¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 26

POV SERGIO

El día de ayer se puede catalogar como uno de los mejores que he tenido en mi vida. Todo parecía tan normal, tan tranquilo. Como si con Lía no tuviéramos un montón de problemas con los cuales tendremos que lidiar muy pronto. Me duele pensar que las cosas pueden comenzar a cambiar entre Lía y yo, me duele mucho, pero ¿Qué más podemos hacer? Las cosas ya están hechas y no me arrepiento de nada de lo que ha pasado.

Estoy completamente enamorado de aquella pequeña que está durmiendo a mi lado en el auto mientras que yo manejo hacia nuestra casa. Lía comienza las clases muy pronto, demasiado pronto en mi opinión y yo comienzo oficialmente la universidad muy pronto también. En verdad entramos el mismo día a clase, el próximo lunes. No tenemos nada listo y yo sé que es porque no queremos que esto termine, estas vacaciones. Ya tenemos suficientes cosas en la cabeza como para agregar además las tareas, los exámenes, trabajos... No estamos listos aún para eso o al menos yo no me siento listo aun para tener más cosas por las que preocuparme.

Soy un chico de 19 años, mi madre y mis dos mejores amigos murieron en un accidente en el que fui el único sobreviviente. Mi papá está loco, es un enfermo mental que ama controlar a las mujeres y ahora está viviendo con una nueva, su hija y conmigo. Me enamoré de su hijastra, es decir, de mi hermanastra y el amor es correspondido. A pesar de que lo intentamos no logramos estar separados y una cosa llevó a la otra y ahora mi hermanastra y novia está embarazada y yo soy el padre de su bebé. Empiezo la universidad en unos días y mi padre y la madre de mi novia llegan en unas semanas. Ellos no saben nada de nuestra relación y es obvio que no la aceptarán. Sin mencionar que deje embarazada a su hija de 16 años...

Si mi vida realmente está hecha un lío gigante. Pero aun así no cambiaría nada, ni siquiera el accidente ya que eso me llevó a donde estoy ahora. Una vida compleja, pero sé que tendrá un final feliz con mi hijo/a y Lía.

Luego de conducir muchas horas, tener mucha hambre y además haber pensado un montón de cosas, llegamos a nuestra casa, pero yo sufro de un dolor de cabeza enorme y sólo quiero dormir, pero debo cuidar de mi familia

Familia... wow suena muy lindo.

Con Lía comimos algo en el camino, aunque yo sigo con hambre, ella debe estar satisfecha, por lo que con mucho cuidado la tomo del asiento del acompañante y la voy a dejar a su cama. Le saco las zapatillas y la tapo con sus sabanas. No se dio ni cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor, pero me gusta que descanse de esa manera.

Decido que estoy lo suficientemente cansado como para cocinarme algo y me saco las zapatillas para acurrucarme al lado de Lía.

Apenas toda la almohada me quedo totalmente dormido.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

Me despierto por una vibración que siento en mi cabeza ¿Cómo es eso posible? Luego siento como una mano, una pequeña mano de Lía, se abre paso por entre la almohada tomando un objeto pequeño. Un celular.

-Parece que alguien está muy ansioso de contactarte- dijo con voz de sueño fingiendo estar celoso.

Lía se ríe y deja el celular a un lado, acostándose nuevamente bajo las cómodas sabanas y acomodándose junto a mí.

-Sólo es Kathy, ha estado un poco demasiado preocupada por mí. Le dije que le contaría todo cuando volviéramos a clase. Creo que está molesta, pero quiero decírselo en persona.

- ¿Por qué no vas a su casa? Aún debe estar un poco mal por el tema de Lucas y todo eso.

-Quiero estar contigo el mayor tiempo posible antes de que vuelvan nuestros padres. Quien sabe cómo serán las cosas después de eso.

Lía termina de decir aquello con una mueca de tristeza en su cara. Odio ver pena en la cara de las personas y mucho menos en aquellas que amo tanto, es por eso que antes de que la mente de Lía pueda seguir maquinando más cosas terribles, tomo la cintura de ella tomándola con sorpresa y la acerco a mí de tal manera que queda encima mío.

La cercanía que tengo con Lianna no puedo pasarla por desapercibida y mi cuerpo tampoco. Parece que todo mi cuerpo reacciona a su cercanía, a su tacto... a su mirada. Tomo su cara entre mis manos, como lo he hecho un trillón de veces, y la beso suavemente. Ella pone sus manos en mi nuca para profundizar el beso. Pareciera que quisiéramos matarnos mientras nos besamos, matarnos quitándonos la respiración. Sin que yo controle mis impulsos, mis manos viajan hacia su cintura, acercándola mucho más a mí.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Por qué eres mi hermanastro?