Nuestro secreto romance Capítulo 20

Hacia tres  noches que había  tenido aquella conversación y aun que no puedo negar que estaba feliz por que estábamos juntas de nuevo, me sentía un tanto frustrada con aquella situación de Rouse de querer decirle a mis padre lo que pasaba entre nosotras. Era una completa locura era mas que seguro que mis padres no lo iban a aceptar y que entonces si Rouse tendría  que irse.

Yo había  prometido hablar con mi madre para tranquilizar a Rouse un poco y que me diera tiempo de pensaremos un poco las cosas pero no tenía  idea de como hacerlo, es más ni si quiera estaba pensando en decírselos realmente.

La única persona que sospechaba lo nuestro  era Hugo y no estaba realmente segura de sicontaba con su discreción o no.

—¿Puedo pasar?—mire la entrada de mi habitación mientras que Rouse entraba con una sonrisa.

Se agacho y deposito un pequeño beso en mis labios, a lo que respondí  con una sonrisa de lado.

Ella me miró  frunciendo el ceño y se sentó  a mi lado.

—¿Que pasa?.

Solté  un suspiro y negué en repetidas ocasiones y después  bese sus labios.

No era tan fácil decirle lo que pensaba, y menos si era algo que probablemente no le iba a gustar.

—¿Estás segura  de que no pasa nada?—asenti y ella imito mi acción.—Te ves muy hermosa....—dijo acompañada de una sonrisa.

—No más hermosa de lo que luces tu.

Me encanta señorita Rouse.

Ella sonrió y sus mejillas se tornaron de un leve rosa, y eso sin duda alguna me hacía  sentirme sumamente halagada, que ella se sonrojara por algo que salía de mi boca me hacía sentirme importante.

Después de unos minutos luchando en mi interior trague saliva fuertemente y solté lo que estaba pensando.

—Rouse.... yo, no estoy segura de querer decírselo a.... mis padres. —Ella enarco ambas cejas y desvío la mirada.—Lo siento  mucho Rouse

Pero no puedo hacerlo. —¡Listo ahora puedo sentirme mas liberada!.

Ella se sentó  en el borde de la cama y no dijo nada. Su silencio me intrigaba demasiado.

—No pongas esa carita Rouse, siimplemente no me siento preparada para hacerselos  saber. Ni si quiera saben que me gustan las chicas ¿Te das cuenta? Decirles todo va a ser un gran impacto para ellos y lo que yo no quiero es que ellos te odien y te manden lejos de mi. Lo entiendes... ¿Verdad que lo entiendes? Dime que lo entiendes por  favor....

Fruncio el ceño y desvío su mirada de la mía para mirar en otra parte. Pero después de su silencio torturoso soltó un suspiro y me abrazó mientras depositaba un beso en mi cabeza.

Segundos después salió de mi habitación dejándome nuevamente sola, y sumergida en un mar de pensamientos inconclusos y lastimeros.

.....

A la mañana siguiente desperté escuchando ruido en la habitación de Rouse y me encontré  con la bella chica entrenando por primera vez después del accidente. Hoy no teníamos que ir al instituto y aún así ella se había despertado temprano solo para golpear con fuerza aquel saco que colgaba del techo de su habitación.  Ella poco su mirada sobre mi un par de segundos y después bebió un poco de agua.

—No deberías entrenar aún recién te quitaron  el yeso del brazo. Podrías lastimarte de nuevo.

Ella sonrió y se acercó  depositando un pequeño beso en mis labios.

No lucía molesta por lo que yo había dicho la noche anterior y para ser sincera me sorprendia mucho que recordará que ella hacía eso  ya que había  perdido la memoria ¿cierto? Se suponía que apenas y podía recordar algunas cosas.

—¿Por que me miras así Vanessa?—preguntó enrredando sus delgados brazos alrededor  de mi cuello y colocandome los nervios de punta como siempre. No importaba cuanto tiempo pasara su cercanía sin duda siempre me mantendría nerviosa.

—No quiero que te lastimes. Es todo.

—No lo hare, supongo que si tengo esto en mi habitación debe ser por que yo amaba hacer esto en el pasado ¿No?—bueno eso tenía  sentido.

—Rouse.... tu no estas molesta conmigo ¿Cierto?.

—¿Te refieres a la charla que tuvimos anoche? —asenti—bueno, en teoría debería estarlo pero....—se encogio en hombros—supongo que no puedo obligarte a que lo hagas. Por lo tanto supongo que esto no es tan formal para ti, ¿Cierto?.

¿A que se refería ella con formal?

—Creo que me quedo claro el punto anoche, y lo cierto es que comprendí que solo quieres divertirte un poco ¿No?.

—Rouse ¿De que hablas? Yo te amo.

—Me amas.... y yo también te amo a ti. Pero.... yo no quiero tu exclusividad conmigo.  No de esta forma.

—Planeas salir con más personas entonces —dije algo decepcionada.

—Por el momento no, pero.... si se me presenta la oportunidad esta claro que no voy a desaprovecharla, y tu tampoco deberías hacerlo.

No puedo obligarte a hablar con tus padres y tu tampoco podrás pedirme exclusividad, quiero que así funcione esto....

Sonreí sarcástica pero para mi gusto Rouse lucía mas seria de lo que debía parecer.

—¿Estas, estas hablando en serio?.—ella asintio sonriendo y beso mi nariz.

—¿No te gusta la idea?.—por su puesto que no.

No me agradaba la idea, si, estaba de acuerdo en que no podía exigirle absolutamente nada hasta que todo esté asunto quedara claro con mis padres pero lo que ella me pedía simplemente me parecía demasiado, yo no iba a soportar ver a la mujer que amo salir con otras personas.

—No estoy de acuerdo.

—Bien, no estas de acuerdo.—ella retiro sus brazos de mi cuello. —¿Cuando lo haremos?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Nuestro secreto