¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 29

Rosaría miró la hora. Eran casi las ocho. Si ella iba ahora y no había atasco de tráfico, el momento sería justo. Sin embargo, no sabía dónde estaba la fábrica de autos del Grupo Nieto.

En este momento, Mateo le envió una dirección y marcó la ubicación exacta, diciéndole que condujera cuidadosamente.

Rosaría respondió enojada -¡Mierda!-

Mateo miró su teléfono sonriéndose ligeramente. Y su estado era obviamente mucho mejor.

Mariano esperó a un lado. Miró a Mateo fijamente. No dijo nada, pero ya había arreglado todo antes de que Rosaría llegara.

Estela había vivido en una pesadilla esta semana.

Durante cinco años, pensó que Mateo era un pedazo de hielo, siempre quiso usar su propio entusiasmo y la existencia de Adriano para influir a Mateo y convertirse en la dueña principal de la familia Nieto. Sin embargo, Mateo nunca le había tratado con mucha pasión, pero ahora trataba a Rosaría entusiásticamente y generosamente. Incluso le regalaba muchas cosas sin preocuparse por la opinión pública.

Aunque Mateo y Rosaría no parecían la pareja, la anomalía de Mateo todavía le daba a Estela una sensación de crisis. Y ahora ella estaba llena de profunda hostilidad hacia Rosaría.

Estela pensaba, “Esta mujer, no importa quién sea o qué tenga, sólo depende de la actitud de Mateo hacia ella, ¡debo matarla!”

Cuando Estela vio la noticia que Mateo había lanzado en los medios de comunicación, estaba muy enojada haciendo una decisión.

Estela sabía de la fábrica de coches del Grupo Nieto. Miró la hora y rápidamente condujo a la fábrica. Se aprovechó de la multitud para meterse en la fábrica a escondidas.

Cuando Rosaría llegó, Mateo la saludó personalmente en la puerta.

-Mateo, ¿qué quieres decir? -

Originalmente, Rosaría todavía era capaz de manejarse, pero cuando vio a tanta gente en la escena, la sensación de ser liderada instantáneamente la hizo enojarse.

Mateo directamente sostuvo su mano y sonrió -Representas a Grupo H`J hoy. Además, ¿no quieres ver mi fábrica? He visto el coche deportivo que diseñaste. Aunque no tuve la oportunidad de comprar uno, la idea del diseño me encaja un poco. Somos empresariales y hablamos de negocios. No importa lo que pienses de mí, ya que ahora estamos en una relación cooperativa, deberíamos hacer nuestro trabajo bien primero, ¿no? Además, ha pasado una semana, te has recuperado bien, ¿verdad? -

Estas palabras hacían a Rosaría no saber qué decir, y mirarlo con sus ojos enojados.

-Muy bien, muchos periodistas han venido hoy. No dejes que piensen que seas una persona difícil de tratar. En el futuro, tendrás que trabajar en este círculo, ¿no? -

Mateo llevó a Rosaría dentro.

Rosaría luchó mucho, pero no pudo sacar las manos. Pasó junto a muchas personas y les asintieron repetidamente.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡No huyas, mi amor!