Romance Prohibido romance Capítulo 29

Hunter no pudo dejar de mirarla. Allí estaba ella de pie, con un sin fin de problemas, decidida a meterse en otro, solo por salvaguardar la integridad de una persona que apenas conocía.

Tenía preparada una mesa para comer junto a ella, hablar de lo que se viniera en gana, y relajarse un poco en su compañía. Pero la palabra “tranquilidad” definitivamente no lo estaba describiendo ahora.

Las palmas de sus manos literalmente le picaban. Su cuerpo estaba a punto de estallar con todas las sensaciones que ella misma le había insertado con esas palabras, y lo que más deseaba hacer, era comérsela ahora mismo.

Dereck vio que la chica iba a hablar de nuevo, entonces tomó su cuello, metió los dedos en su cabello y la unió a su boca con desesperación. Ellie se aferró a sus brazos mientras le daba la entrada a su boca. Podía sentir la calidez y avidez de Hunter, junto con la descontrolada forma de besarla.

Sus lenguas se rozaron buscando el alivio que su cuerpo ansiaba. En cuestión de segundos el beso se volvió tan intenso que fue difícil para ambos respirar, y cuando Ellie se dio cuenta, las manos de Dereck estaban bajando sobre su cuello, como si estuviese rastrillando su piel.

En cuestión de segundos, la tira de su hombro fue deslizada hacia un lado y luego el hombre despegó su boca, para llevarla hasta su clavícula. Dereck comenzó a besar la piel de su cuello y luego llegó hasta su hombro.

Ellie estaba desesperada por la sensación, ella sentía que iba a desvanecerse, que el deseo que estaba sintiendo acabaría con su cuerpo, y se haría dueña de ella misma en cuestión de segundos. Todo era una lucha, su mente se contrariaba, miles de pensamientos iban y venían, y cuando estaba intentando disuadir su batalla interna, sintió en cómo Dereck la empujó suave y un segundo después ambos cayeron en un mueble.

Era un escándalo su posición, ella estaba encima de Dereck, mientras sin dejar de besarle su piel y con la tira de su blusa debajo de su hombro, podía escuchar sus propios sonidos. Sí, esa voz quejosa que se escuchaba era la de ella, y era insoportable no soltarla.

Con ambos brazos Hunter la abrazó por la espalda, haciendo que Ellie se uniera más a su cuerpo y sus piernas se abrieran quedando de frente, y sentada en su regazo. Lo peor o lo mejor, no supo cómo expresarlo, es que ella tenía una falda, y eso hacía que pudiera sentir 1000 veces más el cuerpo duro de Dereck.

La chica se despegó un poco, Hunter podía sentir que ella era una vibración constante, parecía que Ellie estaba tan nerviosa como una primera vez, pero cuando vio su aspecto sintió que estaba perdido. Su cabello estaba revuelto y algunos mechones caían por su cara. Los labios estaban muy rojos y sus mejillas estaban sonrosadas.

Pero había algo único en Elizabeth ahora, y era que sus ojos brillaban mientras lo miraba con ensoñación.

Ahora mimo ella estaba encima de su erección profunda. Con sus piernas abiertas a un lado de sus muslos, como también podía ver que la falda que llevaba estaba subida hasta un punto, que prefirió no ver por el momento.

Sabía que ella estaba muy nerviosa y debía controlarse si no quería asustarla.

Atrajo a Ellie con suavidad y tomó su labio superior mientras lo succionaba comiéndose su sabor.

Con la otra mano apretó su cintura y se movió un poco. El movimiento obviamente lo perturbó y el aire de su boca golpeó el rostro de Elizabeth. Escuchó como el aliento de Ellie estaba siendo difícil de contener, además que el temblor de su cuerpo aumentó.

—¿Por qué tiemblas? —Preguntó suavemente.

—Estoy… un poco aterrada…

Dereck abrió los ojos de golpe. Eso era lo último que pensó escuchar.

—¿Aterrada?

Ellie asintió sin saber cómo explicarle a Dereck lo que le sucedía.

—No… no sé cómo explicar, pero estoy segura de que te reirás de mí.

—No lo haré —respondió Hunter llevando su boca al hombro de Elizabeth.

La chica se retorció de nuevo y aquella oleada en su centro volvió a golpearla con fuerza. Ella abrazó rápidamente a Dereck mientras sus ojos se nublaron, todo lo que estaba dentro de ella la confundía de forma avasalladora, porque el deseo que nunca sintió, estaba comiéndosela entera.

Apretó el cuerpo de Dereck cuando sintió que él iba a despegarla de su cuerpo. Entonces acercó la boca a su oído, pensando que si no lo miraba sería más fácil para ella confesar su secreto.

—Creí que, era una persona frígida… —susurró en su oído y esto hizo que el vello de la piel del hombre, se estremeciera—. Creo que… no he tenido una experiencia adecuada, o…

Ella dejó de hablar porque Dereck le hizo mirarle a la cara, entonces su rostro hirvió en vergüenza.

—¿Utilizas esa palabra porque él te ha dicho que eres así? —el hombre preguntó un poco enojado, y vio lentamente como Ellie asintió y su estómago se revolvió.

No quería apresurar las cosas con Ellie, sabía que el proceso sería lento por todos los tabús que tenía. Pero en esta ocasión, debía hacerle ver y sentir, que ella era una persona exquisita, hermosa y muy mujer.

Sin avisarle, deslizó su palma por la espalda mientras la miraba fijamente, y veía como ella intentaba refrenarse. Arrastró su mano hasta el final de su espalda y apretó su piel para que su pelvis se uniera a ella de forma muy íntima.

Elizabeth reprimió sus ojos cerrándolos de golpe, y con la otra mano Dereck tomó su cuello apretándolo con fuerza, y llevando los labios de la chica a su boca. Succionó cada uno de ellos mientras movía la cintura de Ellie con su mano, restregándola en él. Lo hacía de una forma tan sensual, que ella no pudo pensar en otra cosa que ese momento que estaba acabando con su cordura.

La respiración descontrolada fue al mismo ritmo de Dereck, y ya no solo su pelvis hacia fricción, todo su cuerpo se arrastraba contra el de él, mientras Hunter llevaba el ritmo. Era una locura lo que estaba haciendo, Hunter sonrió en su momento de excitación porque jamás en su vida hizo esto con alguna otra mujer.

Literalmente tenían la ropa puesta, pero ellos prácticamente estaban haciendo el amor.

Cuando vio que el aliento de Ellie ya era errático, quitó la mano de su cuello la arrastró por su piel, y la llevó a sus pechos haciendo que la chica lanzara un gemido muy audible. Él la besó con fuerza y ella no dudó en tomar su boca, y descargar su tensión en sus labios.

En dos movimientos más, Ellie sintió que ella era una lava, que ya no eran dos cuerpos sino unos que estaban alcanzando un mismo ritmo y un solo propósito.

Estallar, estallar el intenso placer que estaba acumulado en su centro y se esparcía en todo su cuerpo. Elizabeth no sintió más conciencia en ella, cuando las contracciones involuntarias y rítmicas se esparcieron en su centro y comenzaron a explotar en toda su pelvis, su cuello se arqueó inevitablemente y fue atrapada duramente por Dereck cuando su vida se estremeció.

Ella escuchó su propio sonido, pero ahora, o en ese momento ni siquiera había espacio para avergonzarse. Todavía Hunter chupaba su cuello, mientras las convulsiones iban menguando. Su cuerpo se aflojó de inmediato y con ambos brazos rodeó a Dereck, para posicionar la cabeza en su cuello, mientras esa droga desconocida, la hacía entrar en un trance de tranquilidad.

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