Papá, quiero que sea mi mamá romance Capítulo 33

—Parad, no pasa nada, Julieta y Mateo, id a descansar. La siguiente escena es la de los protagonistas masculinos y femeninos —gritó Óliver.

—Gracias, Director.

Julieta tomó la toalla que el trabajo le había puesto y caminó rápidamente hacia el salón. Tuvo que quitarse la ropa rápidamente y ponerse un conjunto de ropa limpia. Era tan incómodo que la ropa mojada se pegara a su cuerpo ahora.

Cuando Julieta regresó al salón, se encontró con Mónica, y ésta le susurró al pasar las dos:

—¡Qué abyecta eres!

Julieta fingió no oír y se fue rápidamente.

No tiene sentido discutir con ella en este momento. Ella fue la que ganó, pero Julieta creía que la diosa de la victoria no estaría siempre de su lado.

—Julieta, ¿qué te pasa? Contratando a los paparazzi para que te hagan fotos y queriendo ser famoso, pero no lo has llevado bien. ¡Limpiaré el desorden por ti! —Alicia vio venir a Julieta y la regañó cara a cara.

—¿Qué? —Julieta se quedó atónita. ¿Quería ser famosa? ¿Qué había hecho?

—¿No son esos los paparazzi con los que te pusiste en contacto para exponer el romance entre tú y Mateo? Te aconsejé que no te arriesgaras, pero si no haces caso, ahora estás causando muchos problemas —Alicia le culpó de todo.

Julieta colocó despreocupadamente la toalla de baño en la silla de al lado y se burló:

—¿Qué le pasa a Alicia aquí? No era para halagar a Mónica, sino para calumniarme.

—Pero lo siento, no voy a escuchar lo que has dicho. —Julieta se burló. Antes no entendía por qué fue expuesta ayer en el plató, no tiene ni idea de quién está detrás de las cámaras, pero ahora por fin lo sabía.

Ella estimaba que Alicia lo hizo. Por un lado, podría poner a prueba la tolerancia de Mateo y, por otro lado, quería aprovechar esta oportunidad para ver si podía hacer famosa a Julieta. Si se hiciera famosa, tendría a dos de sus subordinados que podrían ganar dinero. Por supuesto, esto fue una casualidad. Si las cosas fueran exitosas, Mónica no podría acudir a ella para culparla.

Es una pena que su idea sea muy buena, pero la realidad es todo lo contrario.

Julieta miró la mirada confusa de Alicia, y Julieta hizo una suposición audaz de que tal vez Mónica tenía algo que ver con este asunto.

—¿Por qué, no terminaste lo que te dijo Mónica, y ahora quieres venir a compensarme? —Julieta engañó a Alicia.

Alicia se apresuró a intentar explicarse con claridad:

—¿Qué tonterías dices, qué tiene que ver esto con Mónica? ¿Por qué crees que fui yo quien dio la noticia? ¡Claro que es porque eres desobediente! —dijo Alicia.

—Es curioso, ¿también es una razón? Ya que puedes recibir las noticias tan temprano y venir a verme, déjame hacer una audaz conjetura. Tal vez los paparazzi fueron comprados por ti.

—No tiene sentido.

—No hay que fingir, está realmente lleno de lagunas. —Julieta vio la conciencia culpable de Alicia de un vistazo. Al principio era sólo una corazonada en su corazón, pero ahora todo se confirma con las acciones de Alicia.

Julieta ya no se preocupó por Alicia, fue directamente a cambiarse la ropa mojada.

Alicia vino originalmente para conocer la relación entre Julieta y Hector, pero en cuanto vio a Julieta, fue derrotada por ésta antes de decir nada, olvidando por completo el propósito de su venida.

Después de que Julieta conociera a la autora de este incidente, no se preocupó tanto, sino que se relajó mucho.

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