¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 50

Me despierto con dolor de cabeza, un grave dolor de cabeza. No es el mismo dolor de cabeza que da una resaca, después de beber mucho alcohol. No. Este dolor es diferente. Es un dolor agudo y penetrante.

Abro los ojos y me encuentro con una ya conocida habitación de hospital. Una blanca e inmaculada habitación de hospital. En uno de los sillones está mi Mila durmiendo junto a su hijo, Tommy, no sé cómo dejaron entrar al niño aquí, pero creo que tiene que ver con que Mila tiene un fuerte poder de convencimiento.

Decido que es mejor no molestarla. Parece muy cansada y no es para menos. Con el nacimiento del nuevo bebé de Lena y además con todo lo que pasó anoche...

Anoche

Comienzo a recordar todo el horror que tuvo como escenario principal la casa de la abuela de Sergio y como protagonistas mi hijo y yo.

León. Una imagen recorre mi mente y las lágrimas comienzan a salir por mis ojos sin poder detenerlas y creo que tampoco es buena idea que lo haga. La imagen de mi hijo lanzado al fuego por su abuelo comienza a quemarme a mí. No puedo creer que exista un ser tan maligno como lo es ese hombre. El padre de Sergio, el abuelo de mi hijo...

Sergio.

¿Por qué no está aquí? Algo debió de haberle pasado. Él no me hubiera dejado, así como así o tal vez está con León. Toda la incertidumbre me está matando y decido que no me importa cuán cansada este Mila en estos minutos. Necesito respuestas y creo que ella es la única que puede dármelas en este minuto.

- ¿Mila? - pregunto bastante fuerte, aunque no tanto ya que no quería despertar a Tomás.

Mila abre los ojos de golpe y me ve con claro alivio en su cara. Acomoda a Tommy en el sillón y se levanta de él para acercarse a mí. Se sienta en mi cama y comienza a acariciar mi cabello. Es un gesto que una madre o una hermana mayor haría. Eso es ella para mí, como una hermana.

- ¿Dónde están Sergio y León? - pregunto sintiendo como un nudo en mi garganta se forma, mi voz se quiebra y además las lágrimas comienzan a juntarse en mis ojos.

Mila me mira con un poco de pena. Eso no hace más que asustarme.

-Sergio y León están internados aquí, Lía- comenzó a decir- Alonso está con León, pero no le dicen nada de su estado ya que no es familiar ni nada. Fui a ver a Sergio hace poco, pero tampoco me dicen algo. Tampoco soy familiar. Pero los estúpidos doctores no entienden que a él ya no le quedan familiares más que tú y León... No entienden que su madre murió al igual que su abuela y que su padre es el responsable que esté así- hizo una mueca de dolor- Me dejaron estar contigo porque no presentabas grandes problemas. Sólo te desmayaste por inhalación de humo. Estaban esperando a que despertaras.

Asiento sin decir una palabra. El dolor de cabeza deja de ser agudo y me levanto de la cama bajo la atenta mirada de Mila. Ella no dice nada, pero con la mirada me dice que no está de acuerdo con que me levante tan rápido de la cama, pero no siento nada. No estoy mareada ni adolorida. Me siento muy bien y lista para saber en qué estado están los dos amores de mi vida.

Es en ese momento en que un doctor entra a la habitación y mueve la cabeza de manera horizontal mostrando su descontento con que yo esté en pie, pero realmente no me importa. Sólo quiero saber cómo está mi familia y nadie, mucho menos un doctor, me detendrá.

-Usted no puede estar en pie todavía, señorita López- dice con voz indulgente- Debería recostarse y descansar.

-Tengo que ir a ver a mi hijo- digo moviéndome hacia la puerta.

Pero él me detiene y me da una mirada reprobatoria, luego ve hacia Mila y ésta lo mira con la misma mirada que debo tener yo. Desafío.

Parece que se intimida ante nuestras miradas y me deja salir sin decir una palabra. Mila está detrás de mí con Tommy en brazos quien parece tener el sueño más profundo del mundo ya que no despierta con nada. Ella me indica hacia donde ir ya que no sé dónde queda el área de niños. Cuando llegamos a la habitación de mi hijo, veo a Alonso afuera de ella, peleando con uno de los doctores que parece estar ya perdiendo la paciencia con mi amigo.

Escucho como Alonso le grita:

- ¡Acaso no entiendes que todos sus familiares están hospitalizados! - dice él muy enojado.

-Creo saber que está su tío aquí- responde con mucha calma el doctor.

- ¡Ethan acaba de ser padre y la madre de su bebé está en operación por una complicación que tuvo! Ya tiene muchos problemas así que no le hemos dicho lo que pasó con su hermana.

-Lo siento, las reglas son muy claras, solo familiares pueden visitar a los niños- dice el doctor y se va

Comienzo a correr hacia él y Mila va hacia Alonso. Veo como se abrazan y me hace preguntarme que es lo que pasa entre estos dos. Cuando llego con el doctor él me mira extrañado.

-Soy la madre de León Orozco y exijo verlo y saber su estado ahora mismo.

El doctor me mira con compasión y toma de mi brazo muy amablemente para hacerme entrar a la habitación de León.

Veo como mi pequeño bebé está acurrucado en una pequeña cama de bebé. Veo que está conectado a muchos aparatos y es con esa imagen que mi visión comienza a nublarse y mis piernas flaquean. Comienzo a caer, pero el doctor me agarra del brazo antes de caer. Me obligo a ser fuerte. Si flaqueo no me dejaran ver a mi bebé de nuevo y de verdad necesito esto. Necesito estar cerca de mi hijo.

-Estoy bien- le digo al doctor soltándome de su agarre y manteniendo los pies firmes en el suelo.

- ¿Estás segura? - me pregunta él

-Si

-Bueno- comienza a decir- Su hijo León presenta varias quemaduras en su cuerpo, pero casi ninguna es de gran gravedad. Nos contaron lo que pasó y lamento mucho todo esto, Señorita, un abuelo debería querer a su hijo y protegerlo, no querer verlo muerto.

-Lo sé- respondo con un hilo de voz.

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