Si, acepto el contrato (COMPLETO) romance Capítulo 23

Narra Grace

Las personas que actúan de buena fe son las que marcan la vida de los demás, el señor Nicholas fue una persona transparente que dejó en mi vida muchas enseñanzas, tuve tanto que agradecerle, tuve tanto que decirle pero creo que mi gratitud se vio reflejada con mi lealtad.

Las despedidas para mí siempre han sido duras, pero esta ocasión fui el apoyo de una familia completa, le hice frente a muchas cosas y me esforcé por preparar la ceremonia más bonita, tal y como el señor Brown la merecía. Para la prensa y los diferentes medios fue un acontecimiento triste, pues fue la partida de un hombre reconocido por tener la segunda compañía más grande de Londres había emprendido un viaje sin retorno, los empleados no laboraron el día del sepelio y acompañamos a la familia en su duelo.

- ¿Crees que el dios griego venda la compañía de su padre? – pregunta Susan en la cafetería, estamos tomando nuestro café matutino

- No lo creo, ya este lugar ha tomado un valor sentimental muy grande, no creo que él quiera deshacerse de la compañía que su padre construyó con sus propias manos

- Eso no tiene nada que ver, igual ya han pasado dos semanas y el hombre no aparece, además tiene su línea de hoteles, sería absurdo que deje eso tirado con lo que le ha costado materializarlo

- Puede manejarlo, el tipo es un imbécil con todo y sus trajes costosos, pero es muy inteligente – digo siendo realista, lo he visto aprender a manejar todo este lugar en solo días, al tiempo que cuida la estabilidad de sus hoteles

- Eso espero, a más de una nos alegra los ojos con su presencia, aunque sea algo amargado

- Es un idiota presumido – sigo afirmando mi perspectiva, aunque admito que sentí empatía en los días que lo vi, se notaba triste por todo lo que pasaba.

- ¿La chica que estuvo a su lado durante el sepelio es su novia? – cuestiona ella terminando su café

- ¡Oh! ¿Chanel? según entiendo esa chica le ayuda con sus hoteles, es como su mano derecha – digo desde lo que yo sé

- Parece que al jefecito le gusta, ¿notabas como la miraba? A pesar de estar hecho un desastre de lo que pasaba estaba muy pendiente de ella.

- ¿Eso crees? – lo pienso un segundo y la mujer es muy bonita, es alta de piernas largas, cabello cobrizo y piel blanca.

- ¡Mira! – Susan señala detrás de mí y giro hacia donde su dedo apunta, era el jefe, iba entrando a la compañía.

- ¡Mierda! Ya debo irme – corro para también entrar, me tomé unos minutos demás para tomar mi cafecito

- ¿A dónde vas? – dice Susan aun con su pan intacto

Le hago una señal con mi mano de despedida y corro para alcanzar al jefe en el ascensor, pero al llegar las puertas se cierran por lo que voy directo a las escaleras, con el corazón a millón por segundo y tomando un par de descansos llego al pasillo, lo veo abrir la puerta de la oficina e ingresar, ahora empiezo a caminar mientras acomodo mi ropa y mi cabello, trago saliva y abro mi boca para respirar mejor, siento que me falta aire.