¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 32

No puedo creer que Sergio haya traído un amigo para la casa. Es algo demasiado bueno para ser verdad. Me alegro mucho por él, por fin se da la oportunidad de conocer nuevas personas que tal vez no pueden reemplazar a las que ya ha perdido, pero puede hacer nuevos recuerdos con ellas.

Yo en cambio, mis amistades están hechas un lío. Algo raro está pasando con Katherine, ya no es Kathy ni Kat, no, Katherine porque la muy maldita no me ha hablado bien desde hace dos meses. Ha dejado de ir al colegio, solo va cuando tenemos examen y después se va. No me contesta las llamadas y cuando voy a verla a su casa su madre me niega la entrada diciendo que Katherine no está en condiciones de recibir a nadie. No sé qué le pasará, no puedo entenderlo y Lucas tampoco. A él le ha estado haciendo lo mismo, no la ha visto en mucho tiempo y dice que las cosas iban bien entre ellos, a ella ya se le había pasado el enojo y todo. Las cosas pasaron de un día para otro, un día fuimos a tomar un helado después de clase y al otro Katherine dejo de ir al colegio y se convirtió en una desaparecida total para su novio y yo la que se supone soy su mejor amiga.

Hoy, antes de que Sergio llegara, recibí un mensaje de Katherine diciendo que tenía algo muy muy importante que decirme y que fuera a su casa lo antes posible. Obviamente no perdí la oportunidad de verla y aclarar las cosas, ya todo se estaba volviendo demasiado turbio y necesito saber que le ha pasado a mi mejor amiga.

Llego en bus lo más rápido que puedo y cuando llamo a la puerta de la casa de Katherine me doy cuenta de que está abierta, cosa que nunca sucede. Sin pensarlo dos veces, entro. Total, aquí todos me conocen. La madre de Katherine parece que no está ya que siempre está o en la cocina o viendo televisión y ahora no está en ninguna de las dos partes.

Subo las escaleras buscando a Katherine. Supongo que está en su habitación así que es la primera puerta que pruebo abrir y tengo suerte ya que ella está allí acostada en su cama, tapada hasta la boca con las sabanas de la cama lo que es extraño ya que no hace demasiado frío.

-Llegaste- me dice ella- Gracias por venir tan rápido

Me acerco a la cama y me siento a su lado. Ella, con un raro gesto, se aleja un poco de mí y me mira con cara de miedo.

-Pues no te he visto hace como dos meses- le digo con veneno en mi voz, estoy muy enojada como para ser normal- Tenía que aprovechar la oportunidad de que te dignaras a verme.

Ella parece dolida ante mis palabras y me arrepiento de inmediato por haberlas pronunciado. Siempre he hablado así con ella, no es una chica extremadamente sensible como lo está demostrando ser ahora.

-Lo siento- digo intentando arreglar las cosas- Pero desapareciste de un día para otro del colegio y lo peor de la vida de Lucas y mía. No sabemos nada de ti y cuando vas al colegio nos ignoras y luego te vas. No sabemos qué es lo que te pasa, somos tus mejores amigos se supone que deberías confiar en nosotros para contarnos lo que te pasa, no solo sacarnos de tu vida de un día para otro.

Katherine limpia un par de lágrimas que se le escaparon de los ojos y que corren por sus mejillas. A lo que he dicho solo lo ha respondido con un asentimiento de cabeza. No me dice nada y así nos quedamos unos minutos. Ella parece estar estar liberando una batalla interna porque mantiene el ceño fruncido y los labios rígidos.

Finalmente, suelta un pequeño gemido de sufrimiento y levanta las sabanas dejándome ver su cuerpo, llevándome la mayor sorpresa de mi vida.

Katherine está embarazada

Pero no un embarazo como el mío, recién empezando. No, su vientre es tan grande como una bola de fútbol. Ok, puede que este exagerando, no es tan grande. Puede tener entre unos seis y siete meses de embarazo, pero lo que más me sorprende es que la vi hace una semana en el colegio- fue a dar una prueba y se fue sin hablar con alguien- y su estómago era normal.

Acerco mi mano hacia su vientre buscando una almohada o algo que esté creando la ilusión de que mi mejor amiga está embarazada, pero al levantar su playera lo único que puedo ver es su estómago muy hinchado.

-Lo siento- dice ella ya que yo no digo absolutamente nada, estoy en completo shock- Lamento no haberte contado antes, no sabía cómo hacerlo, estoy muy asustada, Lía. Me enteré hace unos 4 meses y trate de que los dos primeros meses de enterarme fueran normales y me comportara como una chica normal, pero después de eso mi vientre comenzó a crecer y tome la decisión de hacer exámenes libres y no volver a hablarles en la vida...

- ¿Lucas sabe de esto? - pregunto interrumpiendo su relato.

Kathy solo agacha la cabeza y niega con la cabeza. Puedo ver que más lagrimas comienzan a correr por sus mejillas, pero yo sigo en shock. No puedo creer lo que estoy viendo y lo que me está contando.

- ¿Por qué no me dijiste nada, Katherine Ugarte? - intento controlar mi enojo, pero me cuesta bastante- ¿Acaso creíste que te iba a decir algo, que te criticaría? Por dios, Katherine, yo también estoy embarazada y me conoces lo suficientemente bien como para saber que te iba a apoyar en esto.

Tomo una pequeña pausa y respiro profundamente. No puedo alterarme, no quiero alterarme. Me dijeron los médicos que no podía alterarme demasiado por mi embarazo y trato de tomar cada indicación al pie de la letra.

-Es diferente- dice ella en un susurro- tú tienes a Sergio para que te apoye incondicionalmente.

-Y tú tienes a Lucas- le digo reprochándola- sabes que él te apoyaría, Katherine. Él te ama. Cuando ibas al colegio no tenías nada, apuesto a que te fajabas ¿verdad?

Katherine agacha nuevamente la cabeza con vergüenza y tiene mucha razón en tenerla. Cuando una mujer se pone una faja para ocultar su embarazo puede tener muchas consecuencias en el bebé, puede afectar al crecimiento de éste ya que lo aplasta. No puedo creer que haya sido tan irresponsable como para hacer aquello.

- ¿Cuántos meses tienes? - le pregunto

-Casi ocho meses- me responde

Pareciera que tuviera menos, pero claro ese es una de las consecuencias de ponerse una faja.

- ¿Sabes? Le diré a Lucas lo de tu embarazo y me importa una mierda lo que me digas. Él tiene todo el derecho de saber que es padre y tú no puedes quitarle ese derecho porque...

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