¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 51

POV SERGIO

Mis manos duelen, pero no tanto como ver mi hijo en el hospital con su pequeño cuello bastante quemado. Ya lo han despertado así que el dolor que debe estar sintiendo ahora mismo debe ser peor del que estoy sintiendo yo. Ha llorado mucho y con Lía hemos intentado calmarlo, pero parece que sólo los remedios que las enfermeras le ofrecen son capaces de aliviar el dolor que está sintiendo.

Justo hace unos minutos la enfermera se fue dejándonos a Lía y a mí con un León bastante más tranquilo. Al menos no está llorando.

-Me duele mucho verlo así, Sergio- me dice Lía sentándose al lado de León que juega con un peluche

El mismo peluche que salvé del incendio cuando tenía a mi bebé en mis brazos y pensé que ya lo estaba perdiendo. Que mi padre había conseguido hacer lo que él quería. Matar a mi bebé y mi felicidad, porque sin León, me costaría mucho volver a ser el mismo y ser plenamente feliz. No creo que hubiera sido lo suficientemente fuerte si perdiera a otro de mis seres queridos, de verdad no sé si hubiera podido resistirlo. Con perder a mi abuela ya ha sido suficiente. No puedo perder a más personas en mi vida. No más.

Flashback

Cuando llego al hospital en donde se encuentran todos mis amigos siento un pequeño dolor en el pecho. Un mal presentimiento me inunda todo el cuerpo y los pensamientos. Algo anda mal, algo anda muy mal y cuando veo a Alonso y Mila en el estacionamiento junto a mí sé que necesito volver con mi novia y mi hijo. Algo mal está pasando con ellos, puedo sentirlo. Tengo que ayudarlos.

- ¿Algo va mal? - me pregunta Alonso poniendo una mano en mi hombro- Estás muy pálido amigo, ¿estás bien?

Niego con la cabeza y sin perder tiempo me subo nuevamente al auto. Siento las puertas traseras abrirse y luego cerrarse y sé que tengo a mis amigos conmigo.

...

Cuando llegamos a la casa de mi abuela encuentro todo con llamas y gritos que provienen desde el interior. No dudo ni un segundo en correr hacia el interior de la casa y sé que viene Alonso conmigo, pero Mila también. Alonso se detiene al notar la presencia de Mila.

-No- le dice- Tú no vas a entrar. Ni pienses en que dejaré que lo hagas. Quédate afuera, al menos hazlo por Tommy, puede ser peligroso allí dentro

Mila niega con la cabeza y lágrimas comienzan a correr por sus mejillas

-No, necesito ayudar, necesito...

- ¡Y yo necesito concentrarme en ayudar a Lía y León sin tener que preocuparme por la chica que me trae loco!

El grito de Alonso nos deja atónito a Mila y a mí y es ese el momento en que Alonso toma mi brazo y nos lleva hacia el interior de la casa dejando a Mila atrás.

Cuando llegamos a la habitación que solía ser mía todo parece en cámara lenta. Veo como Roberto lanza a mi hijo a las llamas. Veo como el cae en las llamas.

El tiempo para mí se detiene. No puedo perder a mi hijo. No, no puedo.

Por favor, Dios no te lleves a mi bebé.

Fin flashback

Debo estar feliz porque sigo teniendo a mi familia y amigos a mi lado. Mi novia sigue conmigo y mi hijo también. Mis amigos y amigas están bien también.

-Me alegro de que todo haya terminado- le susurro a mi novia al oído- Por fin mi padre está en la cárcel y no creo que salga en mucho tiempo allí.

Un silencio queda entre nosotros. A Lía no le gusta hablar de Roberto, pero a veces lo encuentro inevitable para mí. Necesito expresar lo mucho que lo odio.

-Ojalá muera en la cárcel- digo

Lía me mira y deja un pequeño beso en la frente de León, quien le sonríe y vuelve a su juego. Parece que está mejor de lo que imaginé. Lianna se acerca a mí y comienza a abrazarme de una manera muy dulce e íntima.

-No digas eso- me susurra- Sea lo que sea, haya hecho lo que sea, es tu padre. Tienes derecho a odiarlo, pero no digas que lo deseas muerto. Eres mejor que eso, amor. No digas cosas así que después puede que pase y te sentirás mal por haber dicho algo así. Créeme, te conozco y por mucho mal que te haya hecho alguien, tú no eres capaz de pensar mal para siempre.

Pongo mis manos en su espalda y la acerco más a mí con mucho cuidado y amor. Lía tiene razón y es la única persona que me mantiene cuerdo a estas alturas.

-Te amo- le digo.

Ella sonríe y acerca sus labios a los míos para fundirnos en un beso tierno, pero a la vez apasionado. Intento constantemente acercarla más a mí, aunque creo que eso no es posible.

-Yo también te amo a ti- responde

Vuelvo mi atención a León que nos mira muy divertido desde su cuna de hospital. Tiene una venda en el cuello que nos evita ver la quemadura que tiene en ese lugar. Sé que le quedará una cicatriz, pero le enseñaremos que eso es una herida de guerra más que otra cosa y que no tiene que avergonzarse por ello.

Lía también fija la mirada en León y este al tener nuestra completa atención comienza a reír. Bueno, creo que este niño está cada vez mejor. Lía y yo sonreímos a respuesta de la sonrisa de León y él se siente satisfecho y sigue jugando.

- ¿Has ido a ver a tu hermano y a Helena? - le pregunto a Lía mientras ella sacude su cabeza.

-No me he querido separar de ustedes, aunque están bien, han pasado solo dos días desde el incidente.

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