Pedido de Amor romance Capítulo 36

—Jajajaja, bien, bien, bien, me siento mejor, muchas gracias, señor Aaron.

Diego miró a Aaron y le dijo:

—Mi hija ha sido muy mimada por su madre desde pequeña, no se lo tomes en serio, por favor.

—Sí, sí. Ella no sabe nada, así que no se enfade, señor Aaron.

Florencia sabía que Aaron tenía una identidad muy noble, así que le trató del “señor Aaron”.

—No la culparé —Aaron dibujó una sonrisa amable y dijo—. El médico dijo que todos los indicadores de la salud de Diego son normales y que puede ser dado de alta mañana.

—Muchas gracias, señor Aaron.

—Sí, si no fuera por la ayuda de usted, no sé cuándo habría despertado.

Florencia le dio las gracias a Aaron y le dijo a Selena:

—Le debemos tanto al señor Aaron que tienes que invitarlo a cenar esta noche. ¿Me oyes?

Selena frunció los labios, queriendo negarse, pero al ver las sonrisas de sus padres adoptivos, sólo pudo asentir con la cabeza:

—Ya lo sé, mamá.

Como no quería mirar la cara falsa de Aaron delante de sus padres adoptivos, se dio la vuelta y salió de la sala, dirigiéndose directamente a la enfermería.

—Disculpe, ¿puede decirme cuánto tengo que pagar para los gastos médicos de mi padre?

En la estación de enfermería, Selena preguntó mientras le daba a la enfermera el número de sala de su padre adoptivo.

—Diego Soria, ¿verdad?

—Sí.

—Es... —la enfermera miró el importe de la factura y se detuvo de repente mientras se acercaba a la pantalla del ordenador y murmuraba en voz baja—. ¿Hay algún problema con el sistema? ¿Cómo puede ser tanto?

—¿Qué pasa? —preguntó Selena.

La enfermera contó la cantidad antes de decirle a Selena con seguridad:

—Perdón, todavía tiene que pagar 2.375.824,33 euros.

—¡¿Qué?! ¡¿Más de dos millones...?!

Selena no pudo evitar soltar un grito y luego se tapó la boca por miedo a que sus padres adoptivos la oyeran.

Bajó la voz y susurró:

—¿Por qué es tanto? ¿Puede enseñarme la factura?

—¿Te has indignado hace un momento y ahora no puedes pagar la factura? —de repente, una voz sonó detrás de ella.

Selena se dio la vuelta y vio a Aaron mirándola con una sonrisa sarcástica en su apuesto rostro.

En ese momento, la enfermera ya había impreso la lista y se la entregó a Selena.

—Aquí está la factura, aquí tiene usted.

La enfermera habló con Selena, pero sus ojos seguían mirando a Aaron sin pestañear, salvo que su rostro se sonrojó involuntariamente.

«¡Este hombre es tan guapo!»

Selena sabía que el Hospital Santo era un privado de alto nivel y que el coste era muy elevado, pero no esperaba que fuera tan caro.

Miró la factura y sintió un dolor de cabeza.

La familia Lirio le había dado dos millones, había gastado ocho mil para contratar al detective privado y diez mil en el tratamiento de sus padres adoptivos, por lo que, le faltaba mucho para saldar las facturas..

«¿De dónde voy a sacar el dinero?»

—No puedo pagar...

El hombre se acercó a su oído y le dijo con voz grave:

—O puedes pagar la factura con tu cuerpo.

Su voz era grave, su aliento caliente le erizaba el pelo y le acariciaba la nuca, haciéndole sentir un cosquilleo y haciendo que recordara imágenes de su anterior intimidad con el hombre.

El rostro de Selena estaba muy maquillado, por lo que, no se podía ver que su rostro estaba muy sonrojado.

Se dio la vuelta y miró directamente a Aaron con sus ojos afilados y fríos.

—Señor Aaron, no se comporte como un bestia aquí.

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