Poséeme romance Capítulo 17

Cuando Santino la vio irse con ese hombre, sintió el enojo recorrerle el cuerpo de tal modo que jamás había experimentado y lejos de pensar en romper ese acuerdo y anular toda retribución, se decidió por ir donde ellos, para darse cuenta que quebraría una de las cláusulas fundamentales del contrato.

Exclusividad.

Aguardo en frente del lugar por 10 minutos esperando a que se arrepintiera. A qué recuerde las cláusulas y se retire de ese lugar inmediatamente.

Cruzó la calle con tanta furia y se adentro al albergue sin pensar en que él estaría infringiendo otra de sus cláusulas.

Discreción.

La recepcionista se quedó mirándolo idiotizada y no le prohibió el paso. Si quiera se detuvo a preguntarle dónde estaba Abril, en qué habitación, que cuando llegó a los pasillos reconoció perfectamente sus gemidos y como si se tratara de una conexión divina, abrió la puerta encontrándola follando la polla de aquel hombre que justamente, conocía.

- ¡Abril! – gritó enfadado y ella se sorprendió al verlo allí.

- Santino. – le hablo el hombre que se encontraba con su polla dentro de ella.

- Estás follando a mi esclava. – dice y enseguida él corre a la chica de encima suyo para intentar justificarse.

- Lo siento hermano. – le dice levantando sus brazos.

El hombre era Matteo Olvari, uno de sus compañeros de follada, como ellos le llamaban al ejercicio que realizaban cuando se encontraban en el Club Nigth Hot. Un lugar donde solo podía entrar con invitación y dónde todo lo que ocurría allí era exclusividad y nada podía filtrarse.

Santino y Matteo habían compartido innumerables mujeres, habían castigado a más de una y no había nada que les dé más placer que follarlas duro.

- ¿Qué haces? – le pregunta él a Abril evitando las disculpas de el muchacho.

- ¿A ti qué te importa? – suelta de golpe y comienza a buscar su ropa del suelo, pero él la detiene. – déjame. – forcejea con ella pero él es más fuerte.

- ¿Quieres follar? – habla acercando su cuerpo al de ella y sujetando sus brazos por detrás de su espalda..

- Contigo no quiero mas nada. – el dice enfurecida mirándolo a los ojos.

Toda la escena la estaba mirando Matteo, quién jamás había visto a Santino actuar de esa manera con ninguna mujer, por lo que deducía que esa chica era “su favorita” sin más se sentó a seguir mira do, cual película en el cine, aquella situación. Ellos habían participado de varias orgías, por lo que anhelaba poder follar Abril junto con él. Esa mujer tenía una manera de ser que hasta a él le volaba la cabeza y eso que la conoció tan solo hace media hora.

- Sigue resistiéndose que solo me provocas deseo. – le dice al oído y el cuerpo de ella se estremece dejándole sentir a él como es capaz de hacer que su piel se erice. – ahora te pondrás en cuatro en la cama, levantas el culo y dejaras que te meta mi polla mientras Matteo nos ve y disfruta o... – habla y a ella le llama la atención lo que dijo antes sin imaginar lo que dirá ahora. – puedes seguir follando lo a él mientras yo te follo a ti. – suelta y sus ojos se abren como platos.

- ¿Qué? – pregunta incrédula ¿Qué le insinuaba?

- Te quiero follar el culo mientras él te folla el coño. –

Una de las fantasías sexuales más deseadas por ella se estaba haciendo realidad y no podía no aceptarlo. Prácticamente no podía no hacerlo, porque él era su dueño, él desidia con quién debía y con quién no intimar y él ya había residido ¿Una forma de castigo? Talvez, aunque ella no imaginaria como se cobraría su falta de respeto en la oficina.

- ¡Matteo! – grita y él sonríe poniéndose de pie mientras se masturbaba para endurecer su polla. – recueste, quiero que la folles. -dijo y él obedeció. En tanto a Abril se le aflojaron las piernas. Estaba excitada. – ve y móntalo. – entonces lo hizo.

Caminó hacia donde Matteo y se subió a horcajadas de él.

- Fóllalo. Disfruta. Muévete como una perra en celo que tiene lo que tanto buscó. – que excitación le provocaba que le hablaré así. – anda, no me hagas esperar quiero ver cómo esa polla se hunde me ti. ¡Matteo! – él lo mira recostado en la cama y un solo gesto hace que él se quite el preservativo. Abril no comprende. – quiero que le eyacules dentro del coño. – ella lo miró y justo antes de quejarse, le dijo algo que la tranquilizó. – no puede embarazarte. Tiene vasectomía. - ¿Por qué no creer? Si él lo ordenaba, era seguro follar sin condón. – ahora hazlo, fóllalo.

Ella se introdujo su duro pene dentro suyo y antes que pueda comenzar a moverse, él cruzó sus brazos por debajo de sus caderas, apretando la fuerte y comenzó mover su pelvis tan rápido, tan fuerte y tan profunda que ella solo podía gritar.

En ese mismo momento y sin que ella lo notará, Santino se desvistió y comenzó a masturbarse teniendo la imagen en primerísimo primer plano de como al polla entraba y salía dentro de ella, y como un líquido bizcoso muy blanco sacaba desde dentro de su coño.

Lo volvía loco.

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