Porque Yo lo digo (COMPLETO) romance Capítulo 17

-No puedo ayudarte con eso, lo siento

Soltó tajante luego de un silencio demasiado largo, no dejaba de mirarlo buscando una sonrisa torcida o algo que le indicara que estaba tomándole el pelo, que solo intentaba medir su compromiso con el trabajo ¿hasta dónde estaba dispuesta a llegar? Pero estaba tan seria y ofendida, su expresión lo decía todo, ojos bien abiertos, sin brillo, nada de expresiones faciales. Su rostro estaba congelado.

-Danielle, piénsalo..., será un acuerdo absolutamente limpio, ambos seguiremos tal cual... -intenta convencerla desesperado por un "sí"-. Es solo un papel, un documento, se puede anular –explicó con voz suave y paciente

-¡No! -soltó fuerte y claro

-Al menos dime que lo vas a pensar, piénsalo

-No

-Di otra cosa, por favor

Volvió a pedir realmente angustiado, ella solo estaba allí con sus grandes y repitiendo un "no" a cada intento por convencerla que hacía, ni siquiera argumentaba su "no"

-No puedo -negó repetidas veces con la cabeza convenciéndose de lo que acababa de pedirle

-Tómalo como un aumento, un ascenso, recibirías dinero cada mes y no tendrías que ir a la oficina

-No, no intentes convencerme, es algo completamente sucio ¡descabellado!

-Ayúdame

-Búscate a otra -espetó con los dientes apretados, comenzaba a ponerse roja, pero de rabia

-No, tú..., tienes que ser tú -estaba convencido que solo podía ser ella, quería que fuera Danielle, y nadie más que Danielle...

-¡Que no! –levantó la voz furiosa, de pronto todas las lindas palabras que le ha estado dedicando y el coqueteo le supieron a limones ácidos

-Quiero que seas tú, Danielle, solo tú puedes ayudarme. Todo depende de ti

-Nicholas, no me vas a comprar –le advierte

-Lo sé, por eso es que eres perfecta

-Entonces no insistas, esto es humillante, quieres que me venda por un ¡POR UN EDIFICIO! –suelta con un nudo en la garganta

-Ayúdame, por favor Dani, te lo pido...

-Te puedo ayudar con lo que sea, con lo que quieras excepto esto –ahora parecía estar a punto de echarse a llorar, de pronto se sintió manipulada..., y pensar que llegó a creer que alguien como Nicholas, podría sentirse atraído por alguien como ella...

-Será como el trabajo, sigo siendo tu jefe

Y ahí estaba el antipático, egoísta y pretencioso jefe que recordaba. Seguía siendo ese, el tratarla bien fue solo "su estrategia". Puto

-No me gusta mentir, por favor ya basta

Pidió angustiada ¿realmente pensó que diría que sí? ¿Tan mala impresión tenía de ella? Adiós autoestima, no podía estar más herida, OFENDIDA.

-No tendrás que hacerlo, no vas a mentir –continúa

-Tengo que fingir ser tu esposa ¿eso no está catalogado como mentira? –suelta sin evitar el sarcasmo en la pregunta

-Serás mi esposa, será real

-Yo no..., no puedo hacerlo... -susurró a punto de echarse a llorar

-Al menos prométeme que lo vas a pensar, podemos redactar un acuerdo con límites, reglas, lo que quieras, como tú quieras

-Que descanse, señor Allen... -se despidió, ya no aguantaba las lágrimas y se negaba a que la viera llorar

-Te lo ruego...

Wow, ella sintiéndose reducida a nada y el escuchándose así de vulnerable, de desesperado por conseguir una solución por conseguir eso que tanto deseaba su abuelo sin importar el costo o las consecuencias que trajera... Pero iba en contra de los principios de Danielle, no podía aceptarlo. Para él, solo era un mero papeleo, para ella la palabra matrimonio era importante, algo que respetar, no un juego para obtener lo que quieres, por dinero..., ya tenía el ejemplo del desastroso matrimonio de sus padres, no quería tener que pasar por eso nunca, aunque solo fuese un "arreglo"...

Lo fulminó con la mirada por unos instantes más, para que se diera cuenta de lo horrible que era para Danielle, lo que él, pretendía que hiciera. No dijo una palabra más, Nicholas, lo captaba pero no desistía, traía el pelo alborotado de tanto tirar de el en la desesperación por convencerla y cuando iba por el siguiente intento ella dio por finalizada la videollamada más extraña que ha tenido en su vida.

Como un zombie, se levantó de la silla, no quería estar allí rodeada de él. Dejó todo encendido, cerró con llave y se fue a casa, no escuchaba nada a su alrededor, no se dio cuenta de cómo llegó, era como si estuviera en piloto automático, repetía la videollamada una y otra vez en su cabeza. Ni siquiera se puso el pijama, llegó al apartamento, se quitó los tacones, la falda, la chaqueta y tal cual se metió a la cama.

Ese sábado se reunió con Amanda. La llevó a una fiesta temática a la que fue invitada por el piloto con el que estaba "saliendo" no oficialmente. Era todo ambientado en la selva, y realmente parecía que se hubiesen subido a un avión y viajado un millón de kilómetros lejos de los problemas, porque se divirtió como nunca, bailo hasta que sus pies no soportaron más sus tacones y bebió como loca, entonaron cada canción de Bon Jovi, que el DJ, puso gritando la letra de "Livin' on a prayer (Viviendo una oración) que a Danielle, le pareció tragicómica..., ya saben se trata de gente que trabaja duro y lo aguanta por "amor"..., ¡ha! Estuvo tentada a enviarle un mensajito a Nicholas, pero no, no iba a arruinar su sábado, la tía Jaz, tenía razón, se sentía tan bien divertirse con su amiga y comer cada bocadillo dulce que encontraron.

-Este vestido es demasiado ajustado, se me van a escapar los pechos –gritó Danielle, sobre la música, estaban en la barra esperando que les prepararan la próxima ronda

-¡Tus tetas! -ríe Amanda-. Pero si son bonitas, ni muy grandes ni muy pequeñas

-No hables de mis..., mis... -tartamudea insegura

-¡Dilo!

-De mis tetas...

-¡Vaya Danielle Ross, estas desatada! –ríe con ganas

-Cierra la boca, creo que me voy a desmayar, este vestido es demasiado ajustado

-Oye si quieres desnudarte puedes hacerlo, ya pasamos por la piscina llena de borrachos semi desnudos, puedes unírteles, sabes que no diré nada –levanta ambas manos dejando la decisión en ella

-No seas tonta, esa agua debe estar llena de fluidos –hace una mueca de asco

-¡Sí, verdad! –otro ataque de risa, le encantaba la Danielle, relajada

-¿Podemos salir por un poco de aire? De verdad siento que me voy a desmayar

-¿Es buen momento para confesar que los pastelitos con crema eran de cannabis?

-¿Me estas tomando el pelo? ¡Comí marihuana! –chilló boquiabierta

-Estabas tan relajada, vamos que no hace nada malo –intenta convencerla con un poco de culpa en la voz..., solo un poco

-Pero..., pero yo... ¡Eres una idiota!

-Solo déjate llevar, yo te cuido –le guiñó, pero lo decía en serio.

-Más te vale

Y antes que pudieran tomar sus vasos recargados y moverse de la barra el celular de Danielle, comenzó a sonar. Eran las 3 de la madrugada, estaba borracha y nunca recibía llamadas a esa hora, así que contestó sin dudarlo, podría ser importante

-¿Hola? –alzó la voz sobre la música

-Danielle..., hola –saludó sorprendido, pretendía dejarle un mensaje en el buzón

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