Miserable Matrimonio (COMPLETO) romance Capítulo 45

Liviana no sabía cuánto tiempo había pasado desde que despertó en lo que parecía ser una pequeña cabaña, las pocas cosas que habían ahí eran viejas y tenían mucho polvo, dos sillas, una mesa y una pequeña cama hecha de broza. Su vestido estaba sucio, al igual que ella, estaba cansada y necesitaba dormir, pero tenía miedo de cerrar los ojos  y no despertar, tenía hambre y sed, quien la había capturado no se había dignado a alimentarla, pero le preocupaba más su bebé.

Pensó que Marcus, Jayne y su padre deben de estar preocupados, y que seguramente la están buscando. Pero tampoco sabía dónde estaba, que tan lejos estaba ella de la casa de campo.

Liviana se alarmó cuando sintió que la puerta era abierta de un portazo haciendo que toda la luz del día entrara.

—Ya despertó Milady. — escuchó la voz del hombre que la había capturado —

¿Milady?

—Bien, vigila que nadie la encuentre. — esa voz ella la conocía — Miren nada más lo indefensa que te ves ahora, querida Liviana.

—Emma… ¿Por qué haces esto? — preguntó Liviana frunciendo el ceño, Emma no parecía ser la misma, tenía un simple peinado y un sencillo vestido a comparación de sus extravagantes peinados y vestidos caros que usaba en Londres, no le sorprendió ver su crecido vientre, de hecho, ambas lo tenían casi del mismo tamaño —

—¿Qué por qué lo hago? Vamos Liviana, lo sabes perfectamente, — dijo — tú y Marcus me arruinaron la vida, especialmente tú.

—No Emma…

—¡Cállate! — gritó y Liviana rápidamente cerró la boca, mejor no enojar a la fiera más de lo que está — Juré que me la iban a pagar, especialmente tú, porque haciéndote daño a ti y al bebé, Marcus caerá también, me restregó en la cara que te amaba, y ahora está vuelto loco buscándote dondequiera, pero va  a sufrir un infierno cuando sepa que su mujer y su hijo… han muerto.

Liviana se alarmó cuando escuchó sus últimas palabras.

—No… Emma piensa en… en tu bebé, serás madre al igual yo…

—¿Crees que me importa? Apenas este niño nazca lo pondré en un orfanato, no tengo tiempo y mucho menos quiero una carga tan pesada como un molesto niño. — Liviana no podía creer lo que estaba escuchando, Emma era inhumana — Además, si mi propia sangre no me importa, ¿qué te hace pensar que lo hará el tuyo?  

Liviana negaba con la cabeza mientras lloraba rezando que Marcus la encontrara a tiempo.

—Eso es, llora, me gusta verte sufrir, yo podré ir a la cárcel, pero iré tranquila al saber que estás muerta, aunque dudo que pueda pisar un lugar tan asqueroso como una prisión. 

—Estás loca… — susurró Liviana — Nadie tiene la culpa de lo que estás pasando Emma. ¡Entiéndelo!

—Claro que hay una culpable, ¡tú! Por ti, hoy no estoy casada con Marcus, yo hubiera sido feliz, sería una duquesa y tendría todo lo que quisiera.

—Tú no amabas a Marcus.

—Ese amor tonto que tienes por él es lo que te hace culpable, ¡él me quería a mí! ¡Se casaría conmigo! Pero tú te interpusiste entre nosotros, y aun después de tres años en lo que por fin había logrado que Marcus pidiera una anulación, tuviste que  aparecer para seducirlo.

Liviana dejó que ella hablara mientras buscaba una forma de salir de ahí, tenía que ser rápida, la locura de Emma estaba sobrepasando los límites y temía por ella y su bebé.

Cuando Emma salió de la cabaña, al poco rato el hombre que la había secuestrado  entró con un plato de sopa, se veía bien, pero decidió no probar bocado alguno, Emma era capaz de todo, hasta de envenenar la comida. Buscó algo dentro de la caseta que la ayudara con su plan, cuando encontró un madero que servía como leña para la pequeña chimenea lo escondió tras de ella.

—¡Señor! ¡Por favor! — gritó llamando al hombre que debía de estar afuera, cuando el hombre entró, dejó la puerta abierta —

—¿Qué quieres? — preguntó él malhumorado —

—¡Hay una rata ahí!— chilló Liviana señalando bajo la cama de broza —

—¿Le tiene miedo a una rata? — el hombre rio —

—¡Pues claro que le tengo miedo!

El hombre la miró con el ceño fruncido, ella rezó para que le creyera y sacar fuerzas de donde no las tenía. Después de pensarlo el hombre caminó hacia la cama de broza y se agachó.

—Aquí no hay nada… — cuando intentó levantarse. Liviana aprovechó y con todas sus fuerzas estrelló el palo en la cabeza del hombre  haciendo que callera desmayado en el suelo —

—¡Por dios lo he matado! — se acercó a él hombre, pero al ver que respiraba se sintió aliviada —

Sin más salió de la cabaña, todo a su alrededor era bosque, no sabía hacia dónde ir, pero tampoco podía quedarse ahí.

 

Por otro lado Marcus no paraba de buscar a Liviana, Anthony, Christian, los empleados y muchos campesinos lo ayudaron, pero no habían encontrado nada.

—Tienes que alimentarte Marcus, ya han pasado dos días y estás débil. — dijo Anthony —

—No puedo pensar en eso cuando mi mujer está desaparecida, y estoy seguro de que la loca de Emma está detrás de esto. — respondió Marcus desesperado, no había dormido en ningún momento y aún tenía la misma ropa,  se había concentrado exclusivamente en encontrar a Liviana —

—La encontraremos, tenemos a mucha gente buscando, alguien tuvo que haber visto algo. —dijo Christian  —

—Marcus, Anthony tiene razón, debes alimentarte, ¿o cómo piensas seguir buscando a Liviana? — dijo Jayne —

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