Multimillonario Invisible romance Capítulo 19

-Si yo no soy digno, ¿tú sí?-

Nicolás dijo con una mirada fría, -No eres más que un inútil, ni siquiera puedes evitar que tu propia esposa se acueste con otros. Estar contigo es demasiado injusto para Amelia. ¡Es mucho mejor que esté conmigo, porque yo le puedo dar todo lo que quiere!-

René mostró una expresión, bajó la voz y dijo con frialdad, -Te doy dos opciones. Uno, te postras ante Amelia y le pides disculpas. Además, quiero que reconozcas delante de todos que lo que acabas de decir es mentira; o dos, arruinaré el grupo de tu familia. Tú mismo puedes elegir.-

-Ja, ja, ja, ja. ja, ¿estás bromeando? ¿Quién te crees que puedes arruinar el grupo de mi familia?-

Nicolás se estaba partiendo el culo. Miró a René con desdén porque obviamente no se tomaba en serio lo que decía.

-¿Eres un retrasado mental que sueña en pleno día? ¿Qué podrás hacer para que el grupo de mi familia se arruine? ¿Sabes el valor de mercado del grupo de mi familia? ¿Te crees que se quedará en quiebra solo porque tú lo digas?-

René no tenía ninguna expresión. Solo miraba a Nicolás por un momento como si miraba a un retraso mental, luego sacó el teléfono y llamó a Dylan.

-En tres minutos quiero que el grupo Ortas se quede en quiebra y liquidación, ¡además de que le caiga encima una deuda enorme!-

¡Era imposible eso de arruinar a un grupo con un valor de mercado de más de 125 millones en tres minutos!

Nicolás miró a René con ojos hoscos y dijo, -¡Maldita sea, te estás pasando de jactarte! ¿Crees que eres el súper opulento de Internet?-

Después de eso, Nicolás dijo con frialdad, -Inútil, deja de fingir. También te doy dos opciones. Uno, te arrodillas ante mí para pedirme disculpas, y luego te divorcias de Amelia de inmediato; o dos, buscaré algunas personas para que te dejen lisiado y veas con tus propios ojos lo enamorados que vamos a ser Amelia y yo. ¡Puedes elegirlo tú mismo! ¡Te daré un minuto!-

René miró el teléfono y dijo, -Te queda un minuto, ¿estás seguro de que no quieres remediarlo un poco?-

-¡Vete a la mierda! Aún tienes treinta segundos para pensarlo. ¡Si no te arrodillas, haré que te arrepientas para siempre!- dijo Nicolás con indiferencia.

-¡Veinte segundos!-

-¡Diez segundos!-

-¡Cinco segundos!-

-Se acabó el tiempo, no me culpes por ser cruel, ¡tú mismo has provocado esto!- Nicolás se sacudió el cuello de su camisa, luego le mandó unos gestos a los guardaespaldas, y estaba preparado para darle una lección a ese inútil.

Pero en ese momento, el móvil de Nicolás sonó de repente.

Nicolás se sorprendió, vio que su padre lo llamaba y rápidamente lo contestó.

-Papá, ya estoy en lugar de la fiesta, ¿has llegado?-

En el teléfono, el padre de Nicolás gruñó frenéticamente, -¡Inútil! ¡A quién diablos ofendiste! ¿En qué lío te has metido? Ahora todos los accionistas están arrojando locamente las acciones de nuestro grupo, ¡nuestras acciones han caído más del 80%!-

Dicho eso, su padre volvió a gritar, -¡El banco vino de repente a pedir que le pagásemos la deuda! ¡Todos los socios dejaron de cooperar con nosotros y dejaron de pagarnos! ¡Ahora no tenemos fondo de maniobra! ¡Solo podemos estar en quiebra y liquidación!-

Nicolás escuchó las palabras provenientes del teléfono, y su rostro instantáneamente se puso pálido, el sudor frío goteaba de su frente.

-¡Nuestra familia está acabada! ¡Completamente acabada!-

Nicolás quiso volver a preguntar, pero de repente escuchó la sirena de policía al otro lado de la línea, seguido del sonido de alguien entrando a fuerzas por la puerta y la voz de los policías pidiendo a su padre que cooperara en la investigación.

De pronto sintió que no tenías fuerzas y el teléfono se le cayó al suelo, rompiéndose en pedazos.

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