Porque Yo lo digo (COMPLETO) romance Capítulo 31

NICHOLAS

¿Por qué aun no aparece?

Conociendo su maravillosa puntualidad ella ya debería estar aquí. Siempre llega al menos media hora antes..., no quiero suponer que se hartó de mí y que no volverá..., no, no, no puedo ir allí otra vez, ya me pasé el fin de semana completo pensando en la posibilidad de perderla y NO ES UNA OPCIÓN. PUNTO.

Aquí voy otra vez. Ya es quinta vez que me dirijo a la maldita sala de descanso esperando verla preparándose una taza de té con dos cucharadas y media de azúcar, sí, por muy patético que suene me he fijado en cómo le gusta su té, desde que me sentí en aprietos cuando quise prepararle una taza cuando se sintió mal y me di cuenta que desconocía algo tan simple como aquello que desde entonces estoy pendiente de lo que hace y como lo hace...

Y ahora yo la hago sentir mal...

Estoy convertido en un completo y absoluto desastre, no dejo de pensar en todas las cosas que le dije a Danielle, y en cómo la traté porque estaba furioso...

Y lo peor es que ahora analizando el motivo por el cual inició mi fastidio con ella, me doy cuenta que esa noche cuando conseguí que me contestara podría haber ignorado los celos, el enojo, lo ofendido que me sentí por haber sido olvidado y haberle dado una nueva oportunidad..., habríamos pasado al fin la noche juntos y creo que la mañana siguiente porque no pensaba dejarla ir tan fácilmente...

Pero no lo hice.

Me pasé el fin de semana entre lamentos y vaciando el bar de mí casa. Soy un pésimo bebedor, me emborracho y no me detengo hasta caer inconsciente..., que fue lo que ocurrió el sábado.

Y el domingo..., el domingo la odiosa de Kristal, mi hermanita se plantó en mi casa sin previo aviso a las 9 de la mañana y no se movió hasta que consiguió que saliera de la cama, me diera una ducha y me vistiera apropiadamente. Me arrastró hasta la casa de mis padres, tendrían un almuerzo con los Mitchell, la familia de Vanessa, son amigos de toda la vida e insisten en que yo esté presente porque aún creen que un día me declararé, si claro, somos amigos, es linda y sexy, pero no mi tipo

Mi tipo es Danielle, solo..., Danielle...

Ella es..., demonios pero si estoy sonriendo solo de pensar en Danielle..., tengo que parar y controlar mis hormonas o alguien me verá y añadirá a mi descripción "desquiciado".

Y la sala de descanso sigue vacía, solo quedan 10 minutos para las 8 de la mañana. Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón y miro la pantalla, voy a su número en la lista de contactos, miro la información y no, no la llamo, pero no es por falta de ganas, de hecho me sobran, pero ella quiere espacio, y está bien, lo entiendo...

Regreso el celular a mi bolsillo, me giro y camino hasta recepción y me paseo por 20 malditos minutos hasta que aparece la secretaria. Tarde. Como siempre.

Me entretengo llamándole la atención y recordándole que el dinero no se regala, se gana...

¡MIERDA!

Danielle, no va a venir a trabajar hoy, aun no le pago. Soy un imbécil, llevo más de medio mes de retraso todo por mi estúpida venganza, bueno ya no es por eso, ahora solo es por mi ineptitud.

Le suelto un "ponte a trabajar" a la secretaria ignorando sus excusas y regreso a mi despacho volando, le marco a Tamara, me contesta la asistente, le pido que me llame cuanto antes y mientras me regresa el llamado me siento en mi escritorio y busco la planilla del banco para hacer la transferencia..., pero recuerdo que no tiene sus documentos, tiro el mouse lejos y busco mi chequera en el cajón y garabateo su cheque, y no me gusta mi caligrafía así que lo rompo y trato de nuevo hasta que queda perfecto, como los que hace ella...

¿Qué fue eso? ¿Ahora soy cursi? ¡Qué te pasa Allen! Una mujer no puede dominarte..., aunque ella ni siquiera lo intenta, no quiere nada de mí, en cambio yo..., quiero consumirla, quiero que me necesite, que me desee solo a mí, que no piense en nadie que no sea yo. En nosotros...

Voy a enloquecer. Me contuve todo el fin de semana de ir a tocar su puerta para pedirle incluso rogarle por otra oportunidad, intenté llamarla al menos cada media hora y si no fuera porque Tamara, tocó a la puerta ya estaría marcándole

-¡Adelante!

Frustrado lanzo el maldito celular que no deja de aparecer en mi mano sobre el escritorio y miro a Tamara, acercarse.

-Buenos días ¿qué puedo hacer por ti Nicholas?

-Tamara, hay alguna cláusula en el contrato o el reglamento de la empresa que diga algo sobre el retraso de un pago ¿una compensación tal vez?

-¡Nicholas! ¿Aún no le pagas a Danielle?

-No... -y no tenía excusa

-Dios, ya van 16 días, la pobre está sin luz, tiene cuentas que pagar –exclamó molesta por mi descuido, tiene razón

-¿Cómo es eso que está sin luz?

-La gente normal paga facturas todos los meses, Nicholas

Me está regañando por tener dinero..., bueno es cierto, yo no me preocupo de esos asuntos, todos los asuntos ya sea de mantenimiento o gastos de la casa se pagan a través del banco, mi cuenta no tiene límite, además Patricia, tiene una tarjeta de crédito para comprar lo que haga falta, pero Danielle..., ella me mencionó que paga muchas cosas, incluyendo la deuda que le heredó su inútil padre

Y ahora la he dejado sin luz por dos semanas, soy un monstruo, y todo porque decidí arruinarlo todo y ser un... ¿cómo me llamó ella? Prepotente..., no, maleducado

-¿Es mi culpa?

Claro que lo es IDIOTA, ni siquiera sé por qué lo pregunté, tal vez para borrarle la miradita insinuante de la cara

-Escucha -hace una pausa, si, piensa bien en lo que vas a decir-. No quiero sonar entrometida pero si estás involucrándote con ella, no puedes mezclar las cosas, eso es falta de ética, la mayoría dependemos de nuestros salarios para vivir, para funcionar, no dejes de pagarle porque te rechace o lo que sea

-¿Ya acabaste?

-Esa chica es lo mejor que te pudo haber pasado

-Lo sé

-¿A sí? –está sorprendida

Sí, maldita sea, quita esa expresión de la cara Tamara, es lo mejor que me ha pasado, lo tengo claro. Pero aun así sigo cagándola, abro la boca y lo arruino todo. Todo.

-Ya me escuchaste

¿Por qué no puedo dejar de ser un idiota? A, sí, claro, me gusta tener la última palabra y hacerle saber a todos lo importante que soy.

-Gracias a Danielle, esta oficina ya no es un campo de concentración donde al primer error todos sufrimos tu ira desmedida, ya no hay gritos, ya no hay insultos, está ordenado, muy organizado y eres accesible

-Soy consciente de sus cualidades

-Bueno ve diseñando su altar porque como renuncie te vas a la...., mierda

-¡Ella no va a renunciar!

Salto, incluso me levanto de la silla, ella no se va a marchar.

-Entonces deja de hacerle daño, no está bien, apuesto que tiene problemas y por la expresión en su rostro se ve que no habla de ello, necesita que la escuchen, que la cuiden

-¿Me estás dando consejos amorosos?

-No, por favor no, eres terrible en las relaciones, te he visto en acción

-Te estás pasando "Tamy", ella es de mí interés personal y voy a hacer lo que se me dé la real gana

-Págale de una maldita vez, y la compensación es del veinte por ciento de su salario

-Quiero darle el cincuenta por ciento más, y que un mensajero le lleve el dinero en efectivo hasta su apartamento

-Muy bien, veré que se haga, pero recuerda, no mezcles

-No

¡Odiosa, ya lárgate! Le habría gritado con gusto

-Bien, la voy a llamar para que esté al tanto

-No, yo la llamo

-Deja que confirme el trámite, hay que hacer un retiro importante

-Haz tu trabajo y rápido –soy un cretino

-Sí jefe, como usted diga

-Tienes 10 minutos y se discreta

¿Qué mierda me está pasando? Yo no soy así de irresponsable JAMÁS habría dejado de pagarle a uno de los empleados...

QUE MIERDA ¿A QUIEN QUIERO ENGAÑAR? LO HICE A PROPÓSITO. Estaba celoso y furioso y CALIENTE, esa mujer me calienta de tantas maneras que no quiero que nadie la mire, necesito ese privilegio, solo mío... solo mía

-¿Nicholas? ¿Hola?

Demonios ¿cuándo te llamé? Tengo el celular en el oído antes de darme cuenta y ella está al teléfono..., me respondió..., contestó mi llamada

-¿Hola?

¿Esa es su voz? Suena débil y..., algo áspera, creo..., esto no me gusta

-Hola..., yo, hola ¿estás bien? Tu voz se escucha algo extraña

Dime que tienes, ahora. Por favor..., tengo que practicar esa mierda si quiero que me dé una oportunidad

-Solo miraba una película..., estoy bien

Suena avergonzada, que linda. Pero son las 8:40 de la mañana... ¿qué hace despierta si no pensaba venir a la oficina?

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Porque Yo lo digo (COMPLETO)