Miserable Matrimonio (COMPLETO) romance Capítulo 23

El día del baile había llegado y la residencia de los duques era todo un caos de empleados corriendo de un lado a otro tratando de que todo quedase perfecto para la noche. Liviana estaba algo nerviosa, era el primer baile que organizaba, y aunque contaba con la ayuda de Jayne, su nana y Lady Lilian, no lo podía evitar. Marcus estaba en su despacho con asuntos del ducado, pero de vez en cuando preguntaba si necesitaba algo, cosa que tenía muy sorprendida a Liviana.

—¿Tu padre estará presente en el baile? — preguntó Lady Lilian—

—No lo sé, no le he preguntado si desea estar presente, aunque conociendo la personalidad de mi padre lo dudo.

—Pero deberías decirle, tal vez y quiera despejarse un poco, ver cuatro paredes día y noche no debe ser muy divertido. — Comentó Jayne—

—Puede que tengas razón, le preguntaré más tarde. — dijo Liviana—

—¿Y cómo ha sido su trato contigo, Liviana? — preguntó Lady Lilian —

—Bastante bien, ya no es como antes, parece… respetarme o tal vez… quererme, tan solo un poco. — respondió tomando su taza de té—

—Tu padre si te quiere. — dijo su nana —

—Pero antes no lo demostraba, y ahora no mucho. —dijo Liviana haciendo una mueca —

—¿Y de qué color será tu vestido esta noche? —preguntó Jayne cambiando de tema—

—Lo sabrás en la noche, quiero saber si me reconoces con la máscara puesta, ¿aunque con este cuerpo quien no me reconocería? — dijo Liviana en tono divertido –

—Liviana — dijo Jayne en tono de reproche, ella siempre le había dicho no que tenía porque sentirse avergonzada por no ser tan delgada como otras demás—

—Lo siento. —dijo riendo —

Pasaron el día mirando los últimos detalles para el baile, hay que mencionar que no supo nada de Marcus en todo el día, y que quedó más que sorprendida cuando su padre aceptó asistir al baile, a última hora tuvo que mandar a preparar un lugar en el salón de baile muy visible solo para su padre.

Su nana la ayudaba con su vestido, era de un rojo vivo y brillante, tenía algunos adornados en negro y dorado, simplemente hermoso, su máscara era negra con detalles dorados también, para ese evento decidió dejar a la vista aún más su cabello, haciendo un moño alto y dejando la cola suelta y ondulada, le caía por los hombros tapando un poco esa piel desnuda, había olvidado mencionar que el vestido tenía un escote algo provocador pero a la vez reservado, nada que llamara la atención.

—Estás hermosa mi niña, sin duda serás la anfitriona más bella. — dijo su nana sonriendo y maravillada por cómo había quedado Liviana —

—¿En serio nana? — Preguntó algo dubitativa mirándose en el espejo—

—Claro que si Liviana, sabes que nunca te miento.

—Gracias, por todo. — dijo abrazándola fuertemente –

—De nada mi niña.

Sintió como tocaban la puerta y decidió salir, Marcus la esperaba para bajar juntos al salón donde ya la mayoría de los invitados los esperaban. Simplemente cuando la vio se quedó mudo y dejó de respirar por varios segundos.

Estaba hermosa, más que eso, bellísima, maravillosa, tenía que reconocerlo, y ese escote con sus ondulado y oscuro cabello lo estaban volviendo loco, deseoso de poder posar sus labios por esas zonas y acariciar su cuerpo como noches atrás; realmente estaba necesitado, pero no de cualquier mujer, sino de ella, su mujer.  Desde la última vez que le hizo el amor en su despacho no la volvió a tocar y eso lo tenía realmente mal, la necesitaba, y esa noche pensaba saciar su sed con su esposa.

Su esposa.

—Estas… —  trataba de hablar pero las palabras simplemente no le salían —

—Si dirás alguna grosería mejor te callas. —dijo Liviana deteniéndolo y mirándolo fijamente a los ojos a través de su máscara, no podía negar que estaba realmente guapo, y la máscara negra lo hacía ver aún más guapo, tuvo que mirar hacia otro lado antes de que Marcus se diera cuenta que se lo estaba comiendo, literalmente, con la mirada—

—Iba a decir que estás realmente hermosa, no podré apartarme de ti esta noche. —dijo divertido por sus palabras —

—¿Por qué? — preguntó ella —

—Muchas miradas recaerán sobre ti, y más las masculinas, y todos tienen que saber que eres la duquesa de Agnes, y… mía. —respondió acercándose a sus labios con intención de besarla pero Liviana se escabullo,  no quería retrasarse para bajar y sabía que si Marcus la besaba terminarían en cualquier parte la residencia menos en el salón de baile, además, aún no olvidaba la última vez que estuvieron juntos —

—Mejor bajemos, deben estarnos esperando. — dijo Liviana y Marcus sonrió pícaramente —

—Podrás resistirte ahora pero esta noche volverás a ser mía. — susurró Marcus en su oído haciéndola estremecer—

Suspiró hondo antes de empezar a caminar, sorprendida por la acción de Marcus al tomar su brazo y entrelazarlo con el de él. No sabía porque estaba tan posesivo últimamente, y no podía olvidar el hecho de que no le había escuchado mencionar más el tema sobre el divorcio. Al llegar al salón todos pusieron su atención en ellos, y rápidamente los comentarios y susurros fueron evidentes.

—Todo quedó maravilloso, felicidades. — dijo Marcus—

—Gracias, aunque tu madre y Jayne me ayudaron un poco, ah y mi nana también —respondió Liviana feliz —

—Esta noche daremos de que hablar por un largo tiempo.  —dijo Marcus —

—¿Por qué lo dice Marcus?

—Una porque todo está perfecto, además de que hace mucho nadie daba un baile de Máscaras. Y segundo, porque según todo Londres estamos a punto de anular este matrimonio. —respondió él—

—¿Acaso no es verdad?

—Luego hablaremos de eso. — Respondió Marcus — Disfrutemos de la noche.

Ya no se sentía muy feliz y las ilusiones se fueron, pensaba que había olvidado ese tema pero sique ahí, y debe recordar que Marcus no la quiere, solo es atracción y pasión, como cualquier hombre.

—Claro. — dijo ella —

Luego de eso Marcus dio un pequeño discurso a los invitados para luego ir a saludar a algunos socios, Liviana estaba sorprendida, Marcus la presentaba a todos como su esposa.

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