¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 23

Media hora más tarde, Mariano envió el mensaje que Mateo quería.

-Señor Mateo, la diseñadora Catalina tuvo un accidente de circulación hace cinco años. Se dice que fue muy grave. Su familia la llevó al extranjero para recibir tratamiento y ella regresó más de un año después -

-¿Hace cinco años? -

Mateo destacó sensiblemente este tiempo.

Mariano asintió la cabeza con las dudas. El tiempo fue demasiada coincidencia.

-¿Qué día fue hace cinco años? -

-18 de marzo -

Cuando Mariano terminó de decir este número, la expresión de Mateo cambió instantáneamente.

-¿18 de marzo? ¿No hay nada equivocación? -

-No -

Mariano estaba algo sorprendido por la reacción de Mateo. Rara vez veía a Mateo tan emocionado.

Mateo de repente sonrió, lo que le dio un poco miedo a Mariano. Sin embargo, la cara de Mateo parecía estar muy feliz.

-Señor Mateo, ¿está bien? -

-Estoy bien, muy bien, nunca he estado mejor que ahora. Continúa investigando, ¿a qué país fue Catalina para recibir tratamiento hace cinco años? ¿Quiénes eran los compañeros, y los médicos que la operaban en ese entonces? Quiero saber todo esto -

Mariano estaba un poco aturdido por las palabras de Mateo, pero rápidamente las memorizó.

-Sí, Señor Mateo, voy a investigarlo inmediatamente -

Mariano se levantó y se fue.

Sin embargo, Mateo no pudo contenerse más. Rápidamente se levantó, se puso un conjunto de ropa casual y bajó las escaleras

Iba a encontrar a Rosaría. Incluso si ella se negaba a admitirlo, él todavía quería verla. No por nada más, sólo por esos ojos familiares, las inquietas sospechas y los pensamientos en su mente.

¡18 de marzo!

¡Ese día coincidió con el día en que Rosaría fue muerta en el incendio!

Con tantas coincidencias sumadas, la verdad definitivamente no era tan fácil como lo que había encontrado. Y la cara desconocida de Rosaría podría ser la clave para descubrir todo esto.

Era posible que Rosaría se hubiera convertido en Catalina hace cinco años y viviera con su identidad.

Cuanto más lo pensaba Mateo, más creía que era posible.

Rápidamente bajó las escaleras, viendo que Estela y Adriano estaban comiendo en el primer piso.

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