia me dijo que estabas enferma, vengo que cuidarte.-

-No es muy grave.- Doria se levantó, -¿No necesitas trabajar a tiempo parcial? Ve a trabajar. No hace falta que te quedes aquí para acompañarme.-

-Hoy estoy en el turno de la noche. Me iré cuando venga Claudia.-

Doria apretó las cejas, ella sabía queIsmael era muy obstinado. Por eso, no insistió en que él se fuera.

Ismael la llevó a lavarse en el baño, -Te esperaré afuera. Cuando termines, llámame.-

-Vale.-

Doria abrió el envase del cepillo de dientes y la pasta de dientes que Claudia había comprado ayer, pero cuando se miró en el espejo, descubrió que la comisura de la boca tenía una herida y tenía costras.

Ella se acordó de que cuando ella bebía el arroz congee, le dolía la comisura de la boca.

Pero después de pensarlo durante mucho tiempo, no sabía por qué tenía esta herida. Solo podía considerarla como un accidente.

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