¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 16

En los últimos años, Rosaría había sido muy familiar con el flash, especialmente la luz del reflector reflejada bajo el sol.

Frente a ella, Estela todavía era tan siniestra como hace cinco años. Estaba fingiendo pedirle perdón, pero en realidad había arreglado que filmaran esta escena. Si no mal calculaba, este vídeo de su abuso contra Estela aparecería en línea poco después de que volviera al Grupo Nieto.

Entonces Rosaría se convertiría otra vez en el blanco de las maldiciones, igual que hace cinco años. Y ahora, ella ya era una diseñadora famosa, y también miembro del Grupo H ` J, pues eso sería una vergüenza no solo para ella misma.

Estela realmente había hecho un enorme esfuerzo.

Rosaría se burló -Señorita Estela, ¿qué estás haciendo? Antes me golpeaste en la entrada de la compañía, y ahora vienes a mi casa a fingirse lastimera, e incluso has arreglado que nos filmaran en secreto. No sé por qué estás aquí en efecto, ¿para pedirme perdón o para intimidarme? -

Se puso pálida Estela al instante.

-Señorita Catalina, no sé de qué estás hablando. De verdad vine a rogarte que volvieras. Mateo, yo... -

Rosaría le interrumpió -Señorita Estela, parece una mujer inteligente. Desafortunadamente, has olvidado en qué me dedico. Soy diseñadora de coches y trabajo con piezas de auto todos los días, por eso estoy más familiar con los reflectores. La próxima vez, si quieres tenderme una trampa, por favor sé más cauta y pide que esos fotógrafos escondidos oculten mejor sus cámaras -

Las palabras le hicieron a Mateo entrecerrar los ojos al instante.

Él miró a su alrededor enseguida y vio una figura rápidamente desaparecer en la calle.

Se le oscurecieron de repente los ojos.

-Si no vienes a disculparte con sinceridad, entonces lárgate. No te hagas vergonzosa aquí -

-No, Mateo, no es así. Realmente no lo hago -

Explicó Estela inmediatamente.

No podía dejar que Mateo supiera sus intenciones siniestras, ni que Rosaría se sintiera satisfecha. De todos modos, esa persona no la traicionaría, y ella solo tenía que insistir en que no lo había hecho.

Sin embargo, Rosaría estaba harta de su actuación.

-Si queréis hacer trucos, afuera. Si tenéis alguna objeción a mí, decídmela directamente. Pero, señor Mateo, espero que puedas darme una explicación de lo que pasó hoy. Lo siento, estoy un poco cansada. Podéis hacer lo que queráis -

Al terminar de hablar, Rosaría regresó directamente a su habitación. Cerró la puerta, y dejó a Mateo absolutamente fuera.

Mateo no lo había esperado y casi se golpeó en su hermoso rostro. Subconscientemente dio un paso atrás, pero no vio la escalera y se cayó.

-Mateo -

Rápidamente Estela lo agarró, con mucha preocupación.

-¿Estás bien? Esa Catalina está demasiado arrogante por su talento. Es solo una diseñadora de autos, ¿cómo se atreve a tratarte así? No la utilizamos más. No creo que con un buen salario no podamos contratar a un buen diseñador -

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