Porque Yo lo digo (COMPLETO) romance Capítulo 32

Lunes 19 de noviembre

  Y allí estaba ella, exactamente media hora antes de su cita, tan precavida como siempre. Bajando de un auto rojo se acomodó el abrigo negro que llevaba y puede que solo transcurriera un fin de semana desde que ella y Nicholas se vieron, pero su semblante era otro, su rostro tenía color, sus mejillas un ligero y casi imperceptible rosa adorable, y sus ojos volvieron a tener ese brillo atractivo que tanto lo atontaban..., armada con unos jeans azules que se ajustaban a la perfección a su figura combinados con unos botines de tacón alto que hacían que sus piernas lucieran mucho más largas. Acompañada por su tía Jazmín, que era quien conducía, avanzaron por el estacionamiento y solo unos metros más allá se reunieron con Leo, quien fue con ellas, pero decidió ir en su propio auto. Él y Jazmín, estaban bastante serios y hablaban muy concentrados mientras el Danielle, intentaba ganar distancia, lo último que quería era que le dijeran algo a Jim, antes que ella tuviese la oportunidad de hablarle. Así que se acercó a la recepción y le indicó a la secretaria que tenía hora con el doctor Greg, la mujer le indicó que esperara en la sala de espera unos minutos mientras el doctor acababa con su paciente.

Aunque la intención de Nicholas, no era ocultarse, al verla entrar en la recepción inconscientemente dio un paso atrás y observó cómo intentaba conseguir algo de distancia de las dos personas que la acompañaban, hirvió en celos instantáneamente en cuanto vio que el trajeado le tomaba la mano buena y le daba un pequeño apretón, pero la incomodidad que reflejaba la media sonrisa que le lanzó Danielle, le dejaron claro que algo no iba nada de bien.

-¡Danielle!

La llamó Jim, saliendo de su consulta acercándose con una resplandeciente y contagiosa sonrisa en el rostro.

-Buenos días Jim, gracias por recibirme –le dedicó una media sonrisa al tiempo que se levantaba de la silla.

-Es un placer, que linda te ves hoy –se inclinó levemente para saludarla de un beso en la mejilla

-Gracias, espero no haberte interrumpido

-¡Para nada! Dime ¿Cómo te has sentido, que tal el fin de semana?

-Tranquilo, aunque el sábado tuve un poco de dolor, pero ya estoy mejor –comentó nerviosa, no quería que su tía escuchara aquello, ya estaba lo suficientemente preocupada

-Necesitamos esa radiografía ahora -asintió pensativo-. Mi consulta es aquella con la puerta abierta, te alcanzo en unos minutos -señaló la puerta frente a ellos-. Iré a preparar la sala de rayos

-Gracias Jim

-No tardo

Y guiñándole se alejó, pero no sin antes hacerle un discreto gesto a Nicholas, para que fuera con ella a su consulta. El doctor era muy intuitivo. 

Así lo hizo. Sin tiempo que perder la observó entrar en la consulta pero antes de dar un paso más hacia el interior les dio una mirada a sus acompañantes, hablaban en la zona de espera, suspirando a Nicholas, le pareció que se preparaba para algo difícil, tal vez sabía que él estaba allí, así que no le dio más tiempo para que pensara o dudara y entró tras ella, cerrando la puerta con cuidado...

-Hola Danielle –la saludó Nicholas

Sobresaltada por aquella grave voz tan familiar se giró rápidamente para encontrarse con esa oscura mirada, en el fondo sabía que Nicholas aparecería en algún momento.

-Nicholas... ¿qué haces aquí? –preguntó aunque ya sabía la respuesta

-Te dije por la mañana que necesitaba verte –le recordó acercándose a ella

-Pero...--

Estaba a punto de recordarle que se verían el martes en el trabajo pero su intensa mirada le robó el habla momentáneamente

-¿Recibiste el dinero? –necesitaba la confirmación antes de olvidar el asunto

-Lo recibí..., y tuve que firmar el documento –mencionó incómoda

-No lo rechaces -pidió antes que protestara-. Fue mi culpa, además es política de la empresa por el retraso

-Pero es solo el veinte por ciento –le recordó con suavidad, no quería discutir con él, sabía por qué lo hacía. Culpa.

-El cincuenta –gruñe insistiendo con suavidad

-No hagas diferencias conmigo, es incómodo y me hace sentir..., no lo sé -suelta aire con fuerza-. Es incorrecto, solo soy una trabajadora más

Lo pensó, esta vez se tomó un momento para escoger sus siguientes palabras y la miró fijamente, su expresión coincidía con su contestación, estaba incómoda recibiendo más dinero del que corresponde y tiene derecho a imaginar posibles motivos nada profesionales...

-Dejando de lado lo atraído que me siento por ti, sí, hago la diferencia, no voy a tratar o dejar que traten a MÍ asistente como una más –y estaba hablando en serio

-Esta discusión no llegará a ningún tipo de acuerdo

Suspirando Danielle, se apartó un par de pasos, su aroma y cercanía la tentaban a ceder y necesitaba que entendiera por qué no aceptaba el dinero o por qué no saltaba a sus brazos al instante, tenía que comprender la posición en que se encontraba ella, si alguien en la oficina se enteraba el chisme que se armaría no sería para nada lindo, al menos para Danielle...

-No hay nada que discutir, fue mi error y estoy siguiendo el protocolo de la empresa, vas a aceptar el dinero porque te lo ganaste, trabajaste por ello y lo mereces, punto

-Nicholas... -soltó un poco abrumada por emociones tan contradictorias

-¿Quién es el tipo que viene contigo y esa mujer? –cambió de tema, este sí le interesaba por completo

-Es un amigo y "esa mujer" es mi tía, así que no vuelvas a referirte a ella en ese tono tan despectivo –le advierte muy seria

-Si me lo pides así –le lanza una media sonrisa torcida, complacido con su reacción

-¡No hagas eso! –intentó sonar molesta pero lo cierto es que le encantaba ver esa sonrisita pícara

-¿Qué tipo de amigo? Dime -exigió volviendo a su semblante usual-. Por favor –susurró suavemente consciente de su tono y recordando usar más esa palabra

-Solo un amigo

-Explícate

Y hasta ahí le llegó la sutileza, exigió una respuesta que le gustara, eso era lo que quería decir ese tono tan demandante

-Nicholas, no quiero sonar descortés pero no tengo por qué responder si me hablas de ese modo, no puedes exigirme nada, no estamos en el trabajo

-No fue con esa intención -se apresuró a explicarle-. Es que no puedo evitar los celos que me provoca verte con otro hombre, sin importar quién demonios sea

-¿Celos?

-Sí. Muchos.

Y ya comenzaba a gustarle esa arruga en su frente, la que aparecía cada vez que él, se enfadaba.

-Es el esposo de mí..., de mi mejor amiga –explicó con amargura

-¿Y qué hace contigo y tu tía?

-Es abogado...

-¿Y? ¿Lo necesitas para venir al doctor? –soltó en tono burlón

-En esta ocasión sí –aparta la mirada incómoda

-Danielle...--

-Ya..., Jim, puede venir en cualquier momento -mira hacia la puerta rogando que apareciera-. No es el lugar...

-Dime, quiero saber –pidió con cautela, no quería que lo apartara

Se miraron a los ojos por unos instantes, ella debatía si hablar o no del motivo por el cual había llegado con Jazmín y Leo, aunque estaba segura que de todos modos se enteraría

-Mi fin de semana fue horrible –confesó resignada a tener que hablar de ello

-No te detengas, dime más

-Mi tía se enteró de lo que está pasando con Cameron, entre otras cosas y llamó a Leo..., nos conocemos hace varios años y confío en él

-Bien. Quiere lo mismo que yo quiero, perfecto, ahora por favor explícame lo que hace él y tu tía aquí contigo exactamente –exigió el mandón

-Quieren hablar con Jim..., insisten en poner una denuncia contra Cameron y necesitan un informe que diga... -se detuvo de pronto con un nudo en la garganta-. Yo..., yo no quiero seguir agrandando el problema, no quiero tener que volver a verlo...

-No seas tan buena, hazlo, hagámoslo

-Solo voy a seguir para que mi tía esté tranquila, haré lo que me pida...

-Yo me encargo de todo –afirmó decidido

-No Nic, este problema lo tengo que solucionar yo

-Yo me encargo, déjame hacerlo

Intentó no sonar frío era un tema muy serio y no iba a permitir que transcurriera mucho más tiempo si hacer algo contra ese loco intentando dañarla, así que volvió a acercarse a ella y tomó su mano izquierda con delicadeza

-No te avergüences, ese tipo tiene que asumir las consecuencias de lo que te ha hecho y yo con gusto me aseguraré que así sea

Y no acepto un "NO" por respuesta. Quiso decir pero se contuvo, quería que confiara en él.

-Yo las asumí... -confesó hablando de su situación con ella-. Pero me niego a aceptar las consecuencias, necesito una oportunidad real

-Nicholas...

Suspiró aliviada, escucharlo la hizo sentir bien, confirmaba que le importaba..., aunque no estaba segura de para qué ni por cuanto tiempo

-Deja que yo me encargue de todo, no tienes que preocuparte por nada

-Gracias pero no es necesario, Leo ya se está ocupando –vuelve a explicar, aunque esta vez con una leve y discreta sonrisa en sus labios agradecida por su interés

-Entonces quiero hablar con él, mi abogado es el mejor y puede...--

-No hace falta Nicholas –lo interrumpió

-Es que...

Trató de seguir insistiendo pero no sabía cómo expresarse para que le permitiera cuidar de ella, no encontraba las palabras, era como si estuviera bloqueado para transmitir sentimientos y eso nunca había sido un problema en su vida, no necesitaba demostrar nada a nadie..., hasta que llegó ella

-¿Qué pasa Nic? –preguntó al ver la duda en todo su rostro, y el nunca dudaba

-Me siento responsable –murmuró entre dientes

-¿Qué?

En el fondo lo presentía, aunque no esperaba escucharlo admitir aquello. Y lo odiaba. Él no es responsable de nada.

-Ese imbécil está exigiéndote que yo retire lo que hice, es mi culpa que te haya hecho daño

-Nic..., lo que hiciste fue defenderme y aunque no me gustó que te lastimaras las manos por mi yo..., estoy muy agradecida, nunca nadie había hecho algo así por mí

-Yo... -y por primera vez, no supo que responder

-Era cuestión de tiempo para que mostrara su verdadera cara, no es tu culpa

Abrumado le acarició la mano que sostenía antes de soltarla para tomarla de las caderas y acercarla a su pecho, con la mirada clavada en esos hermosos ojos azules

-Prométeme que si vuelve a acercarse a ti me vas a llamar, tienes que avisarme de inmediato –insistió apretando su agarre levemente para que entendiera lo importante que esa promesa era para él

-No quiero que te hagas cargo de mi problema, no necesitas otra preocupación

Intentó hacerlo recapacitar, y poner algo de distancia "emocional" ya que físicamente estaban abrazados (al menos ella siendo abrazada)

-Si se trata de ti entonces quiero hacerme cargo de todos tus problemas –declara dispuesto a protegerla pese a sus protestas

-No digas eso... -las mariposas revoloteaban en su estómago al notar como quería cuidarla

-Siento la necesidad de liberarte de tus problemas porque quiero hacerlo, no porque deba, porque quiero

Sin palabras, esa sin duda ha sido la oración más romántica que alguien alguna vez le haya dicho tan sinceramente a Danielle

-Creo que..., no deberíamos hacer que Jim, pierda su tiempo esperando a que hablemos... -suspira consciente de donde se encontraban teniendo esta conversación-. Además aún tengo que hablar con él y detesto la idea de más gente enterándose que por estúpida un..., me golpearon

Y ya, fue todo lo que se pudo resistir, necesitaba su calor, sentirla todo lo cerca que le fuera posible, así que paseó sus fuertes manos de la cintura de Danielle, a su espalda, acariciándola con cariño hasta llegar a sus hombros y obligarla a descansar su cabeza contra su pecho con agitadas pulsaciones y la respiración cada vez más acelerado, nervioso porque pudiese decidir rechazarlos. Una sensación que nunca antes había experimentado, era egoísta, solo pensaba en él, en lo que quería sin importar el resto, pero ahora eso estaba cambiando y muy rápidamente...

-Por favor Dani, dame una oportunidad de demostrarte que de verdad quiero estar contigo –susurró contra su cabello

-¿Por qué no podemos intentar llevarnos bien? –preguntó aun con la cabeza apoyada contra su fuerte pecho-. ¿Por qué no podemos olvidar lo que pasó? –echó la cabeza hacia atrás para poder mirarlo a los ojos

-No podemos deshacerlo, sigo deseándote, no quiero volver atrás

-Pero todo sería mucho más simple –insistió con tristeza

-¿Y qué pasa con lo que...?

Salvada por la puerta, pensó Danielle, en cuanto el ruido de la manilla abriéndose los puso alerta y ella como acto reflejo se apartó de sus brazos algo ruborizada.

-Chicos, hay un abogado en la entrada que quiere hablar de las lesiones de Danielle

Soltó Jim, entrado en su consulta luego de hablar brevemente con Leo, se veía algo confundido y esa expresión fue la señal para que Danielle, entendiera que era hora de contarle acerca de Cameron...

-Jim, está bien ¿qué te dijo?

Habló Nicholas, para darle algo de tiempo a Danielle, para que estuviera lista.

-Lo que acabo de decir, le pedí que esperara a que atendiera a Danielle, pero necesito que me expliquen lo que está sucediendo -pidió adoptando una actitud mucho más profesional y seria-. ¿Alguien te lastimó?

No pudo evitar desviar la mirada a la mano lastimada de Danielle, y armar su propia versión de lo sucedido mientras ella pensaba en el modo menos vergonzoso de decirle la verdad..., Jim, estaba preocupado, lo podía percibir, pero aun así era un tema muy personal y difícil de contar...

Pero lo que no sabía ella, es que aquel era un tema serio y difícil de digerir para el doctor, por lo que sin esperar a una respuesta Jim, se desplazó hasta su escritorio y se dejó caer de modo muy poco elegante en su silla mientras su mente se alejaba...

Por otro lado Nicholas, intentando ser el apoyo que Danielle, necesitaba en ese momento así que se acercó los pasos que ella había dado atrás y rodeándole los hombros la guió hasta los sillones frente al escritorio de su amigo y ambos tomaron asiento. Le dio su tiempo para que encontrara las palabras correctas..., decidió no hablar por ella, esto era lo que necesitaba, aceptarlo, hablarlo, apoyo y él estaba dispuesto a dárselo todo con tal de verla tranquila otra vez. Entrelazó sus manos con discreción y esperó.

5 minutos de silencio fueron necesarios para que finalmente encontrara su voz.

-No era mi intención involucrarte en esto..., o a nadie -comenzó a decir pero dudó. Jim y Nicholas, no hablaron, debían esperar.

-Lo único que quiero es dejar todo esto atrás y olvidarlo, pero para mi tía es importante hacer esto. Cuando se enteró..., solo quiero que esté tranquila, que no se preocupe más

-Si alguien te golpeó entonces escribiré el informe que quieras si así te protege –le aseguró Jim, muy decidido y dispuesto a ayudarla en lo que pidiera

La intensidad y seriedad con que Jim, miraba a Danielle, no le agradó para nada a Nicholas. No quería que nadie la mirara más de la cuenta, pero entendía lo serio que era este tema para su amigo y sabía que sus intenciones y preocupación eran honestas.

     La madre de Jim, sufrió de abusos cuando él era un niño, su padrastro fue un hombre cruel y violento que la lastimaba tanto que prefería ocultarlo por vergüenza a que sus amigos se enteraran. Este fue uno de los motivos por los que Jim, decidió estudiar medicina..., cada vez que su mamá era lastimada, él, era quien intentaba curarla y aliviarla como su corta edad lo permitiera.

Y ahora Danielle, se avergüenza de contarlo, tal y como lo vivió con su madre, era lo primero que una víctima de violencia hace...

-Hazle la radiografía que sugeriste y luego te explico lo que necesites saber sobre el ex

Intervino Nicholas, impaciente para sacar a su amigo de aquellos oscuros y amargos recuerdos.

-Danielle ¿cómo te lastimaste la mano? ¿Cómo fue la primera vez?

Pero Jim, ni siquiera lo miró, ahora estaba tremendamente preocupado por ella y solo quería escucharla a ella

-No tienes nada de qué avergonzarte, puedes confiar en mí

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