Multimillonario Invisible romance Capítulo 24

Justo en el momento cuando Yara estaba muy emocionada, Maluma dijo en voz alta, -Señores, no se preocupen, iré a hablar con ellos ahora, quédense ustedes aquí para esperar mis buenas noticias.-

Yara sintió que estaba respaldada por Maluma en este momento, y nadie se atreverían ponerles problemas, así que inmediatamente dijo, -¡Maluma, iré contigo!-

René le dijo apresuradamente a Yara, -Madre, será mejor que no vayas, si Maluma no puede resolver esto, ¡te puedes meter en problemas!-

-¡Quítate!- Yara dijo enojado, -¿Todavía te atreves a cuestionar lo que va a hacer Maluma?-

Todos los abuelos habían depositado la esperanza en que Maluma los ayudara a recuperar el dinero que tanto les costó ganar. Ahora, René se inclinó contra todos, por lo que causó el enfado de todos.

Ante las acusaciones de todas estas personas, René dijo la ligeramente, -Madre, es mejor que esperes aquí y no te metas en el berenjenal.-

Yara ni siquiera lo escuchó, inmediatamente maldijo, -¡Cierra tu boca maloliente! ¡¿Alguien ha pedido que hables? !-

La expresión de Maluma también se llenó de arrogancia, y se rio, -No tienes nada de capacidad, pero sí muchos celos, ¿crees que soy como tú, una basura que solo sabe gritar consignas?-

René vio que su suegra no escuchó su consejo, por lo que se rehusó a decir nada más y dijo con indiferencia, -Está bien, entonces espero aquí las buenas noticias del señor Maluma.-

Para René, le estaba disgustándole cada vez más su suegra Yara. Era demasiado envanecida, y muy a menudo se dejaba llevar por las apariencias. Para dejarlo claramente, era una anciana que lo único extenso de ella es su pelo largo, en cambios los conocimientos que tenía son muy escasos.

Lo que pasó hoy parecía no ser más que un fraude, pero con un poco más de investigación, sabrían que tendría más trasfondos. La suegra Yara no tenía la visión del panorama y quería meterse en el berenjenal ella misma, así que no podría hacer nada. Las lecciones de la vida que le haría crecer también serían buenas.

Yara no sabía que la intención de René era buena, le dirigió una mirada borde y le dijo a Maluma disculpándose al instante, -Maluma, no te lo tomes en serio, la tía Yara cree absolutamente en ti...-

Maluma sonrió triunfalmente y dijo, -Está bien tía Yara, no me tomaré enserio un cobarde.-

Después de todo, inmediatamente dijo muy animado, -¡Tía Yara, vayamos!-

-¡Vamos!-

Maluma llevó a Yara, atravesó la multitud y se dirigió a la puerta de Empresa de seguro Martínez.

Los dos llegaron a la puerta, inmediatamente dijo en voz alta a varios empleados que estaban bloqueando la puerta, -Vayan y díganles a sus jefes, que devuelvan el dinero a estos abuelos inmediatamente. De lo contrario dejaré que el equipo de abogados y el órgano de seguridad pública intervengan. ¡Si llegara ese momento, usted y su jefe serán arrestados!-

Yara también lo repitió desde el costado, -¿Perros, habéis oído? ¡Ahora estamos respaldados por alguien! Si su compañía estafadora no nos devuelve el dinero, ¡tenga cuidado de que el señor Maluma os envíe a todos a prisión!-

El empleado joven estuvo un poco nervioso y dijo rápidamente, -¡Lo siento, solo soy un guardia de seguridad y no soy responsable de este negocio!-

Maluma dijo con frialdad, -¡Entonces llama a tu jefe y dile que soy Maluma de la Ciudad J, la familia Navarro! ¡Que venga y se ocupe personalmente de ello, de lo contrario, asumirá las consecuencias!-

Mientras hablaba, la expresión de Maluma estaba llena de arrogancia.

Aunque su familia Navarro no era superior en la Ciudad J, pero al menos era de nivel medio.

Un tan solo jefe de una empresa de estafas, después de escuchar su nombre, ¿Se atrevería a no tratarles bien?

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