NADIE COMO TÚ romance Capítulo 31

En el momento que escuchó la voz, Vicente se puso muy nervioso, y colgó el teléfono sin pensarlo.

Miró fijamente el móvil mucho tiempo, de repente empezó a reírse como un loco.

Aunque solo dijo una palabra, él reconoció la voz.

¿Aitor?

¿De verdad era Aitor?

¡Valeria estaba saliendo con Aitor de verdad!

Vicente se rio tanto que casi le salió la lágrima, mirando “mi Valeria” que tenía puesto en el contacto del móvil, solo sentía dolor.

«Valeria, Valeria, ¡cuánto te debía en mi anterior vida para que me torturaras así en esta vida!»

«Si ya estás casada porque sigues saliendo con otro hombre. ¡Por qué tiene que ser Aitor!»

***

Al otro lado del teléfono, Aitor seguía tranquilo, dejó el móvil de Valeria.

—¿Quién es?

Valeria estaba acostada en el asiento, el alcohol la dejó ebria, por eso cuando sonó el móvil, Aitor lo cogió.

—Llamada deseada.

Valeria dijo que vale, puso su mano en la frente porque le dolía tanto la cabeza que no sospechó lo que dijo Aitor, 

—¿Te duele la cabeza?

Aitor estaba enfadado, pero cuando vio que Valeria se encontraba mal, la habló más cariñoso.

—Sí.

Valeria le respondió y de repente sintió a alguien le masajeando la cabeza.

—¿Así te sientes mejor?

Aitor la estaba masajeando y la cara de Valeria se puso más caliente por las manos de Aitor.

Valeria se puso un poco nerviosa, cuyo pulso empezó a latir más rápido.

—Ya estoy mejor, gracias.

Ella acabó de moverse un poco, de repente Aitor la abrazó fuertemente.

—No te muevas.

Aitor habló y parecía que su voz era aún más fría.

Valeria se quedó parada, giró la cabeza y con las luces de la calle vio que Aitor estaba muy serio, con una expresión más indolente, y parecía que estaba enfadado por algo.

Valeria se quedó un poco más sobria y habló con cuidado:

—Aitor, ¿estás enfadado?

Claro él debería estar celoso, Valeria era su mujer y todos los hombres se enfadarían al ver a otros acosando a su mujer.

—¿Tú qué crees?

Aitor preguntó con voz fría y el ambiente se volvió más tenso.

—Perdón.

Valeria dijo en voz baja.

—¿Sólo un perdón?

Aitor frunció un poco la ceja.

Valeria miró al hombre y de repente se le ocurrió algo.

—No pienses demasiado —Valeria empezó a preocuparse—. Pensaba que era una cena normal, no esperaba esto de Camilo.

Ella estaba preocupada de que Aitor estuviera malentendiendo, como Vicente, que pensaba que ella era una puta.

No se sabía por qué, pero ella tenía miedo de que Aitor la malentendiera.

A lo mejor porque Aitor era su marido, la única persona quien la estaba cuidando, por eso ella no quería que la odiara.

Aitor miró a Valeria y se notaba un destello extraño en sus ojos.

—Lo sé.

Él replicó después de un rato, con tonto más suave.

Valeria acababa de relajarse cuando Aitor habló otra vez.

—No vuelvas a acudir a ese tipo de cenas.

Valeria asintió levemente.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: NADIE COMO TÚ