¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 52

POV MILA

Hoy es un hermoso día o al menos lo sería si no tuviera que ir a la universidad y tener que dejar a mi pequeño hijo a cuidado de otras personas que no sean yo. Soy una madre acaparadora y me gusta que Tommy este siempre conmigo, pero sé que eso es bastante tonto de pensar por mi parte ya que tengo que sacar una carrera y poder mantener de mejor manera a mi hijo.

Quiero darle la vida que él se merece

Los padres de Gabriel me ayudan bastante con mi hijo, ellos quieren mucho a su nieto y es que es lo único que les queda de su hijo.... Bueno, ahora mismo estoy vistiendo a Tommy para ir a dejarlo donde sus abuelos, los padres de Gabriel. Lo extraño bastante, ¿saben? Me gustaría tener una ayuda del padre de mi hijo y lo peor es que sé que lo tendría si ese estúpido accidente de auto no hubiera pasado. Yo lo amaba y me lo han quitado para siempre. Me quitaron al chico que más quise y también le quitaron a Tommy su padre. Duele. Duele como las mil mierdas, pero ya he aprendido a vivir con ese dolor.

Pero aquello no dice que vaya en disminución y el hecho de que algún día tendré que contarle a Tomás lo que pasó son su padre duele aún más.

...

Cuando llego a la casa de los que fueron mis suegros en algún momento, Tommy se emociona mucho. Sabe que estamos en la casa de sus abuelos.

La madre de Gabriel abre la puerta y nos saludamos me deja entrar y me sirve una taza de café. Que bien, la necesito para mantenerme despierta en las clases hoy.

-Lo pasaré a buscar a la hora de siempre, Hilda- le digo dándole un beso sonoro a mi hijo en la mejilla

-Mila, hija- dice poniendo sus manos en mis hombros- Estás muy delgada y algo pálida. Te estas descuidando, hija- noto como unas pequeñas lagrimas se agolpan en sus ojos- Tienes que seguir adelante Mila. No puedes quedarte estancada en el pasado. Tienes que continuar tu vida. Tienes que enamorarte de nuevo...

No dejo que continúe hablando y beso su mejilla a modo de despedida. Salgo de la casa sin mirar atrás y escucho el llanto de mi hijo al darse cuenta de que me he ido. Me siento tranquila con ello, sé que Hilda lo cuidará igual de bien que siempre.

Pero no creo poder seguir su consejo.

...

Lo primero que veo cuando estoy en el pasillo para llegar a mi clase es una cara familiar. Una cara de un muchacho bastante desagradable e insistente que conocí hace ya bastante tiempo cuando fui a ver a al idiota de mi mejor amigo Sergio.

Alonso está aquí, pero ¿Qué mierda hace aquí? No lo había visto antes y esta es una universidad bastante pequeña. Debe ser su primer día.

¿Alguien puede explicarme como es que en su primer día ya está besando a una chica contra los casilleros? Lo peor de todo es que justo es en mi casillero.

Aclaro la garganta ya que si espero a que su festival de besos termine quizá termine llegando tarde a clase.

Los dos se separan al escucharme y Alonso me da una sonrisa que cuando era más joven probablemente hiciera que me derritiera, pero ahora estoy mucho más madura y a prueba de balas seductoras.

Soy un bloque de hielo.

-Lamento mucho interrumpirlos, pero de verdad necesito sacar cosas de mi casillero- digo señalando el casillero que la chica a la cual no conozco está.

Ella me da una sonrisa de pocos amigos y se despide de Alonso. Creo que ahora la odio más por dejarme sola con el mujeriego éste.

-Que agradable sorpresa es esta querida Emilia

- ¿Quién te dijo mi verdadero nombre? - respondo azotando la puerta de mi casillero. Odio mi nombre.

-Un idiota con ojos de dos colores

Voy a matar a Sergio tan lentamente que lamentará haber conocido y hacerse amigo de este idiota sin cerebro. O no si lo tiene... en su miembro.

Asiento y camino hacia mi clase, pero tal y como estaba con la chica anterior, Alonso me acorrala contra los casilleros.

- ¿Acaso no me darás la bienvenida? - pregunta muy cerca de mi cara

Con ambos brazos lo empujo y lo alejo de mí. No es un buen día para que este idiota este seduciéndome. No después de lo que dijo la madre de Gabriel. Estoy muy sensible.

-Creo que esa chica ya te la dio y parecías muy feliz con ello y más que bienvenido.

-Pues me gustaría y me sentiría mucho más integrado si tú me dieras la bienvenida de esa forma...

Mi mano se golpea contra su mejilla y su cara de sorprendido no se la saca nadie. Aunque creo que está más sorprendido por el hecho de que esté yo llorando a que lo haya golpeado.

-No soy una pequeña prostituta si es eso lo que estás insinuando. No seré una más de tu maldita lista de mujeres por una simple razón: Tomás. Niño al cual tu conoces y sabes que soy su madre. Tengo un hijo de casi 2 años y muchos problemas como para estar pensando en pasar el rato contigo...

Me doy media vuelta y me alejo de donde está él. No lo quiero en mi vida, sé que solo traería desastre a ella y no estoy para eso.

...

No puedo creer que Alonso haya llegado a esta universidad hace tan solo 2 meses y ha haya estado con más del 80% de todas las chicas las chicas que estudian aquí. Creo que sólo somos Lena y yo las que no estamos realmente interesadas por él

Pero al menos a Helena no la persigue.

Cada vez que este hombre me ve corre para estar a mi lado. Al menos ya cesó de coquetearme y solo me busca como una amiga. Al menos eso es lo que él dice, pero no sé si creerle mucho.

Ahora mismo estoy sentada en el pasto de la universidad y diviso a Alonso besándose con Amelie una chica de mi clase. Alonso abre los ojos y me ve, se separa de Amelie y la deja allí para venir corriendo hacia donde estoy yo. Puedo ver a la chica con un claro puchero en sus labios.

Lo siento chica, Alonso siempre me preferirá a mí.

Me sobresalto ante este pensamiento. ¿Qué mierda me pasa? He estado pensando mucho últimamente en él. Ha sido tan simpático y atento conmigo y Tommy... Nos ha llevado a pasear al parque, juega con mi hijo, intenta enseñarle palabras y cuida de él cuando estoy muy cansada para hacerlo y siempre lo hace con una sonrisa en la cara. No creo que él se dé tanto trabajo solo para conseguir que sea una más de su lista ¿o sí?

- ¡Emilia! - dice tirándose sobre mí haciéndome reír y acostándose a mi lado- Que bonita sorpresa el que estés aquí relajada y no estudiando como una maniática.

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