Miserable Matrimonio (COMPLETO) romance Capítulo 13

—¿Marcus que te pasa? Te he notado distraído, esta noche mientras hacíamos el amor te mostrabas frio y distante, como si estuvieras en otro lugar. — dijo Emma recorriéndole el pecho desnudo —

Ni el mismo sabía qué le ocurría, nunca le había pasado estar con una mujer y pensar en otra, y mucho menos si esa mujer era su esposa. Desde que la vio en la bañera no había podido olvidar como frotaba la esponja contra su piel, luego estaban sus piernas, esas que se veían hermosas y sensuales, ¿Cómo se sentirían alrededor de su cadera mientras él se hundía en su interior y disfrutaba de sus gemidos?

¡Joder! Otra vez se ponía duro de solo imaginar la escena, la situación no podía seguir así, una cosa era desear a su esposa pero otra muy distinta era estar fantaseando todo el tiempo en cómo sería hacerla suya, y esa palabra sonaba muy posesiva para su gusto.

—No es nada… en realidad… — suspiró hondo antes de hablar — Liviana está aquí. – dijo tratando de olvidar las imágenes en su cabeza —

—¡Eso es bueno! Si ya está aquí podrás empezar con los papeles para la anulación. —Dijo Emma con notoria alegría, Marcus la miró y por primera vez no sintió nada, o quizás era la primera vez que se daba cuenta —

—Si claro. —Respondió sin ganas acomodándose en la cama para dormir — Mejor vamos a dormir, mañana tengo que hablar con el abogado, y además asistir al baile de los duques.

—Iremos juntos como siempre ¿verdad?- preguntó Emma, Marcus lo pensó, eso sería una humillación para su esposa— ¿No me digas que estás pensando en ir con ella?

—Es mi esposa aun, Emma, y sería muy mal visto que yo fuera al baile contigo y no con mi esposa. — respondió Marcus —

—Pero yo seré tu esposa Marcus, tienes que acostumbrar la sociedad a verme contigo ¿O es que acaso ya no piensas casarte conmigo? — decía Emma con intención de llorar y fingiendo tristeza — No puedo creer que solo hayas jugado conmigo, yo que me entregue a ti…

—Emma por favor, claro que me casaré contigo ¿Cómo puedes pensar algo así? Yo te amo. —La abrazó mientras ella lloraba, o eso creía Marcus—

—¿Irás conmigo mañana? — preguntó Emma aun con su cabeza metida en su cuello, Marcus no lo pensó y respondió—

—Claro, iré contigo. — En ese momento no pensó en las consecuencias que le traería asistir al baile de los Duques de Devonshire con Lady Emma, quien era considerada su amante —

Ahora en vez de llorar, reía, había ganado, Marcus asistiría con ella mañana al baile de los duques, eso le haría demostrar que Marcus le partencia aunque no estuviesen casados. Y aprovecharía el momento para humillar a la cerda que dejaría de ser la esposa de Marcus.

En la mañana Marcus dejó a Emma en la cama, como siempre, y fue a la residencia de su hermana, una para visitarla y otra para hablar con su cuñado sobre el tema de la anulación de su matrimonio.

—Hermano, no esperaba verte aquí hoy. — Expresó Lady Aline al ver a su hermano —

—Sabes que soy inesperado—  confesó él sonriendo para luego besarla en la mejilla — ¿Cómo estás?

—Perfecta. ¿Y tu esposa? Mamá me dijo que había regresado. — dijo Aline —

—¡Wow!  Sí que es rápida. —  Declaró Marcus — Mi esposa está bien. — respondió a su anterior pregunta —

— Hoy en el baile de los Duques de Devonshire hablaré con ella para disculparme por mi actitud de hace tres años, fui algo inmadura al burlarme de ella por sus sentimientos hacia ti cuando eran sinceros y buenos, y pude darme cuenta que ella era mejor mujer que Emma, espero que con Liviana aquí abandones a esa mujer.

—Aline, sabes que amo a Emma. —Declaró él — Y de eso se trata mi visita, vengo a hablar con tu esposo para comenzar los papeles de la anulación de mi matrimonio.

—¡¿Qué?! ¿Marcus estás loco? Liviana es una gran mujer, mil veces mejor que Emma. — Explicó su hermana pero él se negaba a ver la realidad — Tardé en comprender quien era realmente Emma, su rostro inocente y bueno confunde Marcus, pero ella no es el ángel que crees que es, y me arrepiento de haber tratado tan mal a Liviana en un principio. Ella te ama de verdad hermano, valora su amor antes de que lo pierdas.

— Ya no estoy tan seguro de que Liviana me siga amando. — expresó con pesar sin siquiera darse cuenta —

—¿Por qué lo dices? — preguntó Aline —

—Pues… ya no se pone nerviosa cuando me ve, habla con más seguridad, no me mira como lo hacía antes y hasta aceptó la anulación.

—¿Aceptó la anulación del matrimonio?

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