Padrastro romance Capítulo 43

“Eres increíble.” Gime mi padrastro, pasando suavemente sus dedos por mi cabeza.

Nos encontramos con miradas y él me mira con amor, su mirada es muy agitada, y veo que Sergei Ivanovich ya está al borde y me preocupa que sus caricias pueden detenerse repentinamente.

Pero no voy a dar marcha atrás. ¡Me entrego completamente a las manos de la lujuria y el libertinaje y lo amo locamente! Esta es la primera vez que hago algo así, porque se considera una perversión especial, ¡pero no me molesta en absoluto!

Exploté desesperadamente mi lengua en el ano de mi padrastro, como si tratara de demostrarle que estoy lista para cualquier cosa por él. ¡Y me vuelve loca! ¡Aún más! Me inclino más y más cerca, trato de profundizar aún más, mi respiración se vuelve intermitente.

Mirándome intensamente, me agarra del pelo y me aplasta con fuerza debajo de él, como una muñeca de goma. Ni siquiera tengo tiempo para entender qué está pasando.

Casi de inmediato, comienza a golpearme con fuerza en la boca. Se escuchan sonidos espeluznantes en la habitación. ¡Me avergüenzo de esto, porque estos sonidos son tan terribles y ciertamente no es nada romántico! Pero este es el costo de sonarse la garganta, siempre me han sorprendido estos sonidos, y es por ellos que rara vez usamos esta técnica.

A Sergey Ivanovich le gusta mucho la mamada de garganta. Y él, al parecer, no está en absoluto avergonzado por ningún sonido en este momento.

No importa cuánto me parezca que estoy completamente preparada para tal lata, este no es el caso. ¡Nadie está dispuesto a recibir un martillazo en la garganta con tanta agresión!

“¡Se paciente!” Ordena mi padrastro. “¡Tu misma lo has pedido! ¡No deberías haber jugado con fuego!”

Me golpea y trato de inhalar el aire convulsivamente y escupir el exceso de saliva para no ahogarme.

Mi padrastro está acelerando y trato de soportar las molestias, pero esto ya no es posible. Aferrándome con todas mis fuerzas a las nalgas de mi amado, cierro los ojos y trato de soportar esta terrible prueba, pero mi nariz se desliza constantemente sobre su ingle. A veces tengo que arrastrarme debajo de él y patear para recuperar un poco de aire.

Lloro, pero sigo soportando valientemente la tortura. En este baile loco, ya no tengo fuerzas para cumplir con mi tarea responsable.

Me encanta chuparle la polla. Mucho, mucho, pero la garganta despiadada requiere mucha energía.

Sobre todo me encanta acariciarlo con mi lengua cuando yace inmóvil y disfruta de mis caricias, y estos momentos son los más valiosos para mí.

Continúa martillando, y yo jadeo y golpeo con los puños la cama y luego las piernas de mi hombre. Saca su polla y me deja recuperar el aliento.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Padrastro