¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 31

Cuando Mateo todavía estaba asombrado por las habilidades de conducción de Rosaría, de repente descubrió que el auto de Rosaría había cambiado de dirección, y sus ojos se entrecerraron al instante.

El auto de Rosaría se dirigió rápidamente hacia la barandilla y la expresión de Mateo cambió de repente.

-¡Rosaría! -

Él corrió en dirección al coche muy ansioso.

Antes de que Mariano y los demás pudieran descubrir lo que estaba pasando, escucharon un fuerte ruido y el auto de Rosaría se estrelló contra una barandilla lateral.

La barandilla no podía soportar un impacto tan grande, y al instante se rompió con chispas deslumbrantes.

Sin embargo, el auto no se detuvo. Se deslizó hacia adelante por más de doscientos metros y se estrelló contra el pilar de piedra de nuevo. Todo el auto de repente se volcó.

Todos estaban aturdidos.

Esta escena pasó tan repentinamente que no pudieron reaccionar.

El corazón de Mateo latió violentamente. Gritó mientras corría -Mariano, llama a una ambulancia y trae el extintor. ¡Date prisa! –

Mariano tembló y se recuperó del impacto y rápidamente ordenó a la gente que lo rescatara.

Rosaría estaba atrapada en la cabina. Su cabeza tocaba el parabrisas y la sangre seguía fluyendo de la cabeza.

La sangre corría por su frente y nublaba sus ojos.

A través de la sangre, vio vagamente a Mateo acercándose ansiosamente a ella, llamándola por su nombre repetidamente. Agarró la puerta del coche con fuerza con las manos, tratando de sacarla de la cabina.

Rosaría sonrió débilmente.

Pensaba ella, "Seguro que es ilusión.

La persona que viene a salvarme no puede ser Mateo en este momento.

Si realmente se preocupara por mí, no el incendio hace cinco años no habría ocurrido, ¿No?"

Poco a poco Rosaría perdió el conocimiento.

Mateo siguió golpeando la ventana del auto afuera, gritando, esperando que Rosaría no se durmiera, pero al final Rosaría cerró los ojos.

En ese momento, Mateo sintió que su corazón dejaba de latir.

No había visto el fuego hacía cinco años con sus propios ojos. Pero la trágica situación actual parecía que innumerables cuchillos lo apuñalaban en el corazón, volviendo loco a Mateo y comenzó a tocar la puerta.

Sus manos estaban frotadas y la sangre goteaba por todas partes, pero no parecía sentirlo.

Las lágrimas llenaron sus ojos. Se resistió, pero no pudo evitar temblar.

Ella pensó: ¡No!

¡No seas tan cruel!

¡No!"

Mateo lamentó mucho usando de vidrio irrompible cuando diseñaba este automóvil, por lo que ahora no pudo rescatar a Rosaría inmediatamente.

Mariano llegó a tiempo. Ellos rescataron a Rosaría con las herramientas.

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